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martes, 12 de junio de 2012

El balance de una temporada deficitaria.



Exprofeso he dejado pasar algunos días antes de hacer este análisis de una temporada que termina con un balance ampliamente deficitario.
No se cumplieron las expectativas a nivel internacional ni local por lo que no puede catalogarse de otra forma más que de deficiente.
No es la intención buscar culpables ni siquiera responsables pero han sido múltiples las causas de este desenlace y las analizaré por separado.
LOS DIRIGENTES: Tienen buena parte de responsabilidad porque la cabeza siempre es quien tiene más responsabilidad en los resultados.Le dieron todo a Diego Aguirre para que se quedara pero cuando de todos modos se fue, no fueron capaces de elegir con sabiduría a su reemplazante.Fueron a buscar a Gregorio Pérez, no porque confiaran en èl, sino porque era el único con la espalda suficientemente ancha y con suficiente crédito con la gente como para aguantar el cimbronazo de la salida de Aguirre.Nunca lo quisieron y como tal, nunca lo apoyaron y lo que es peor, volvieron a portarse mal con alguien que ha sido un ejemplo como profesional y como ser humano y que además ha demostrado cabalmente ser hincha del club.
Volvieron a fallar quitando un técnico después de comenzada una temporada y obligando a su sustituto a tomar el comando de un equipo que no fue armado para su idea futbolística, así nos fue.
LOS TÈCNICOS: Empezando por Diego Aguirre, quien nos ha dado mucho como técnico, como antes nos dio mucho como jugador, pero que nos dejó tirados en el peor momento (y no hay una forma menos cruda de decirlo).Se fue después de que le dieron todo, de que dejaron ir a los jugadores que no quería y le trajeron aquellos que deseaba.Diego fue un ídolo de Peñarol y va a volver, pero al menos algunos de nosotros conservaremos la memoria para no olvidar su proceder.
Siguió Gregorio que de una manera inexplicable perdió un campeonato que tenía ganado, justamente cuando su especialidad siempre fue la contraria, ganar campeonatos que parecían perdidos.Peñarol perdió en el rubro donde Gregorio siempre nos dio más, en la personalidad.Como disculpa, no armó él el equipo.No fue el elegido de la directiva, sino un recurso para capear el temporal y por eso, no lo apoyaron cuando debieron.
Finalmente Da Silva, que era el técnico que la dirigencia quería después de la salida de Aguirre pero no se animaron a traer entonces porque no tenía historia en el club.Le cabe la misma disculpa que a Gregorio, no armó el equipo, sin embargo nunca consiguió dar firmeza a su escuadra ni mostrar claramente cuál es la idea futbolística que pretende imponer.
EL EQUIPO: Aquí voy a tener que repetirme en lo que dije cuando analicé nuestras debilidades antes del clásico.
Nunca conseguimos un arquero que nos diera seguridad y tranquilidad en un puesto clave.Errores groseros de los arqueros nos costaron puntos fundamentales.
La defensa tampoco mostró firmeza en ningún momento y recibió una cantidad inusitada de goles en jugadas de pelota parada.
El medio careció de la enjundia  que siempre ha caracterizado a los equipos aurinegros . Fue deficitario en marca (y eso agravó nuestros problemas en defensa) y careció de armado y volumen de juego.No tuvimos un armador capaz de organizar el juego y con visión de cancha para elaborar jugadas para nuestros delanteros.Se pensó en Montelongo para esa función, pero lamentablemente las lesiones no le permitieron jugar nunca y recayó esa responsabilidad en Aguiar, que es un jugador inteligente, capaz de colocar excelentes pases, pero no es un armador clásico y es imposible no decir cómo se extrañó la figura de Pacheco ni pensar cuánto nos pudo aportar.
La delantera fue otro de los puntos flacos del equipo y parece un contrasentido cuando hablamos de la delantera que convirtió más goles en todo el año.Sin embargo adoleció de enormes problemas de definición en partidos claves, que a la postre, nos impidieron lograr los objetivos a nivel local e internacional.
Fueron numerosos los encuentros que merecimos ganar y el no convertir en un porcentaje razonable las opciones creadas, nos privaron de merecidas victorias (Liverpool los dos partidos, Racing (Ap), Fénix (Cl), Danubio (Cl), Godoy Cruz en Mendoza, U de Chile acá).No tuvimos un goleador con capacidad definitoria acertada a excepción de Zalayeta.Armamos el plantel con un exceso de jugadores livianos, rápidos y de baja estatura que además mostraron fallas evidentes en definición.A esto se suma que Peñarol lleva más de un año sin convertir un gol de pelota quieta en tiro libre, lo cual, por más que no queramos, aumenta la sensación de que cometimos una gran equivocación no reteniendo a Pacheco.
Un párrafo aparte para los jugadores que pudimos tener y no quisimos: Pacheco, Castillo, Pintos, Alcoba, creo que cualquiera de ellos pudo darnos una mano importante en esta temporada.No sé de quién fue la decisión, si de los dirigentes o los técnicos, pero el hecho es que Peñarol no los tuvo.
Ahora se han terminado muchos contratos y la mayoría de esos jugadores no quedaran en Peñarol, otros vendrán y la danza de nombres hoy es incesante.Esperemos que dirigentes y técnicos tengan la sabiduría necesaria para elegir quienes nos defenderán en la próxima temporada y la sapiencia suficiente para conducirnos por los caminos del éxito deportivo.
Es el deseo de todos los carboneros de alma.

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