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miércoles, 28 de octubre de 2020

Los goles que erra Peñarol

 

Peñarol ha hecho todo lo posible por quedar eliminado de las copas internacionales desde hace muchos años, lo sabemos todos. Nuestros dirigentes han hecho todo mal desde las políticas de contrataciones de jugadores y técnicos hasta las políticas ante la Conmebol, también es sabido. También la mala suerte nos ha tomado especial cariño por lo menos en las últimas tres eliminaciones de la Libertadores.

Hoy Peñarol comenzaba a jugar el pobre consuelo de la Copa Sudamericana y de nuevo se han hecho las cosas mal. Porque nuestros dirigentes otra vez se dejaron estar para reforzar el equipo en lugares donde no se necesita ser un experto para darse cuenta que el plantel lo requiere. Pero además, de nuevo nos acompañó la mala suerte porque nos tocó el rival más difícil posible.

Un Vélez Sarfield que tiene un plantel bastante más completo que el nuestro. Con jugadores de la talla de Gago, Mancuso, Álvarez, Centurión, el peruano Abram que es de la selección de su país y el arquero de la selección ecuatoriana Domínguez. Ante ese Vélez, jugaba hoy Peñarol en el Amalfitani por el partido de ida. Que Peñarol tuviera más rodaje que el rival no aseguraba nada, como no nos aseguró cuando enfrentamos a Colo Colo en Chile.

Saralegui, que no pudo estar en la cancha por suspensión se inclinó por dos cambios, las entradas del “cebolla” Rodríguez y Britos en lugar de Gargano y el canario Álvarez.

Desde el principio se vieron las clásicas diferencias entre el futbol de toque y posesión típico de los equipos argentinos contra el juego retrasado y vertical de los uruguayos.

Peñarol tuvo una clarísima para convertir a los 3´ cuando Britos recupera una pelota por izquierda, va hasta el fondo y toca atrás en el área para Terans que define mal y manda la pelota afuera contra el pelo derecho cuando tenía todo para poner en ventaja al carbonero. Los goles que erra Peñarol y después le cuestan tanto.

Responde Vélez un minuto después. Una jugada por izquierda donde le hacen falta a Giovanni González que no cobra el árbitro paraguayo (al que le costó una enormidad cobrar algo a favor de Peñarol el toque atrás y el remate del chileno Galdames (otro habitual en la selección de su país) dentro del área que obliga a una notable atajada de Dawson mandando al córner con una mano tirándose abajo contra el palo izquierdo.

De ese córner rechaza la defensa y Bouzat el que saca el remate a la puerta del área que se va por encima del horizontal.

Otra para el local a los 11´ cuando Piquerez pierde una pelota por izquierda, la tocan al medio y otra vez Bouzat saca el remate que se pierde afuera contra el palo derecho.

Después de esos minutos de zozobra, mejora Peñarol que tiene algunas chances para convertir.

Una a los 22´ con un ataque por el medio, la apertura a la derecha para el remate de Britos desde afuera del área para que contenga bien el arquero Domínguez.

De nuevo a los 25´ con un centro desde la izquierda de Piquerez y el anticipo de Terans en el primer palo y su remate pega en la base del vertical derecho cuando estaba vencido Domínguez. Otra vez los goles increíbles que erra Peñarol.

Una más a los 30´con otro centro de Piquerez desde la izquierda, falla la defensa y el remate de Urretaviscaya que se va afuera por encima del horizontal.

El primer tiempo se fue 0 a 0 con un Peñarol que no sufrió demasiado y en cambio, tuvo al menos dos chances clarísimas para convertir, pero como suele suceder con este equipo, las desperdició.

El segundo tiempo se presentó de la misma forma. Con Vélez teniendo la iniciativa y Peñarol bien plantado esperando sus chances. Y las tuvo, pero de nuevo no las aprovechó.

La primera fue a los 5´ con un toque de Piquerez desde la izquierda y el remate de Urretaviscaya por encima del horizontal.

Dos minutos después, otro gol increíble que erra el carbonero. Un centro de Urreta desde la izquierda, toca en el segundo palo Terans y la pelota vuelve a pegar en el palo derecho cuando Domínguez no ensayaba defensa. En el rebote el remate de Trindade la manda por encima del horizontal.

Sobre los 11´ un toque de Piquerez para Terans que saca el remate de media vuelta que contiene sin problemas Domínguez.

De nuevo, como en el primer tiempo, Peñarol tuvo esos minutos donde dominó el juego, pero no pudo convertir. Después Peñarol se cansó, Vélez hizo cambios (entraron Álvarez y Centurión), mientras que Ruben Paz (que dirigía por Saralegui) recién los hizo faltando 5´ y como era lógico, fue Vélez el que tuvo la iniciativa.

Tuvo dos claras para convertir el local. La primera a los 25´. Un tiro libre desde la derecha, pasado al segundo palo y por detrás de todos entra el peruano Abram que toca la pelota y pega en el palo derecho.

La otra ya pasada la hora y por la misma vía. Tiro libre desde la derecha, cabezazo en medio del área y una notable atajada de Dawson rechazando con las dos manos.

Peñarol perdió una buena oportunidad de ganar este encuentro, convertir algún gol de visitante y llegar con esa ventaja al partido de vuelta. Una vez más, los goles que erra Peñarol se lo impidieron. Ahora deberá ganar, por cualquier marcador para conseguir la clasificación a la ronda siguiente y para eso, deberá convertir algunas de esas ocasiones que suele desperdiciar.

Pero antes, tendrá un partido dificilísimo ante Defensor en el Franzini el domingo por el Intermedio.

miércoles, 21 de octubre de 2020

No alcanzó. Peñarol 3 Athletico Paranense 2

 

Diciendo que Peñarol debe ganar es como habitualmente comenzamos las crónicas de los encuentros del carbonero en este espacio. Pero hoy esa máxima adquiría ribetes trascendentales. Porque de ganar hoy dependía el resultado del semestre (deportivo y económico). Porque solo ganando, Peñarol tenía chances de acceder a la siguiente fase de la copa Libertadores después de 9 años sin conseguir este objetivo. Pero ni siquiera el triunfo garantizaba la obtención de ese objetivo. Porque además era necesario que Jorge Wilstermann no ganara en Chile.

Y la parada no era nada fácil, porque era ante un equipo brasileño y desde que se inauguró el CDS no se le había podido ganar a ninguno por las diferentes copas. Derrotas ante Palmeiras, ante este mismo Paranaense y ante Fluminense y un empate ante Flamengo.

Saralegui, ahora si colocó al equipo titular luego de la inexplicable decisión de jugar con suplentes ante River.

En Paranaense apenas dos titulares habituales eran de la partida desde el inicio: el arquero Santos y el mediocampista Erick. Porque los brasileños están peleando el descenso en el brasileirão (lo mismo que hace dos años cuando nos golearon en el CDS) y reservaron a su mejor equipo que se quedó en Brasil. Sin embargo, tiene buenos jugadores, como el argentino González y Nikão (que fueron figuras aquella noche).

Como en varios partidos de esta Libertadores, la cosa empezó bien para el carbonero que ya al minuto pudo convertir. Una pelora cruzada de Torres de derecha a izquierda, toca de cabeza Álvarez para Terans dentro del área que saca el remate y el arquero Santos rechaza al córner con el pecho.

A los 2´el gol. Centro de la izquierda de Terans, toca Formiliano en el primer palo para descolocar al arquero, recoge en el segundo palo Kagelmacher que toca atrás y Álvarez intenta rematar, pero le sale un pase para Formiliano que toca con el arco vacío. 1 a 0 y con dos minutos de juego Peñarol estaba obteniendo lo que necesitaba.

Pero a Peñarol le hizo mal anotar tan rápido, porque se echó atrás y le dejó el campo y la pelota a Paranaense apostando a un contragolpe. Y tendría chances, pero como tantas veces durante esta temporada, no las iba a aprovechar.

Debió aumentar el carbonero a los 21´luego de un centro desde la izquierda de Piquerez y entra solo por el segundo palo Urretaviscaya y le entra mal, muy de abajo y la pelota se va lejos por encima del horizontal.

La primera de la visita es a los 22´ con un centro desde la derecha y el cabezazo de Bissoli que se pierda apenas afuera contra el palo derecho de Dawson.

A los 27 pudo ser para el carbonero. Una pelota que recupera Álvarez por izqueirda, se va hacia el área contra tres y la pelota le rebota para quedarle a Terans que saca el remate y el arquero Santos la manda al córner contra el palo derecho.

Parananense, que casi no había llegado toma una pelota por izquierda por Fabinho, mete el centro pasado, la pelota supera a Formiliano y entra por atrás Nikão que domina y toca al medio para el argentino González que se anticipa a Formiliano y toca contra el arco vacío. 1 a 1.

