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martes, 28 de marzo de 2017

Primer aniversario de la casa del más grande.



El sueño de un estadio propio ha sido el desvelo de muchos hinchas carboneros desde hace muchísimos años. Recordamos cuando en la década de los 90 del siglo pasado se llegó a colocar la piedra fundamental de un proyecto de estadio en Solymar que terminó naufragando.

No fue el único intento en la historia, a la cancha de Casavalle donde Peñarol comenzó a jugar en 1892, Las Acacias inaugurada en 1916 y el mundialista estadio de Pocitos donde Peñarol jugó desde 1921, se agregó el proyecto de estadio en Punta Carretas (donde hoy está la Facultad de Ingeniería), el proyecto de reciclar el Charrúa para uso exclusivo del aurinegro o incluso el predecesor de esta realidad de hoy que era construirlo en el parque Rivera.

Todos estos proyectos fracasaron por diferentes motivos. Sin embargo el Campeón del Siglo hoy cumple un año de realidad a pesar de la enorme oposición que recibió, incluso de altos personajes de gobierno quienes no pudieron dejar de lado su partidarismo por otros colores.

Pero también tuvo nuestra propia oposición. Porque no somos hipócritas y no nos subimos a carros que no nos corresponden. Desde estas mismas páginas consideramos que Peñarol tenía otras prioridades y como no borramos con el codo lo que escribimos con la mano, lo decimos y reconocemos.

Sin embargo fue imposible no entusiasmarse a media que la obra fue creciendo desde sus cimientos y tan hipócrita como lo otro seria negar nuestro orgullo hoy a un año de su inauguración.

Porque hace un año Peñarol inauguró esta realidad, goleando al entones campeón de América, River Plate por 4 a 1 y con Forlán marcando el primer tanto. Y hoy es nuestra casa, identificada por cada hincha aurinegro como su lugar en el mundo. Un ejemplo como no hay otro en este país de lo que puede la fuerza de una comunidad como la nación aurinegra.

Un estadio que impresiona y que deja pálido cualquier otro intento de emularlo. Claro que para los de nuestra generación el Centenario siempre será también nuestra casa, porque es tierra sagrada donde hemos dado tantas vueltas olímpicas y marcado tantos hitos en la historia del equipo campeón sudamericano del siglo XX. Nadie ha dado tantas vueltas olímpicas en el Centenario como nosotros y eso estará siempre en nuestros recuerdos. Pero para las generaciones futuras será el Campeón del Siglo quien nos identifique por siempre.

Nunca una obra tuvo tanta oposición, tantas dificultades, tantas trabas. Nunca fue tratada con tanta maledicencia que llego a la burla de hablar de maquetas y de humo. Nunca hubo tanto escepticismo rodeando a un proyecto. Sin embargo, nuestro estadio ser irguió majestuoso sobre toda oposición y critica y hoy es el orgullo de todos los simpatizantes propios y la envidia de los ajenos.

Estadio que impresiona a las delegaciones de equipos extranjeros que llegan a enfrentarnos. Que es solicitado por selecciones del continente cundo vienen a jugar a nuestro país. Que impresiona a comisiones de Fifa enviadas para evaluar las instalaciones deportivas en Uruguay con vistas a torneos oficiales.

El Campeón del Siglo. El mejor estadio de este país. La casa del campeón sudamericano del siglo XX, está cumpliendo su primer año. Y este 28 de marzo ha pasado a ser otra fecha histórica en la historia de la institución deportiva más grande del Uruguay.


sábado, 25 de marzo de 2017

Perdiendo puntos y en media tabla.



Peñarol visitaba el Franzini en un encuentro decisivo ante Defensor. Con la ausencia de Gastón Rodríguez por suspensión y la vuelta de Lucas Hernández (pasando Petrik a la derecha y saliendo Alex Silva) y el paraguayo Villalba por el brasileño Ronaldo Conceição, de flojo debut ante Rampla. También la falta del cebolla Rodríguez afectado a la selección y a quien finalmente suplió Dibble cuando se pensaba que el sustituto sería Mier.

