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martes, 16 de junio de 2020

John Harley, el "inventor" del fútbol uruguayo



Hace un par de notas atrás contábamos la historia de Leonard Crossley el arquero que le enseño a atajar a los guardametas de este país. Hoy nos referiremos a quien hizo lo mismo por los jugadores de campo, quien les enseñó el juego y fue determinante en la formación del estilo característico del fútbol uruguayo. Nos referimos al escocés John Harley.

Harley nació en Glasgow el 5 de marzo de 1886. De profesión dibujante, fue empleado de la compañía del ferrocarril que lo destinó a un puesto en Argentina a donde llegó en 1906. Primero trabajó en el ferrocarril de Bahía Blanca, posteriormente en el de Rosario, hasta recalar en Buenos Aires. Allí, Harley combinaba su trabajo profesional con su pasión por la pelota, enrolándose en Ferro Carril Oeste. En el equipo de Caballito fue compañero de varios ex defensores aurinegros que habían recalado en la vecina orilla como ser los casos de Eugenio Mañana, Pedro Zibechi y Aniceto Camacho (autor de los dos primeros goles clásicos de la historia para vencer a Nacional en el Parque Central el 15 de junio de 1900)

Defendiendo a Ferro, tuvo su primer contacto con Peñarol a través de un encuentro amistoso disputado en Caballito el 12 de octubre de 1808. A pesar de la holgada victoria aurinegra por 4 a 0, Harley deslumbró con su juego al punto de llamar la atención del maestro José Piendibene que al término del encuentro sugirió que invitaran al escocés a jugar en Peñarol.

La revancha fue el 25 de octubre en Montevideo y a pesar de que Peñarol volvió a vencer (esta vez apenas 1 a 0), Harley volvió a ser la figura del campo, lo que terminó de convencer a los dirigentes aurinegros de lo acertado de la propuesta de Piendibene de gestionar la llegada del escocés.

Este "pase" se resolvió sin mayores trámites que un contacto entre directivos de las empresas ferroviarias (ambas inglesas) y Harley desembarcó en Montevideo en 1909 con la idea de quedarse "unos meses" para trabajar en el ferrocarril central del Uruguay y jugar en Peñarol.

Desde su llegada llamó la atención por su juego diferente. Siendo un mediocampista que no destacaba particularmente por su complexión física, tenía un notable sentido de la ubicación que le permitía quitar la pelota a rivales mucho mas corpulentos sin necesidad de acciones violentas. Pero su gran sello distintivo estaba en jugar siempre la pelota a ras del piso y al pie del compañero con pases precisos, evitando el tan clásico "pelotazo" de los primeros tiempos del fútbol uruguayo. Siendo de baja estatura aportaba sin embargo un preciso remate de cabeza que le permitía tanto despejar envíos peligrosos de la ofensiva rival como generar chances de convertir para el equipo propio.

En Peñarol coincidió con otros maestros. Por un lado con la exquisita técnica de Crossley que atrapaba la pelota en lugar de rechazarla y salía siempre jugando con la mano en pase seguro para que sus compañeros iniciaran la jugada de ataque.Por otra parte con la depurada habilidad del maestro Piendibene primer gran exquisito del fútbol uruguayo. A ellos se sumaba Juan Pena, extraordinario delantero de los primeros años carboneros. Juntos formaron el legendario equipo aurinegro que se conoció como "los maestros del once".

Junto con ellos formó la base del estilo del fútbol uruguayo que asombró al mundo con su mezcla de coraje y calidad arrasando con los títulos internacionales en esas primeras décadas. Con ese estilo, mas escocés que inglés (que jugaba al pelotazo al área para los delanteros altos y chocadores) Uruguay fue el primer bi-campeon de América (1916 y 1917) sumando también los títulos de 1920, 1923, 1924, 1926 y 1935, ganó dos medallas de oro olímpicas (1924 y 1928) y el primer mundial de fútbol (1930). Había nacido "el cortita y al pie" característico del fútbol uruguayo.

Su caballerosidad deportiva dentro del campo queda de manifiesto en un episodio sucedido en 1913. Peñarol caía ante Central por 2 a 1 y el árbitro sanciona un penal a favor del aurinegro. Lo remata Harley que, consciente de que no había sido falta, deliberadamente envía el balón afuera. Un gesto impensable en el mundo de hoy.

Harley jugó en Peñarol hasta 1920, totalizando 13 temporadas (10 de ellas como capitán del equipo). Fue campeón uruguayo con Peñarol en 1911 y 1918 ademas de obtener la Copa de Honor en 1909, 1911 y 1916. Jugó también en la selección uruguaya con destacada participación. Luego de su retiro, fue técnico aurinegro en el año 1942 y de la propia selección uruguaya.

El 19 de junio de 1951 se disputó un encuentro en su homenaje en el Estadio Centenario al que acudieron 45.000 espectadores. El escocés que había llegado "por unos meses" a Montevideo para jugar en Peñarol, no se fue nunca mas y falleció en nuestra ciudad el 16 de mayo de 1960.

John Harley otro de los grandes maestros de la historia carbonera cuyo recuerdo permanece vivo hoy, 100 años después de su retiro. Otro de los héroes que forjaron en oro y carbón la historia del Campeón del siglo XX.