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lunes, 18 de mayo de 2020

La vida por Peñarol. José Carlos Domínguez


En la tarde de ayer Peñarol perdió uno de sus grandes baluartes. En este caso no se trata de un aguerrido defensor, de un goleador implacable, de un centrocampista habilidoso o de un arquero imbatible. 

Falleció José Carlos Domínguez, historiador, escritor, periodista, dirigente aurinegro, que fue fiel a su conocido eslogan, dio "la vida por Peñarol" como rezaba su presentación en un recordado programa deportivo de nuestra televisión allá por los años 90.

Dueño de una pluma exquisita a la hora de escribir sobre su Peñarol, orador versado a la hora de debatir y exaltar a su carbonero querido, dirigente que supo capear con el peor de los temporales cuando toda la prensa se puso en contra buscando que Peñarol no alcanzara su segundo quinquenio uruguayo.

Tuvimos el enorme honor de conocerlo personalmente a principio de la década del 90 y comprobamos que llevaba en su vida privada lo que predicaba en la pública: la defensa apasionada y justa de su Peñarol. Solía decir que "para un peñarolense no hay mejor que otro peñarolense" y sobre esa máxima ajustó su vida y su comportamiento.

Muy recordado por su participación en aquel programa de Tv que era un clásico del mediodía donde debatía (y generalmente hacia enojar) a su contrincante tricolor con referencias "al vecino" al "pollito" y siempre con una palabra de cariño para los "peñarolitos y peñarolitas" como llamaba a todos los niños hinchas de Peñarol. Debatiendo siempre con altura y con una caballerosidad a toda prueba, sin alzar nunca la voz y con una eterna sonrisa en sus labios, pulverizaba a cualquier rival.

Durante décadas editó la revista "La voz de Peñarol" y condujo el programa de radio "La voz peñarolense" que continuaba emitiéndose hasta la actualidad. Desde esas páginas y ese micrófono fue un defensor incansable y siempre bien documentado, de los intereses de la institución. Conocía la historia de Peñarol como pocos y la defendía a capa y espada contra todos los trasnochados que pretenden interpretarla a su conveniencia.

Fue el encargado de ser el orador en la ceremonia de celebración de los 100 años de Peñarol en 1991 y desde esa tribuna nos hizo inflamar el corazón y emocionar el alma con sus palabras de amor y devoción a nuestra enseña.

Supo ser dirigente y entre otros cargos, ocupó la secretaria general del club en el tumultuso período final del quinquenio cuando su programa era el único donde la voz del club podía expresarse cuando toda la prensa le hizo el boicot a la institución buscando desestabilizarla e impedir ese logro deportivo.

Era fundador del grupo partidario que llevaba el nombre de su mentor, otro gran defensor aurinegro desde fuera de las lineas del campo: Carlos Balsán.

En la actualidad se desempeñaba como presidente de la comisión administradora del museo del club instalado en nuestra sede. Nada mas adecuado a su capacidad.

En la noche de ayer, a los 74 años, un infarto fulminante nos privó de su presencia. Hemos perdido un gran conocedor de la historia de Peñarol, un escritor exquisito, un orador formidable, un defensor inclaudicable pero sobre todas las cosas hemos perdido un gran peñarolense.

Para recordarlo seguiremos la filosofía que Él nos enseñó con sus propias palabras.

"PEÑAROL NO ES COSA DE VIDA O MUERTE, ES MUCHO MAS QUE ESO".

Que descanse en paz y desde donde esté, se emocione con cada gol y cada conquista como nos enseñó a disfrutar a todos los manyas.