Enfrente un Defensor que viene bien en la tabla dirigido por Acevedo, un técnico ex nacional y con 4 ex tricolores en la oncena titular. Una cancha difícil para el aurinegro tomando en cuenta que su última victoria fue en 2008. Y volvió a ser complicada.

Empezó mejor Defensor que tuvo las primeras opciones y se puso en ventaja rápidamente. La primera fue a los 6´ con un remate de Gómez que Guruceaga vuela para sacar con una mano por encima del horizontal.

Un minuto después, a los 7 se pone en ventaja Defensor cuando se va Bueno por izquierda, encara hacia el área y saca el remate cruzado que supera la defensa de Guruceaga y hacer que la pelota se meta abajo contra la base del palo izquierdo marcando la apertura. Otra vez Peñarol en desventaja.

Mejora el aurinegro después del gol violeta y la primera respuesta es un tibio remate de Dibble a los 12´ que contiene sin problemas el arquero Reyes (el único ex carbonero hoy en Defensor).

Peñarol empate a los 18´ cuando se va Petryk por derecha y mete la bola al área, recibe Arias en el primer palo y define de taco para meterla contra el palo izquierdo. Golazo para poner el 1 a 1.

Y pudo seguir de largo el mirasol porque a los 22´ una pelota bien puesta para Arias que entra solo por derecha, se le va a Correa con un túnel y enfrenta al arquero que consigue despejar el remate con el cuerpo cuando parecía que estaba el segundo.

A los 37´ un remate desde afuera de Affonso que pica en el área y con mucho esfuerzo consigue despejar el arquero Reyes al córner.

Pero de lo que era un córner a favor termina llegando un gol en contra. Porque consigue despejar la defensa violeta y la pelota la toma Bueno por izquierda que se le va en velocidad a Novick sacándole una cuadra de ventaja, se mete al área y cuando Gurucega le cerraba el arco, toca al medio donde entraba solo Gómez que toca con el arco libre para marcar el 2 a 1 con el que se cerraría el primer tiempo.

Otra vez Peñarol en desventaja teniendo que ir arriba y arriesgar en el fondo ante un equipo que se ha caracterizado toda la vida por ser traicionero.

En el segundo tiempo Peñarol se fue arriba y como en los últimos encuentros, con coraje pero sin futbol fue metiendo a su rival en su área mientras se exponía a un contragolpe ante un equipo con jugadores rápidos.

El expediente del aurinegro fue casi siempre el remate de media distancia. La primera a los 3´ con un centro desde la izquierda, remata Nandez, la pelota rebota, se eleva y Reyes termina mandando al córner con gran esfuerzo por encima del travesaño.

La segunda a los 20´ cuando Boselli entra por derecha hacia el medio y saca el remate cruzado que se va ancho contra el palo derecho del arco violeta.

Sobre los 22´ otro remate de Nandez desde afuera que contiene Reyes abajo.

Una cuarta opción a los 25´ con otro remate desde afuera, esta vez de Lucas Hernández y la pelota se pierde afuera contra el palo izquierdo.

A los 26´ un tiro libre frontal para Defensor, mal tirado, pero la pelota le queda a Gómez en el área y saca el remate para provocar una impresionante atajada de Guruceaga ante un remate a quemarropa.

De ese córner la pelota termina viniendo para Zunino que entra por izquierda, enfrenta a Guruceaga y define bien cruzando el remate convirtiendo lo que era el tercer gol violeta. Pero el árbitro Rojas lo anula por un presunto offside inexistente y nobleza obliga a reconocerlo. Era un tercer gol que parecía liquidar el partido y que no subió al marcador por un error enorme de la terna arbitral.

Y en esos minutos lo pudo perder Peñarol porque a los 28´ otra vez un pase largo para la entrada de Zunino por izquierda que se va y remata cruzado por encima de Guruceaga y la pelota se pierde apenas arriba del horizontal.

Un minuto después, un pase para Hernández que entra por izquierda y mete la pelota al medio que es detenida por la mano de De Los Santos en un penal claro y bien sancionado. Lo remata Cavallini, que había ingresado recién y manda la pelota contra el palo izquierdo, Reyes a la derecha y marca el empate.

