Peñarol
se jugaba buena parte de su chance en la libertadores pese a ser apenas su
segundo partido en la serie, ante Atlético Tucumán. Un equipo, que a diferencia
del resto de los argentinos que participan en esta copa, venía con rodaje y la experiencia
de haber pasado por dos series eliminatorias superando a dos equipos que en
principio, parecían superiores.
Ramos
mandaba tres cambios a la cancha con respecto al equipo del debut. Hernán
Petryk en el lateral derecho por Alex Silva, la vuelta del vikingo Novick por
Tomás Costa que jugó en el debut y el ingreso de poco confiable Affonso en
ofensiva en lugar de Gastón Rodríguez.
Peñarol
arrancó bien, intentando abrir la cancha por derecha con Petryk y Nandez y por
izquierda con Lucas Hernández y el cebolla Rodríguez, pero fallaba en el último pase – centro y no generaba
situaciones de peligro.
Atlético
Tucumán intentaba el contragolpe en esos primeros minutos y a medida que se fue
afianzando en el medio campo, tocaba la pelota con la eficiencia típica de los
equipos argentinos, pero tampoco mostraba profundidad.
Esto
generó un primer tiempo deslucido,
entreverado, más luchado que jugado, tanto así que solo hubo dos acciones de
peligro, una para cada uno, a lo largo de esos 45´.
La
primera fue para el visitante a los 20´ cuando falla Novick en el área (se notó
su falta de futbol en la mala entrega de varias pelotas) y la bola le queda a
Canuto dentro del área que engancha y saca el remate que contiene Guruceaga
yendo abajo contra la base del palo derecho.
La de
Peñarol fue a los 43´ después de un tiro libre mal ejecutado, Hernández manda
la bola al área, la roza Villalba, despeja mal un zaguero y le vuelve a quedar
al paraguayo que saca el remate al arco y provoca una impresionante atajada del
arquero Lucchetti con una mano, volando abajo contra el palo derecho para
mandar al córner.
Muy
pocas chances para un equipo aurinegro tan necesitado de la victoria. Pero el
segundo tiempo iba a ser radicalmente diferente.
Las
primeras chances son para el aurinegro. A los 4´ el córner desde la derecha, no
alcanza a rechazar la defensa y el remate de Ramón Arias dentro del área rebota
en un zaguero cuando parecía que no llegaba Lucchetti.
Sobre
los 6´ un centro del cebolla Rodríguez desde la izquierda y gana arriba Affonso
que mete el cabezazo que se va por encima del horizontal.
Pero
convierte Atlético Tucumán en la primera que tiene a los 15´. Un pase de
Barbona para Aliendro que se mete como puntero derecho, nadie de Peñarol cierra
la punta y mete el centro, Ramón Arias lo pierde a Menéndez que anticipa solo
en el primer palo para desviar la pelota y superar la defensa de Guruceaga y meterla
contra el palo derecho marcando la apertura.
Todos
los fantasmas volvían sobre el equipo aurinegro. Aun pudo convertir el segundo
el visitante tres minutos después, con un remate desde afuera de Barbona que
rebota y se pierde al córner rozando el palo derecho cuando no llegaba
Guruceaga.
Hasta
ahí ni el más optimista podía pensar lo que vendría. Minuto 21. Tiro libre
desde el ángulo derecho del área que
toma Lucas Hernández, la pelota pega en la barrera y el desvío descoloca a
Lucchetti y hace que la pelota entre contra el palo derecho marcando un empate
muy festejado.
Pero
nadie podía prever que dos minutos después Gastón Rodríguez que había ingresado
por Junior Arias, se iba a mandar un jugadón arrancando desde el medio campo,
supera a dos rivales en velocidad, engancha ante otro y queda frente al arquero
para tocar la pelota por encima de Lucchetti y Affonso le gana a la pierna de
un zaguero para tocar la pelota y meterla contra el palo derecho poniendo un 2
a 1 que nos hizo quedar roncos a todos los hinchas carboneros.
De ahí en
más, Peñarol intentó aguantarlo contra un Tucumán que se fue arriba y por
momentos nos apretó en nuestro campo. Gracias a Guruceaga y algún rebote en los
palos se pudo mantener.
Tuvo
varias opciones para empatarlo el visitante. La primera a los 25´ cuando se va
Leandro González por izquierda, enfrenta a Guruceaga y remata desviado contra
el palo derecho.
La
segunda a los 32´ con un remate desde afuera del área de Leandro González que
baja rápidamente y consigue rechazar Guruceaga hacia un costado.
A los
37´ un impresionante remate desde 40 metros de Luis Rodríguez que hace la comba
buscando el arco y vuela Guruceaga para rozar con una mano para desviar la
pelota que se metía y termina pegando en el ángulo izquierdo. El rebote lo toma
Aliendro que cabecea cruzado y Gurucega consigue atrapar la pelota para cerrar
una doble atajada monumental.
Otra a
los 40´ con una pelota alta al área, domina Leandro González para superar a
Petryk y sacar el remate cruzado y fuerte que supera a Guruceaga y pega en la
base del palo izquierdo cuando estaba vencido nuestro arquero.
La
última fue sobre la hora luego de un entrevero en el área y la pelota le queda
a Aliendro que saca el remate dentro del área que le sale muy al medio y
encuentra el cuerpo de Guruceaga que termina conteniendo el balón.
Ganó Peñarol
un típico partido de copa, luchado, trabado, complicado, cerrado, de los que
tantas y tantas veces le hemos visto ganar al carbonero. Sufrió muchísimo,
sobre todo después de ponerse en ventaja. No se puede decir que haya jugado
bien, pero estos partidos no son para jugar bien, son para ganar y se ganó.
Pero
son esas victorias que siempre nos regaló Peñarol. De atrás, dándolo vuelta a
pesar de jugar mal pero con toda la entrega y la enjundia que siempre le hemos
reclamado a los equipos aurinegros y más aún en esta copa. Esas victorias que
levantan, que dan fuerza e inyección anímica para lo que viene.
El
futuro en la copa sigue muy complicado porque ahora vendrán dos encuentros seguidos
ante Palmeiras, primero de visitante y luego de local. Sería fundamental
obtener una victoria ante el verdao (que siendo el mejor equipo de la serie,
ayer mostró que puede tener un encuentro malo) y habrá que ir afuera a intentar
robar algún punto a Tucumán. Pero para eso Peñarol deberá mejorar y mucho
porque sigue sin ser un equipo que nos de confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario