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domingo, 29 de abril de 2018

Puntos importantes. Peñarol 1 Progreso 0


Peñarol tuvo que jugar bajo condiciones donde no se debió disputar el encuentro. Pero producto de la falta de previsión e incapacidad que han demostrado los dirigentes de futbol de este país, no había fechas disponibles para que se atrase un encuentro. Solo un débil mental puede planear un calendario sin tomar en cuenta que puede haber ocasiones donde no se pueda jugar por el clima y sea necesario contar con fechas libres reservadas para esa eventualidad. Pero es una predica en el desierto en un ámbito donde ya se ha demostrado hasta el hartazgo, la incapacidad, imprevisión y la desidia no avergüenza a los dirigentes.

Peñarol perdió dos jugadores por lesión antes de los 30´ producto del estado imposible de la cancha donde no se debió jugar, pero a los dirigentes les importa un caramelo. Giovanni González y de nuevo Formiliano (si es baja para el miércoles será decisiva como ya quedó demostrado en Paraguay). Que debe hacer Peñarol si estos jugadores no pueden jugar ante Tucumán? Será la AUF la que se va a hacer cargo de la pérdida económica y deportiva si eso acontece?

Ramos aplicó por primera vez la reserva de jugadores en vistas a la importancia del partido del miércoles en Tucumán. Más que mencionar los cambios, resulta más fácil dejar constancia de la formación aurinegra: Dawson, Formiliano y Maldonado en la zaga, Corujo y Rojo al lateral, el medio con el vikingo Novick y Franco Martínez por el centro y Canobbio y Giovanni González por los extremos y Palacios y Fidel en ofensiva.

Toda una incógnita como se desempeñaría esa formación de emergencia en la ocasión, ante un Progreso que dio algunas sorpresas ya en este campeonato. Además teniendo en cuenta la necesidad de ganar para mantener la mínima chance de hacerse con el apertura y también pensando en la anual.

En una cancha en pésimas condiciones sobre todo en el sector izquierdo del ataque mirasol y el área defendida en el primer tiempo, no fue fácil mostrar buen futbol, pero Peñarol arrancó mejor desde el principio.

Abre el marcador a los 12´ con un grosero error del arquero Techera que saca por bajo de su arco y se la deja en el pecho a Novick que abre rápido para la entrada de Fidel Martínez por izquierda, que enfrenta al arquero y define notable poniendo el pie al sacar el remate para que la pelota supere la estirada del arquero y se meta contra el palo izquierdo, para poner la apertura.

Responde Progreso a los 20´ con un córner desde la derecha y gana por arriba Lemmo para meter el cabezazo que se pierde por encima del horizontal.

Un minuto después, la pelota metida para la entrada de Canobbio por izquierda, va hasta el fondo y el arquero Techera lo baja con las piernas en un claro penal que no cobra el árbitro Fuentes perjudicando notoriamente al carbonero.

Sobre los 24´una pelota que va al área gaucha, despeja la defensa y remata desde afuera Franco Martínez rechazando el arquero Techera.

A los 42´ resulta expulsado el zaguero Makuka por doble amonestación bien decretada.

Dos minutos después Fidel Martínez mete un notable pase para la entrada de Palacios por izquierda que saca el remate fuerte y obliga a una impresionante atajada de Fuentes, volando para despejar la pelota.

Pasada la hora hay dos chances para cada uno, a los 47´ se salva el carbonero en la mejor jugada de Progreso. Pelota al área desde la derecha, la baja de pecho Colman y toca atrás para Gottesman que saca el remate fuerte y Dawson se manda flor de atajada, abajo contra el palo izquierdo salvando la valla.

Un minuto después, tiro libre desde la derecha para el carbonero, entra solo Palacios por el segundo palo y saca el remate que supera al arquero y consigue despejar un defensa sobre la línea.

En el segundo tiempo, debió liquidarlo Peñarol teniendo un hombre demás, pero no lo pudo hacer.

Pudo convertirlo a los 17´ y de nuevo el estado de la cancha lo impidió, cuando una jugada por derecha termina con la pelota muerta en un área anegada e impide el remate del jugador aurinegro cuando tenía todo para anotar el tanto.

A los 21´ la más clara de Progreso cuando va hasta el fondo por derecha el ex lateral aurinegro Aconeguy y consigue tocar atrás para Rosso que saca el remate cruzado que se pierde apenas ancho contra la base del palo derecho de Dawson que nada podía hacer.

Corría el minuto 24’ cuando Peñarol dispone de un córner desde la derecha, la pelota cae en el área y la media vuelta de Maldonado se pierde afuera contra el palo derecho.

Una más para el aurinegro a los 29´ con un impresionante cruce de izquierda a derecha de Brian Rodríguez para Piñeiro que toca en velocidad para ganarle a la salida del arquero, pero un zaguero consigue trabar la pelota impidiendo que el joven aurinegro pudiera definir ante un arco vacío.

Dawson comete un error a los 34´ muy parecido al de Techera en el gol aurinegro. La diferencia es que luego Dawson se juega la ropa y gana arrojándose a los pies de Gottesman para subsanar su error.

Tuvo otra Progreso a los 37´ a través de un tiro libre desde el vértice izquierdo del área que remata Gottesman y la pelota pasa apenas arriba del horizontal de Dawson que volaba.

Y sobre los últimos minutos, Peñarol tuvo tres chances clarísimas para marcar el segundo y no lo pudo hacer. La primera a los 43´ cuando Franco Martínez va por izquierda, abre para Palacios que la aguanta para la subida de su compañero y la devuelve bien y Franco enfrenta al arquero y saca el remate que supera a Techera y un zaguero consigue despejar cuando entraba.

La segunda ya pasada la hora con una pelota que gana Palacios por izquierda en la salida rival, toca la medio para Brian que devuelve y Palacios enfrenta al arquero, pero casi sin ángulo decide rematar y se va afuera contra el palo derecho.

La última fue ya 3´ pasada la hora y fue doble. Un notable toque de Brian Rodríguez para que entre solo Palacios por el medio, parecía gol, pero no define bien el salteño y el arquero consigue rechazar con el cuerpo. La jugada sigue y el toque viene para Piñeiro que saca un notable remate que se estrella en el horizontal cuando merecía ser el segundo tanto mirasol.

Ganó Peñarol en un partido bravo, EN UNA CANCHA IMPOSIBLE DONDE NO DEBIÓ JUGARSE y así se hizo por la incapacidad y desidia de los dirigentes de la AUF. Un partido bravo porque Peñarol jugó con un equipo de emergencia con muy pocos titulares y jugadores que no habían jugado juntos. La mala suerte que justamente uno de esos pocos titulares salió sentido y preocupa su posible ausencia para el miércoles en un partido decisivo para poder pasar de fase en la copa.

En lo local, Peñarol mantiene la chance mínima debiendo ganarle a Defensor y esperar un traspié de Nacional en Jardines. Pero aun así no se consiga ese objetivo, son puntos importantes para la tabla anual y esa chance superlativa que siempre da el ganarla.

No solemos destacar a un solo jugador, pero hoy se hace necesario un párrafo aparte para la notable actuación de Marcel Novick. Hacía un montón que no jugaba y hoy fue figura destacada. No solo por su batalla de siempre en el medio, sino porque toda pelota que pasó por él, terminó en los pies de un compañero. Varias veces jugó la pelota con criterio, buscando abrir la cancha y generar opciones para el equipo. No se notó en lo más mínimo el tiempo que hacía que no jugaba. Marcel Novick, el vikingo, todo un símbolo de los jugadores que nos gustan a los hinchas carboneros.


Así estaba hoy el impresentable piso del Nasazzi


sábado, 28 de abril de 2018

Gastón Guelfi. El campeón del siglo.


En el día de hoy se cumplen cien años del nacimiento del contador Gastón Guelfi, presidente del club atlético Peñarol entre 1958 y 1973.

Fue el presidente más joven de la historia carbonera, accediendo al cargo con 39 años de edad y fue el más ganador de toda la historia, verdadero artífice del título de campeón sudamericano del siglo XX, título otorgado a nuestra institución por la FIFA.

Llegó a la presidencia en un momento complicado. Nacional venia consiguiendo el uruguayo en tres temporadas consecutivas y había que cortar esa hegemonía tricolor. Guelfi, contador de profesión, se desempeñaba en la empresa de su familia “Manuel Guelfi y cía” fundada por su abuelo. Proveniente de una familia de inmigrantes genoveses, Guelfi era la personificación de ese ideal de superación de quien se siente parte de su país e indivisiblemente ligado a sus orígenes.

La primera tarea del novel presidente, cortar el ciclo exitoso del tradicional rival, fue cumplida con todo éxito. Peñarol no solo ganó el campeonato uruguayo de 1958 sino que este fue el primer mojón para encadenar una sucesión de triunfos locales que terminó constituyendo el primer quinquenio de oro de la institución con 5 campeonatos consecutivos (1958-1962).

Pero Guelfi tenía una mentalidad mucho más ambiciosa y sobre todo, adelantada a su época. Junto con Washington Cataldi, impulsaron la creación de un campeonato continental de clubes que se transformó en la competencia más importante de Sudamérica y una de las más importantes del mundo.