Había tiempo para ganarlo pero habría de pasar algo que hizo que el partido normal se acabara. Fue a los 33´ cuando en un ataque de Defensor, el juez para la acción para amonestar a Villalba por una falta cuando se iba solo Zunino para marcar el tercero. Protesta todo Defensor y termina siendo expulsado Gómez.

Y ahí se terminó el partido, porque el mal árbitro que es Rojas se encargó de que no se jugara más y que el partido terminara en empate. En esos minutos, tres veces la pelota fue por alto al área de Defensor y tres veces Rojas se encargó de marcar falta a favor de los violetas.

Pero faltaba la clásica compensación y Rojas la termina aplicando sobre Rossi que resulta expulsado por una segunda amarilla completamente absurda y que no tiene otra razón de ser que el dejar a ambos con 10 como para que nadie se queje (lo cual suele generar justamente el efecto contrario y que se terminen quejando todos y con razón). Este Rojas es un pésimo árbitro. Hoy nos favoreció en líneas generales como tantas otras veces nos ha perjudicado.

Peñarol dejó otros dos puntos y ha quedado lejos de la punta perdiendo además la posibilidad de bajar a un rival directo. Un equipo que continua con una exasperante incapacidad para ganar dos partidos seguidos e increíblemente continua invicto pero lejísimo de la punta.

Dentro de la cancha se equivocó en esos últimos minutos donde mandó pelotas aéreas cuando era obvio que Rojas iba a cobrar falta en cualquier circunstancia donde la pelota se acercara al arco violeta. Lo que había que hacer era buscar por las puntas, del modo que llegaron los dos goles, pero los jugadores nunca lo entendieron así.

La realidad es que Peñarol seguirá vegetando en este campeonato, lejos de las posiciones de vanguardia y con el papel de árbitro de los demás.

domingo, 19 de marzo de 2017

Victoria épica. Peñarol 3 Rampla 2



Peñarol volvía al torneo local ante Rampla, recordando que el último encuentro ante los picapiedras no terminó por resolución de las mismas autoridades que ahora autorizaron que se juegue otro partido que fue suspendido.

Ramos le dio descanso a Villalba y Lucas Hernández, con el ingreso de Alex Silva al lateral derecho pasando Petryk a la izquierda. El debut en la zaga del brasileño Ronaldo Conceição, manteniendo al resto de equipo del jueves.

El primer tiempo lo dominó Peñarol, pero no consiguió abrir el marcador y casi lo termina perdiendo.

La primera para el aurinegro fue a los 9´ luego de un envío desde la derecha de Nandez hacia el área, Junior Arias que la saca atrás y el remate cruzado del cebolla Rodríguez que se pierde apenas ancho contra el palo izquierdo.

Sobre los 24´ se va Alex Silva hasta el fondo por derecha y saca un buen centro atrás que cabecea Affonso pero le sale muy al medio y contiene el arquero Odriozola yendo abajo contra el palo izquierdo.

A los 27´ un córner desde la izquierda de Junior Arias y el cabezazo de Ronaldo que gana arriba y la pelota se pierde afuera contra el ángulo superior izquierdo del arco de Rampla.

Peñarol dominaba, generó alguna chance que no pudo convertir y no pasaba demasiadas zozobras, pero al no convertir se exponía a un acierto de rival o un error propio. Fue error propio, sobre el fin del primer tiempo cuando se duermen Alex Silva y Ronaldo, ninguno despeja y permiten que Santiago González se lleve la pelota y encare solo hacia el área. Saca el remate y provoca una enorme atajada de Guruceaga que salva su arco cuando parecía que era inminente el gol picapiedra.

El primer tiempo se fue 0 a 0 con un Peñarol que fue mejor pero no pudo convertir, careció de sorpresa y velocidad y muy pocas veces pudo explotar las bandas para hacerle daño al rival.

Pero todo lo que no tuvo el primer tiempo, lo iba a tener el segundo. Peñarol empezó yéndose arriba sin orden, sin demasiadas ideas pero con la necesidad de los puntos y la impronta de equipo grande.

