El clásico siempre es el clásico y Peñarol siempre debe ganarlo. Pero en esta ocasión había más motivos para hacerlo. En lo deportivo, porque Peñarol debía recuperar en exclusivo el comando de las tablas del Clausura y la anual y para eso solo servía ganar. En segundo lugar, en lo psicológico porque una victoria faltando pocos juegos generaría un golpe de efecto singular a favor y en contra del tradicional adversario. En tercer lugar, por la localía porque Peñarol debía desequilibrar el historial y ponerlo a su favor. En cuarto lugar, porque era el retorno de la hinchad aurinegra a un clásico. Y siempre existe la dimensión histórica, para seguir siendo el equipo que más clásicos ha ganado desde aquel primero el 15 de julio de 1900. Pero en esta faceta se sumaba el hecho de que un 31 de octubre, pero de 1987 Peñarol ganaba su quinta Libertadores en Chile ante el América colombiano con gol de Diego Aguirre en los descuentos. Por todas esas razones, Peñarol debía ganar.
Para esta tarea Larriera contaba con todo el plantel, aunque nos generaba muchas dudas en lo que nos es personal la presencia de Facundo Torres que recibió una patada criminal por parte de Machado jugador de Villa Española en el juego anterior. No pensamos que el jugador pudiera ser de la partida y sin dudas no estaría al nivel que puede.
El técnico apelo al regreso de la zaga titular con Carlos Rodríguez y Kagelmacher que habían estado ausentes ante Villa Española por lesión y suspensión respectivamente.
En los primeros minutos ya se vio cual sería la tónica del partido. A los 2´una patada de Laborda contra Torres donde el juez Matonte no saca amarilla. Antes de los 10´otras do patadas contra Canobbio una de Almeida y Otra de Trezza de nuevo sin amarillas de Matonte. Recién a los 13´Matonte muestra la primera amarilla por una patada de Carballo sobre Cepellini.
Nacional salió a ensuciar el partido, a trabarlo, a pegar sin contemplaciones con la anuencia del juez Matonte que lo permitió. Peñarol entró en ese juego sucio de Nacional y no generó lo que está acostumbrado y así Nacional, que se sabía técnicamente inferior, pudo equiparar las acciones.
De hecho, las primeras fueron para el tricolor. A los 4´ un lateral desde la derecha, Bergessio dentro del área la baja atrás para el remate cruzado de Zunino que se va afuera contra el palo derecho.
Otra a los 14´ con otro centro desde la derecha, falla la defensa, cabecea Bergessio y Dawson se juega la ropa para rechazar la pelota anticipando el remate de Trezza.
De nuevo a los 21´ cuando en un contra golpe va Fernández por derecha, se mete hacia el medio y saca el remate en la puerta del área que contiene bien Dawson.
La primera de Peñarol es recién a los 28´ con un notable movimiento del “canario” Álvarez para sacarse de encima la marca de Polenta, acomodarla de pecho y sacar el remate desde afuera del área que el arquero Rodríguez consigue mandar al córner estirándose abajo contra su caño derecho.
Una más para la visita a los 35´ cunado Giovanni pierde una pelota en salida y se va solo Trezza hacia el área, pero llega exigido por la marca de Carlos Rodríguez y su remate débil lo contiene Dawson en dos tiempos.
En los últimos minutos Peñarol mostró algo de lo que puede hacer.
A los 36´ centro desde la izquierda de Ramos y cabezazo de Álvarez por encima del horizontal.
Dos minutos después la más clara, jugad de Torres que viene de la derecha al medio y saca el remate fuerte desde fuera del área y la pelota pega en la base del palo izquierdo y se va afuera.
A los 41´ un centro desde la derecha y el cabezazo de Álvarez por encima del horizontal.
La última fue mismo sobre los 45´ con un tiro libre de Cepellini desde la derecha y Rodríguez rechaza contra su caño izquierdo.
Un primer tiempo donde Peñarol jugó poco, cayó en el juego trabado de Nacional que pegó muchísimo con la complicidad de un Matonte que fue sumamente tolerante contra el juego brusco tricolor.
Para el segundo tiempo Peñarol se pareció más al equipo que todos conocemos, jugó más en campo rival y fue superior pero no pudo convertir.
La primera fue a los 3´ cuando luego de un mal despeje de la densa tricolor viene una bolea de Canobbio que se va por encima del horizontal.
A los 11´ debió irse expulsado Polenta por tirarse a cortar un ataque como un arquero tomando la pelota con las dos manos. El tibio Matonte sacó apenas amarilla.
Sobre los 22´ un tiro libre desde la izquierda, pasado al segundo palo y se lleva por delante la pelota Ramos y la manda afuera contra el palo izquierdo.
A los 25´ se le termina le partido a Torres que salió lesionado. Jugó mientras pudo, tuvo la mas clara que pegó en el palo y fue el mejor jugador del partido. Entró por él Laquintana que no desentonó.
Cuando iban 31´ un remate de Rodríguez desde afuera del área que se va afuera contra el caño derecho de Dawson.
A los 38´ un centro dese la derecha y la volea de Gaitán que rebotando en un zaguero se pierde al córner por encima del horizontal.
Ya en los descuentos un remate de Trasante desde afuera del área que contiene bien Dawson.
Peñarol no jugó como puede, pero aun así fue superior a su rival que vino a ensuciar el partido, a pegar (con la complicidad del juez) y a llevarse el empate, consciente de su inferioridad. En los 4 clásicos jugados este año siempre Peñarol fue superior y sin embargo, solo ganó 1 y perdió 2.
Objetivamente el empate sirve porque Peñarol sigue puntero en ambas tablas, pero ahora comparte la anual con Plaza y perdió ventaja en la del Clausura. Se perdió una gran oportunidad de mantener la ventaja y prácticamente dejar fuera de la conversación al tricolor.
Párrafo aparte para la nefasta actuación de Matonte, que dejó pegar a todo Nacional y se guardó alguna roja que debió sacar, por ejemplo, a Polenta. Parece que desde su gremio están decididos a perjudicar a Peñarol en cada partido.
Ahora será entre semana, de visitante contra Cerrito, un equipo que juega muy bien y que nos va a complicar la faena. Preocupación por la lesión de Torres y el golpe que recibió Álvarez Martínez sobre el final del partido.