Tomando como modelo la Copa de campeones de Europa (actual Liga de campeones de la UEFA) que se había comenzado a disputar en 1956, los dirigentes carboneros se dedicaron a la tarea de difundir la idea de una copa similar en Sudamérica. Esta idea terminó cristalizando en 1960 con la disputa de la primera Copa de campeones de América, que hoy se ha transformado en la Copa Libertadores.

Peñarol fue su primer campeón derrotando al Olimpia paraguayo en la final. Un equipo para el cual Guelfi había logrado la contratación de una figura de la talla del delantero ecuatoriano Alberto Spencer, que se transformaría en el mayor goleador de todos tiempos de la Libertadores con 54 tantos, 48 de ellos con Peñarol y 6 con Barcelona de Guayaquil.

Concertada la importancia del torneo con la disputa de la llamada Copa Intercontinental (hoy aggiornada con el nombre de Mundial de Clubes), la disputa con el poderoso Real Madrid, campeón de Europa, dejó en evidencia las enormes diferencias entre Europa y América y el largo camino que aún quedaba por recorrer.

Lejos de amilanarse, el contador Guelfi trabajó con mayor ahínco en torno a la consigna “debemos ser en América, lo que es Real Madrid en Europa”. Bajo ese modelo, construyó el Peñarol campeón del siglo.

Peñarol volvió a ser campeón de la Libertadores y ganó su primer intercontinental en 1961 ante el Benfica de Eusebio. Cinco años después, previa conquista de otra Libertadores, Guelfi se dio el gusto de ver a su Peñarol campeón del mundo derrotando al Real Madrid en Montevideo y en el Bernabeu (que por entonces todavía se llamaba Chamartín).

Aun quedaría la supercopa de campeones de América, ganada por Peñarol en 1969, completando un rosario de triunfos sencillamente impresionante.

Guelfi fue un estratega brillante, un planificador excepcional y gran negociador, a lo que unió un don particular para las relaciones públicas. Aplico una política de buen relacionamiento con las demás instituciones y las autoridades de la AUF y creó la política de “barrer para adentro” donde los problemas de Peñarol se arreglaban en casa sin que llegaran jamás a trascender los muros de la sede. Hombre de palabra y moral intachable, marcó una época en la conducción de nuestra institución.

Nunca quiso ocupar otro cargo (se le ofreció ser Ministro de Economía de la Nación) porque Peñarol siempre fue su prioridad y no quería que nadie pensara que lo usaba como escalón para acceder a una carrera en la política. Nunca desatendió su cargo al que desempeñó con una responsabilidad rayana en el fanatismo, ni siquiera cuando su salud no fue la mejor y paso por más de una operación quirúrgica mientras ocupaba la presidencia e incluso comprometiendo su propio patrimonio personal en respaldo del club.

Literalmente dejó su sangre por Peñarol cuando al término de la semifinal de la Libertadores de 1961 de nuevo ante Olimpia, a los jugadores les tiraban de todo desde la tribuna y Guelfi, que estaba en el palco de autoridades, bajó a la cancha para compartir la suerte de sus jugadores y resultó con una herida importante en la cabeza, causada por un proyectil.

Bajo su presidencia Peñarol conquistó 3 copas Libertadores (1960, 1961 y 1966), dos Intercontinentales (1961 y 1966), la supercopa de Campeones (1969), el primer quinquenio de oro local (1958, 1959, 1960, 1961 y 1962) y agregó 4 uruguayos más (1964, 1965, 1967 y 1968) como para dejar claro que también a nivel local nadie ganó más que él. Bajo su presidencia, Peñarol se mantuvo 9 años invicto ante Nacional (entre 1960 y 1969).

En la madrugada del 24 de enero de 1973, falleció de un infarto fulminante con solo 54 años y a solo tres días de una nueva elección donde era candidato. Apenas horas antes, había concretado la llegada de Fernando Morena, que se convertiría en el mayor goleador de los 126 años de la historia de nuestro club. Como si su historia como presidente necesitara aún más visos de leyenda.

Hoy el estadio de basquetbol de la institución lleva su nombre, así como una de las tribunas del estadio Campeón del siglo, con absoluta justicia con uno de los dirigentes más relevantes de nuestra historia, el verdadero campeón del siglo.

jueves, 26 de abril de 2018

La libertad de luchar. Peñarol 2 Libertad 0


Esta era la semana más importante para el carbonero en lo que va de la temporada y tenía tres objetivos claros: traer puntos desde Paraguay, ganar el clásico y ganarle a Libertad de local. Peñarol falló en los dos primeros y solo le quedaba ganar el encuentro ante Libertad para no quedar ya muy comprometido en su chance de clasificar. Mucho más aun después que Tucumán le ganara a The Strongest de local y de visitante, haciendo necesario que Peñarol ganara todos los puntos acá y se trajera algo de Argentina.