Sin embargo el que pega primero es Rampla. De nuevo en una combinación de error propio y acierto rival. Fue a los 8´ a través de un tiro libre desde la izquierda que remata Emiliano García, la barrera que estaba mal armada, se desarma y permite que pase la pelota y se meta contra el palo derecho superando el esfuerzo de Guruceaga. Otra vez 1 a 0 abajo y a remarla de atrás de nuevo.

Peñarol respondió de inmediato un minuto después con una pelota que toma el cebolla Rodríguez en el área, la levanta y cabecea Affonso para que la pelota se vaya apenas afuera contra el palo izquierdo.

Peñarol se iba arriba con más ganas que cabeza y se exponía atrás. Ramos comienza a amontonar delanteros (entraron Gastón Rodríguez, Rossi y Cavallini) y desmantela el medio campo que se queda sin ninguna contención (apenas Nandez jugando por derecha).

A los 22´ se pudo poner Rampla 2 a 0 cuando se va Leites por derecha, entra al área y saca el remate que consigue rechazar Guruceaga. El rebote lo toma González de chilena y de nuevo Gurucueaga contiene en dos tiempos para mandarse una impresionante doble atajada en la misma jugada.

Y de inmediato, un minuto después se puede valorar la importancia de esa atajada. Porque a los 23´ llega el empate. Nace en un despeje al medio de la defensa de Rampla, la toma Novick fuera del área, domina con el muslo y con ese sutil toque se saca de encima al marcador y saca el remate desde afuera del área que hace la comba perfecta para superar al arquero Odriozola y se mete contra el palo izquierdo marcando un golazo para el empate.

Parecía que el aurinegro seguía de largo. Jugaba en campo rival, empujaba, presionaba, pero se repetía en pelotazos y quedaba muy expuesto atrás.

Y cuando se esperaba el desnivel aurinegro, llega el gol picapiedra. Fue en el minuto 33 otra vez con un tiro libre desde la izquierda metido en forma de centro y cabecea Alex Silva (el de ellos) que le gana a Ronaldo y mete el cabezazo que le vence las manos a Guruceaga y hace que la pelota se meta arriba contra el ángulo derecho.

Otra vez abajo y con un Peñarol enloquecido intentando la heroica. Y como nobleza obliga, Rampla estuvo muy cerca de liquidarlo. Aún más cuando a los 37´ el árbitro Fuentes (que había sacado mal la amarilla primera) expulsa a Gastón Rodríguez en una acción que fue falta a favor de Peñarol. Es cierto que Gastón termina golpeando a un rival pero luego que es empujado, acción por la cual se cobra la falta a favor de Peñarol.

Con 10 hombres, 2 a 1 a bajo, faltando 8´ parecía imposible y así hubiera sido si Rampla aprovecha el par de situaciones clarísimas que tuvo o mejor dicho, si Guruceaga no las hubiera evitado.

La primera es a los 40´ cuando el propio Guruceaga sale mal, apurado, a destiempo, a buscar una pelota fuera del área, calcula mal y se la lleva el delantero de Rampla hacia el arco vacío y es el propio arquero quien se recupera y termina marcando a manera de un zaguero para mandar la pelota al córner.

Con el tiempo cumplido un centro desde la derecha de Alex Silva y el cabezazo de Affonso que atrapa Odriozola y parecía que era la última.

En la contra de esa jugada pudo ser el tercero para Rampla. Cuando un remate de volea desde afuera del área de Cándido y Guruceaga vuela con una mano para bajarla del ángulo y mandar al córner en otra atajada impresionante.

Se acababa ahí. No había más tiempo. Apenas si los minutos de descuento. Peñarol 2 a 1 abajo, con 10 hombres y entonces …….

Un minuto pasado la hora se va el cebolla por izquierda, mete el centro y cabecea Affonso para meterla abajo contra el palo derecho superando el esfuerzo de Odriozola. Peñarol empataba, otra vez como contra Fénix, rescataba un punto sobre la hora, pero quedaba lejísimo en la tabla.