Un minuto después, otra vez Fabinho por izquierda, se mete hacia el medio y saca el remate desde la medialuna que se pierde por encima del horizontal.

Peñarol pudo conquistar el segundo a los 40´ con un ataque por el medio, intenta Álvarez y la pelota le queda a Torres que engancha dentro del área y saca el remate y el aquero Santos se arroja con una mano para despejar contra la base del palo derecho en impresionante atajada.

Y lo peor para el final, sobre los 45´ centro al área desde la derecha, despeja Gargano pero corto y al medio y le queda a Richard que saca el zapatazo que supera la volada de Dawson y se clava contra el palo derecho. 2 a 1 Paranaense. Injusto pero real y otra vez a Peñarol le daban vuelta un partido en esta Libertadores, como en Chile y en Bolivia.

La primera jugada del segundo tiempo mostró a lo que se iba a exponer el aurinegro desesperado por conseguir los goles. Fue a los 3´ a través de un contraataque con una pelota que manda al área para Nikão que remata apenas afuera contra el palo derecho.

Peñarol se iba hacia arriba como corresponde a su historia, pero se exponía al contragolpe. El aurinegro ponía al rival en su campo y generó una serie de chances para convertir.

La primera a los 14´ por Álvarez que recibe un pase largo y se mete por el medio del área y saca el remate que se pierde afuera contra el palo derecho.

Un minuto después una clarísima cuando Álvarez apura al arquero, la pelota le rebota, la toma Torres que consigue tocar al medio cuando lo bajan y Urretaviscaya define mal, pegándole muy de abajo y la manda por encima del horizontal cuando tenía el arco libre. Otro de esos goles increíbles que erra Peñarol.

De nuevo un minuto más tarde, a los 16´ con un remate de Terans y el arquero tiene que hacer un enorme esfuerzo para atrapar la pelota cuando se le metía por encima.

A los 19´córner desde la derecha, cabezazo de Formiliano y entra por el segundo palo Kagelmacher para reventar la pelota de un zapatazo y clavarla contra el palo derecho de Santos. Peñarol empataba y seguía con vida.

Tuvo otra para pasar de largo dos minutos después con una pelota que es enviada larga por izquierda para Piquerez que desde el fondo del campo manda el centro pasado y recibe solo por el segundo palo Álvarez, pero nuevamente define mal y manda la pelota por encima del horizontal. Otro gol errado con arco libre.

Finalmente, a los 36´ pase largo de Urreta para Giovanni que va hasta el fondo, saca el centro perfecto y Britos (que había entrado por Álvarez) salta por el medio y mete el cabezazo de pique al suelo que supera a Santos y marca el 3 a 2.

En Chile empataban 0 a 0 y Peñarol clasificaba.

La última fue para la visita a los 37´ con un tiro libre desde la derecha, el centro al área y el remate de Carlos Eduardo que se va por encima del horizontal.

Pero faltando dos minutos llegan las noticias que no queríamos: gol de Wilstermann y todo el esfuerzo no servía para nada.

Peñarol dio todo y ganó como debe ganar un equipo aurinegro, pero otra vez no alcanzó. La clasificación no se perdió hoy. Se perdió en Chile cuando nos dejamos ganar por un Colo Colo sin alma. Se perdió en Brasil donde perdimos con un Paranaense a quien no le pateamos al arco en todo el partido. Se perdió en Bolivia, donde empezamos ganando y no lo supimos mantener.

Peñarol quedó una vez más fuera de los octavos de final de la copa Libertadores y es el resultado de un desastre anunciado, porque se ha hecho todo mal. Para peor, muchos que se dicen hinchas de Peñarol, querían que el equipo no clasificara. Lo hemos leído en páginas y foros partidarios durante toda la jornada de hoy. Según estos, la eliminación dejaría mal parada a esta dirigencia de cara a las elecciones de diciembre.

Un razonamiento que no solo es pobre, sino que peca de ingenuo. Ya quedó demostrado que esta dirigencia no siente vergüenza de nada. No siente vergüenza de haber desguazado el equipo el año pasado y haber regalado el tricampeonato. No siente vergüenza de haber designado un entrenador sin experiencia como Forlán que vino a aprender a Peñarol. No siente vergüenza de haber armado tan mal el plantel y dejarnos con este equipo mediocre. No siente vergüenza de haber designado a un técnico que ya había fracasado en nuestra institución. No siente vergüenza de no haber trabajado para reforzar este equipo, sabiendo las carencias que tenía y que se disponía solamente de 3 días para hacer contrataciones, so pena de no poder incorporar hasta terminado el campeonato uruguayo.