Para eso Ramos, solo hizo un cambio con respecto al equipo del clásico. El regreso del toro Fernández por Fidel Martínez. Sin otros cambios y con una falta de rotación que a ojos vista se nota claramente en los titulares, Peñarol buscaba los tres puntos en el Campeón del Siglo.

Ante un equipo paraguayo que, por característica, suele ser más complicado que de visitante, Peñarol debía superar en un 1.000 % lo expuesto ante Nacional el domingo, donde no generó nada y apenas si tuvo un remate al arco en 90´ (que increíblemente terminó siendo gol).

El primer tiempo no fue vistoso, Peñarol volvió a adolecer de falta de creación y no pudo explotar las bandas como nos tenía acostumbrados. Bajos Canobbio y Maxi Rodríguez, casi sin subir Varela y Lucas Hernández, quedaba todo en manos de lo que pudiera hacer Estoyanoff, el despliegue del cebolla y la lucha del toro Fernández.

La primera es a los 4´ en la mejor jugada de Maxi Rodríguez que va por derecha, no le sale nadie y se va metiendo en diagonal hasta pisar el área y sacar el remate fuerte que despeja Muñoz al córner contra el palo izquierdo.

Tuvo otra a los 18´ con un centro de Estoyanoff desde la derecha y cabecea Canobbio en el segundo palo muy débil y a las manos del arquero Muñoz que contiene sin problemas.

Corría el minuto 30 cuando Peñarol dispone de un tiro libre sobre el vértice izquierdo del área que remata Estoyanoff, fuerte, cruzado y la pelota se pierde apenas afuera contra la base del palo derecho.

Tuvo una clarísima Libertad a los 33´ cuando Dawson sale fuera del área para despejar la pelota, pero se demora, la pierde y le queda a Franco que saca el remate con el arco libre y Arias despeja sobre la línea en notable esfuerzo. Parece que el cachila Arias está predestinado para salvar goles en la línea por que no es la primera vez que lo consigue (de hecho es la tercera, recordar el clásico y la primer final contra Defensor en la temporada pasada).

El tanto aurinegro llega a los 42´ con una pelota larga del cebolla para Estoyanoff por izquierda que entra en velocidad al área y lo baja Muñoz en un penal tan claro como innecesario porque la pelota se iba afuera. Remate del cebolla, fuerte, contra el palo izquierdo de Muñoz que se tira bien pero no puede siquiera tocar la pelota.

Peñarol 1 a 0 y final del primer tiempo y la perspectiva de una segunda parte donde Peñarol iba a tener que transpirar mucho para mantener la ventaja.

EL segundo tiempo pudo resolverse al minuto de iniciado porque Peñarol dispuso de una chance inmejorable para marcar el segundo que diera tranquilidad. Centro desde la derecha del lolo Estoyanoff y cabezazo perfecto del toro Fernández para que la pelota supere el intento de Muñoz pero se estrella en el travesaño.

Libertad tenía la pelota y la manejaba mejor y Peñarol se fue replegando cada vez más sobre su arco, ayudado por los cambios de Ramos y permitía que el rival se animara a irse en ofensiva.

Sobre los 13´ un centro al área aurinegra, despeja la defensa y Cardozo de media vuelta desde la medialuna saca un fuerte remate que contiene Dawson en dos tiempos sobre el medio del arco.

Peñarol tiene una chance sobre los 29´ con un córner desde la derecha de Corujo y cabecea Formiliano pero demasiado débil y Muñoz contiene sin problemas.

En el minuto 32´ una contra rápida de Libertad desde su campo y el centro pasado desde la derecha que cabecea Baez y Dawson vuela para mandar la pelota al córner por encima del horizontal.

A los 44´ un remate de Giovanni González desde afuera del área que contiene Muñoz contra su palo derecho.

Y cuando se iba el partido, Arias recupera la pelota en su campo, la manda a la izquierda para Giovanni González, toca al medio para Lucas Hernández que manda más al medio de nuevo para Gio que consigue puntearla antes que el zaguero y Palacios de zurda la clava contra el palo derecho de Muñoz que vuela pero no llega.

Peñarol pegó en dos momentos claves, marcando tantos en el cierre de ambos tiempos para llevarse un partido donde la victoria era innegociable. Una victoria que nos deja vivos y dependiendo de nosotros mismos. Habrá que ir a buscar al menos un punto a Tucumán para cerrar en casa ante The Strongest, pero en medio estará Progreso el domingo por el uruguayo. Todo eso con un equipo que termina fundido los partidos producto de lo que debe esforzarse para cerrarlos.

Peñarol ganó y consiguió la libertad de depender de sí mismo en la copa.