Dos minutos pasada la hora. Un saque largo de Guruceaga, pifia la defensa y la pelota toma altura, la pelea el cebolla Rodríguez, la gana, se mete en el área y saca el remate cruzado. En su viaje, la pelota encuentra a Affonso que la desvía para meterla abajo, pegada a la base del palo izquierdo para marcar un 3 a 2 increíble que nos dejó afónicos a todos.

De nuevo nobleza obliga, viendo la repetición, Affonso está adelantado pero nadie se dio cuenta. Ahora todo Rampla está indignado y le asiste razón, pero en el momento nadie protestó, ni los propios jugadores de Rampla. Se quejó su técnico, se quejó su presidente con palabras muy duras, si tendremos para quejarnos de los árbitros los hinchas de Peñarol en los últimos años!

Ganó Peñarol y nos perdonaran si lo decimos pero ganó a lo Peñarol. Sufriendo, luchando, sin entregarse hasta el último pitazo del juez. Una de esas victorias épicas, de atrás, con uno menos, con un gol pasada la hora (y hasta con el condimento del offside), como más le gusta ganar al hincha carbonero.

Esta semana será brava, porque los periodistas se pasarán la semana entera hablando del gol en offside, de cómo perjudicaron al cuadro chico, de la indignación del presidente y el técnico de Rampla y como ganó Peñarol. Es una lástima que cuando el perjudicado es el aurinegro (y en los últimos tiempos es mucho más seguido que las ocasiones donde es favorecido), no hagan lo mismo.

Ganó Peñarol y todo lo demás queda de lado. Ahora viene Defensor, uno de los pretendientes del campeonato y Peñarol no podrá darse el lujo de correr de atrás como en los últimos partidos.

jueves, 16 de marzo de 2017

En copa, una victoria a lo Peñarol.



Peñarol se jugaba buena parte de su chance en la libertadores pese a ser apenas su segundo partido en la serie, ante Atlético Tucumán. Un equipo, que a diferencia del resto de los argentinos que participan en esta copa, venía con rodaje y la experiencia de haber pasado por dos series eliminatorias superando a dos equipos que en principio, parecían superiores.

Ramos mandaba tres cambios a la cancha con respecto al equipo del debut. Hernán Petryk en el lateral derecho por Alex Silva, la vuelta del vikingo Novick por Tomás Costa que jugó en el debut y el ingreso de poco confiable Affonso en ofensiva en lugar de Gastón Rodríguez.

Peñarol arrancó bien, intentando abrir la cancha por derecha con Petryk y Nandez y por izquierda con Lucas Hernández y el cebolla Rodríguez, pero  fallaba en el último pase – centro y no generaba situaciones de peligro.

Atlético Tucumán intentaba el contragolpe en esos primeros minutos y a medida que se fue afianzando en el medio campo, tocaba la pelota con la eficiencia típica de los equipos argentinos, pero tampoco mostraba profundidad.

Esto generó un primer tiempo  deslucido, entreverado, más luchado que jugado, tanto así que solo hubo dos acciones de peligro, una para cada uno, a lo largo de esos 45´.

La primera fue para el visitante a los 20´ cuando falla Novick en el área (se notó su falta de futbol en la mala entrega de varias pelotas) y la bola le queda a Canuto dentro del área que engancha y saca el remate que contiene Guruceaga yendo abajo contra la base del palo derecho.

La de Peñarol fue a los 43´ después de un tiro libre mal ejecutado, Hernández manda la bola al área, la roza Villalba, despeja mal un zaguero y le vuelve a quedar al paraguayo que saca el remate al arco y provoca una impresionante atajada del arquero Lucchetti con una mano, volando abajo contra el palo derecho para mandar al córner.

Muy pocas chances para un equipo aurinegro tan necesitado de la victoria. Pero el segundo tiempo iba a ser radicalmente diferente.

Las primeras chances son para el aurinegro. A los 4´ el córner desde la derecha, no alcanza a rechazar la defensa y el remate de Ramón Arias dentro del área rebota en un zaguero cuando parecía que no llegaba Lucchetti.

