Llegadas
estas fechas se impone un balance que no es en este caso el de una temporada
entera sino el de media, pero que, de todos modos es bueno realizar ahora.
Hace
apenas seis meses escribíamos desde estas mismas páginas para dar cuenta de lo
que había sido un temporada francamente mala (http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com/2012/06/el-balance-de-una-temporada-deficitaria.html). Seis meses después han mejorado mucho las cosas.
Desde
el inicio, la planificación y las decisiones se tomaron en virtud de lo que
necesitaba Peñarol. Se comenzó a entrenar antes que todos, se cerraron temprano
los principales contratos y se apuntó a reforzar aquellas zonas que tantos
problemas nos habían traído.
Gracias
a esa preparación temprana, Peñarol se mostró físicamente impecable y eso pesó
en el balance de muchos partidos donde el aurinegro llegó con mucho más resto
que los rivales a los últimos minutos. También fue notable la mejora para
algunos jugadores que la temporada anterior no pudieron hacer toda la
pretemporada (caso Zalayeta)
Cabe
destacar también las buenas negociaciones llevadas a cabo por nuestros
dirigentes que propiciaron la firma de contratos en condiciones mucho más
favorables para el club que las que se venían logrando en los últimos tiempos
(caso Juan Manuel Olivera por ej).
Y aun
así todo empezó muy mal. En 35 años que hace que voy a ver a Peñarol, no
recuerdo un arranque de campeonato con tantas dificultades como éste. La lesión
de Pacheco, que nos mató dentro y fuera de la cancha y tanto nos pegó que
perdimos un partido que estábamos dominando claramente. La lesión de
Estoyanoff, que no pudo estar en los primeros encuentros. La expulsión de dos
jugadores en el segundo partido con River, que nos dejó con 9 hombres en el
primer tiempo.
De esta
manera se consiguió apenas un punto de los primeros seis y parecía que nos
despedíamos temprano de este campeonato. Pero este conjunto aurinegro sacó esa
mística que tantos nos gusta a los hinchas carboneros y que ha caracterizado
siempre a nuestros equipos, permitiéndole sobreponerse a las circunstancias más
adversas.
Desde
ahí no perdió más, apenas empató dos partidos y ganó todos los restantes
quedando con luz sobre los rivales y obteniendo el torneo en forma anticipada.
En lo
futbolístico superó los grandes problemas de la temporada anterior.
Mejoró desde el arco, donde todavía queda mucho por hacer, pero mostró otra seguridad que ni Gelpi ni Carini pudieron darnos la temporada pasada. Bologna no empezó bien, pero terminó mucho más sólido y tiene condiciones y crédito para mostrarse aún mejor de aquí en màs.
En defensa,
solucionó la cantidad de goles de cabeza que recibía, con un mejor desempeño
defensivo pero también con la solidaridad de delanteros como Zalayeta y Olivera
que bajaron permanentemente a defender las jugadas de pelota quieta. Mejoró la
zaga con el pasaje de Darío como zaguero y mejoro el lateral con la entrada de
Ragusso. Valdez jugó mucho mejor y no estuvo tan complicado con las lesiones, fruto casi seguro de la buena pretemporada.
En
ataque, fue mucho más contundente, convirtiendo un porcentaje mucho más razonable
de las oportunidades generadas. Claro, tuvo otro peso arriba con Olivera, con
un mejor desempeño de Estoyanoff, con un Zalayeta mucho más fino físicamente y
el aporte de un Zambrana que estaba pié y medio afuera antes de empezar este
campeonato.
Pero
además Da Silva se animó a jugar con 4 atacantes y medio (sumo a Grossmüller en
esa cuenta) frente a TODOS los equipos, incluyendo los rivales por el
campeonato y el propio adversario de siempre.
Este
Peñarol ganó los partidos que tuvo que ganar y no perdió cuando no tenía que
perder. De esta manera hizo puntos ante todos los rivales directos y ganó
algunos encuentros que en los últimos tiempos se nos habían presentado
difíciles (como el caso de Defensor y Liverpool).
Peñarol
superó ampliamente la imagen y el juego que había dejado en la temporada
anterior. Por supuesto que falta el remate y la participación internacional,
pero se comienza con una base mucho más promisoria para encarar esos desafíos.
En otro
momento será tiempo del análisis de los protagonistas uno por uno y de los que
lleguen y se puedan ir, pero eso ya es materia de otra nota. Peñarol es el campeon del apertura, lo mejor está por venir.
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