A esos que hoy querían que Peñarol quedara eliminado, desde este espacio les negamos el reconocimiento como hinchas de Peñarol. Quienes desean al mal del club para que se modifiquen situaciones que no les gustan, no merecen ser llamados hinchas. Peñarol es un bien incorpóreo que está por encima de sus dirigentes, de sus jugadores, de sus técnicos y hasta de sus hinchas. Nunca nos afiliaremos a esa opinión de desear el mal del club para “que las cosas mejoren”. Como hinchas y socios Peñarol, tenemos el deber, la responsabilidad y el derecho de ejercer nuestro voto para cambiar aquellas situaciones que le hacen mal a la institución. Jamás admitiremos como válida la opción de hacerle mal al club, la denunciamos y la combativos con vehemencia.

Esos estarán contentos hoy, hasta habrán festejado el gol de los bolivianos y eso no es de carboneros bien nacidos. Creerán que de esta forma las cosas se arreglarán solas. El socio tendrá que ser sabio para identificar a estos personajes y a los candidatos que apoyan. En cuanto a los dirigentes, grandes responsables de este cúmulo de fracasos, es hora que hagan un mea culpa y cedan su lugar a alguien más capaz para dirigirnos.

Peñarol necesita sangre nueva y dejar de lado un modelo perimido que sigue los lineamientos de la política que rige a Peñarol hace 30 años.

sábado, 17 de octubre de 2020

Saralegui no aprendió nada, los dirigentes tampoco.

Saralegui no aprendió nada de la lección que le dio Torque el pasado 12 de setiembre cuando aprovechó que el técnico salió a jugar con un equipo suplente, para quitarnos dos puntos. Hoy River nos quitó los tres. Porque Saralegui cometió el mismo error (y cuando no se aprende de los errores, pasar a ser necedad el volver al cometerlos), salió a la cancha con un equipo suplente para el primer tiempo y River nos hizo dos goles y nos pudo hacer alguno más. El argumento del técnico es que el martes Peñarol juega un partido decisivo ante Athletico Paranaense y es verdad. Es un partido trascendental (en lo deportivo y en lo económico) para lo que resta de la temporada. Pero, así como en aquella ocasión tal estrategia no sirvió para nada (perdimos ante un pobrísimo Colo Colo), nada nos asegura que el martes le vayamos a ganar al equipo brasileño que es bastante mejor que el chileno.

El equipo titular de Peñarol es mediocre (y ahora mucho más sin Pellistri), naturalmente, el equipo suplente es inferior y hoy quedó demostrado en la cancha.

Tampoco aprendieron nada los dirigentes que en la temporada pasada dejaron ir a jugadores importantes sin traer los reemplazos que el equipo necesitaba. Ahora volvieron a hacer lo mismo. Ya no tenemos a Pellistri y para suplirlo vinieron nadie y ninguno. Y esto se agrava cuando todos sabemos lo mal armado que está este plantel, responsabilidad de estos mismos dirigentes y de su apuesta delirante de concederle la dirección técnica a un inexperiente Diego Forlán.

Peñarol salió a la cancha con Cardozo en el arco, línea de fondo con Acosta, Hernández, Abascal y Pintos. En el medio De Los Santos, Álvarez Wallace, Vadocz y Lewis y arriba Britos y Núñez. Y Peñarol no jugó a nada, fue completamente dominado por River, que presionó arriba y creo chances claras para convertir mientras el aurinegro no remató ni una vez al arco.

Hasta que la primera fue para el aurinegro a los 2´ con un córner desde la derecha y el cabezazo de Britos en el primer palo que se va afuera contra el vertical izquierdo.

River debió marcar a los 15´ luego de un centro al área desde la derecha, no corta nadie en la defensa mirasol y la pelota cae en el medio donde entra solo Arezo que define mal y manda la pelota afuera contra el palo derecho cuando tenía todo el arco a disposición para convertir.

River perdonó una vez, pero no dos. A los 18´ una pelota jugada en alto por el medio, la peina un jugador de River y era pelota tranquila para Abascal que insólitamente se enreda una pierna con la otra y deja que la pelota lo supere para que entre solo Neris, enfrente la salida del arquero y se la toque por encima del cuerpo para meterla en el arco. 1 a 0 River luego de una falla inadmisible para un jugador profesional como se supone que es Abascal. Seguimos sin entender como este terrorífico defensor llegó a ponerse un día la camiseta de Peñarol.