Sobre los 6´ un centro del cebolla Rodríguez desde la izquierda y gana arriba Affonso que mete el cabezazo que se va por encima del horizontal.

Pero convierte Atlético Tucumán en la primera que tiene a los 15´. Un pase de Barbona para Aliendro que se mete como puntero derecho, nadie de Peñarol cierra la punta y mete el centro, Ramón Arias lo pierde a Menéndez que anticipa solo en el primer palo para desviar la pelota y superar la defensa de Guruceaga y meterla contra el palo derecho marcando la apertura.

Todos los fantasmas volvían sobre el equipo aurinegro. Aun pudo convertir el segundo el visitante tres minutos después, con un remate desde afuera de Barbona que rebota y se pierde al córner rozando el palo derecho cuando no llegaba Guruceaga.

Hasta ahí ni el más optimista podía pensar lo que vendría. Minuto 21. Tiro libre desde el ángulo derecho del  área que toma Lucas Hernández, la pelota pega en la barrera y el desvío descoloca a Lucchetti y hace que la pelota entre contra el palo derecho marcando un empate muy festejado.

Pero nadie podía prever que dos minutos después Gastón Rodríguez que había ingresado por Junior Arias, se iba a mandar un jugadón arrancando desde el medio campo, supera a dos rivales en velocidad, engancha ante otro y queda frente al arquero para tocar la pelota por encima de Lucchetti y Affonso le gana a la pierna de un zaguero para tocar la pelota y meterla contra el palo derecho poniendo un 2 a 1 que nos hizo quedar roncos a todos los hinchas carboneros.

De ahí en más, Peñarol intentó aguantarlo contra un Tucumán que se fue arriba y por momentos nos apretó en nuestro campo. Gracias a Guruceaga y algún rebote en los palos se pudo mantener.

Tuvo varias opciones para empatarlo el visitante. La primera a los 25´ cuando se va Leandro González por izquierda, enfrenta a Guruceaga y remata desviado contra el palo derecho.

La segunda a los 32´ con un remate desde afuera del área de Leandro González que baja rápidamente y consigue rechazar Guruceaga hacia un costado.

A los 37´ un impresionante remate desde 40 metros de Luis Rodríguez que hace la comba buscando el arco y vuela Guruceaga para rozar con una mano para desviar la pelota que se metía y termina pegando en el ángulo izquierdo. El rebote lo toma Aliendro que cabecea cruzado y Gurucega consigue atrapar la pelota para cerrar una doble atajada monumental.

Otra a los 40´ con una pelota alta al área, domina Leandro González para superar a Petryk y sacar el remate cruzado y fuerte que supera a Guruceaga y pega en la base del palo izquierdo cuando estaba vencido nuestro arquero.

La última fue sobre la hora luego de un entrevero en el área y la pelota le queda a Aliendro que saca el remate dentro del área que le sale muy al medio y encuentra el cuerpo de Guruceaga que termina conteniendo el balón.

Ganó Peñarol un típico partido de copa, luchado, trabado, complicado, cerrado, de los que tantas y tantas veces le hemos visto ganar al carbonero. Sufrió muchísimo, sobre todo después de ponerse en ventaja. No se puede decir que haya jugado bien, pero estos partidos no son para jugar bien, son para ganar y se ganó.

Pero son esas victorias que siempre nos regaló Peñarol. De atrás, dándolo vuelta a pesar de jugar mal pero con toda la entrega y la enjundia que siempre le hemos reclamado a los equipos aurinegros y más aún en esta copa. Esas victorias que levantan, que dan fuerza e inyección anímica para lo que viene.

El futuro en la copa sigue muy complicado porque ahora vendrán dos encuentros seguidos ante Palmeiras, primero de visitante y luego de local. Sería fundamental obtener una victoria ante el verdao (que siendo el mejor equipo de la serie, ayer mostró que puede tener un encuentro malo) y habrá que ir afuera a intentar robar algún punto a Tucumán. Pero para eso Peñarol deberá mejorar y mucho porque sigue sin ser un equipo que nos de confianza.