Tuvo otra el darsenero a los 29´ cuando mandan una pelota por izquierda para Arezo que domina, engancha hacia el medio para sacarse la marca de Herrera y remata al arco para que contenga bien Cardozo, parado en medio de su arco.

El segundo llega a los 36´ con otra jugada por derecha con pase profundo al área para que entre Neris a espalda de una defensa que no marcó a nadie y de media vuelta, saque el remate cruzado que Cardozo alcanza a rozar en su esfuerzo defensivo, pero no puede evitar que se meta contra la base del palo derecho. 2 a 0 River casi sin transpirar la camiseta.

Para empeorar las cosas, dos minutos después se va expulsado Núñez por segunda amarilla en una decisión exagerada el árbitro Álvarez. Pero claro, es fácil expulsar a un juvenil para hacerse el respetable. No sería el único error de este mediocre árbitro.

Peñarol se fue al vestuario sin haber pateado al arco.

Para el segundo tiempo, Saralegui mete el manotazo de ahogado mandando 4 de los titulares a la cancha en un solo cambio. Entraron el “cebolla” Rodríguez, Giovanni González, Urretaviscaya y Trindade. Tarde Mario, muy tarde. El equipo ya perdía dos a cero y tenía uno menos.

Pero siguió siendo todo de River, porque Peñarol no tuvo una idea dentro de la cancha, se limitó a mandar pelotazos largos y apostar a una segunda pelota para aprovechar a tomar mal parada a la retaguardia darsenera. Es inadmisible que un equipo de Peñarol no tenga otro argumento que ese.

Incluso River siguió teniendo chances claras para convertir, como a los 13´ cuando un centro al área desde la derecha cruza por delante del arco y supera a dos delanteros que por poco no consiguen tocar ese balón para meterlo en el arco.

Peñarol descuenta sobre los 20´ cuando la verdad, ese descuento no se veía por ningún lado. Un centro desde la izquierda de Pintos y Britos se lanza en palomita para cabecear la pelota y meterla cruzada contra el palo izquierdo del arquero Olveira.

Y ese empaté hizo que creciera Peñarol y también lo sintió River. El aurinegro comenzó a rondar más el área darsenera y debió empatar a los 22´ cuando una jugada por derecha termina con un pase profundo para Giovanni González que ingresa al área y cuando ya había pasado la pelota, lo bajan claramente dentro del área. El árbitro Álvarez, tan riguroso para expulsar a Núñez; no cobró nada.

Fue lo último de Peñarol que, de ahí en más, fue y fue sobre el área darsenera, pero equivocó siempre el procedimiento. Fueron pelotazos y pelotazos, ni una jugada colectiva, una triangulación, ni siquiera alguna inspiración individual y el equipo fue agonizando lentamente con el paso de los minutos.

En cambio, River pudo hasta marcar un tercer tanto cuando dispuso de una chance clarísima a los 25´cuando va solo Calzada por el medio (otra vez la defensa mirasol ausente) y cuando enfrenta al arquero, define mal mandando la pelota afuera contra el palo izquierdo.

De ahí en más, Peñarol se repitió en pelotazos que la defensa se aburrió de devolver desde el fondo mientras River hizo todo el tiempo que pudo cada vez que tuvo la pelota, haciendo que corriera mientras se desgastaban los jugadores mirasoles que eran uno menos en la cancha.

Peñarol empieza este insufrible torneo intermedio que los dirigentes se empeñan neciamente en mantener, de la misma forma que terminó el Apertura: jugando muy mal y resignando cada vez más puntos en la tabla anual. Peñarol ha cosechado apenas el 50% de los puntos que disputó en el año (24 de 48) una verdadera vergüenza para un equipo mirasol.

Pero el técnico no aprendió nada y los dirigentes tampoco. Al menos esperemos ganar el martes y cosechar ese importante dinero que implica clasificar a la siguiente fase de la Libertadores, porque seguirla disputando es algo que no merece este equipo mediocre que nos han dejado estos directivos.

Es evidente todo lo que le falta a este equipo. Lo vé todo el mundo, menos nuestros dirigentes que no contrataron a nadie. Que el período de pases sea un mamarracho propio de los ineptos que dirigen el futbol uruguayo no es excusa. Se sabía hace mucho y los dirigentes hace meses que deberían estar trabajando para reforzar este equipo. Evidentemente no lo han hecho, porque seguramente están más preocupados en qué cargos pueden facturar en las próximas elecciones de diciembre. Esperemos que los socios tengamos memoria y votemos para cambiar esto.