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miércoles, 31 de octubre de 2012

Peñarol campeón de América 1987



El 31 de octubre de 1987 se produjo la hazaña más grande que Peñarol me regaló en mi vida. Cuando ví a Peñarol ganar la final de la libertadores de 1982, pensé que nunca vería nada más grande en mi vida. Pero me equivoque, mi Peñarol me tenía guardada una hazaña aún mayor.

Porque en el 82 si el partido terminaba 0 a 0 había una tercera final en Buenos Aires, pero en el 87 no quedaba nada más. Si el partido acababa 0 a 0, América de Cali era el campeón. Y como queriendo emular la remontada del 66 y el gol en el último minuto en el 82, en el mismo estadio, ese Peñarol del 87 no quiso ser menos y esperó hasta el último minuto del alargue para marcar el gol de la victoria que le otorgó su quinta Libertadores.

Pero todo empezó mucho antes. Con un equipo casi juvenil que tenía apenas algunos jugadores más experientes. El caso del arquero Pereira, de Trasante, del zurdo Viera, de Juan Carlos Paz y "coquito" Rodriguez (estos dos últimos negociados después de la primera fase, no jugaron las semifinales en adelante) el resto eran jugadores de las formativas: Herrera, Rotti, Domínguez, Perdomo, Gonçalves, Da Silva, Villar, Matosas, Vidal. A los que se agregaban un par llegados desde fuera pero también muy jovenes: Aguirre (goleador de la B con Liverpool) y Cabrera que llegó de Bella Vista.

Un equipo que era dirigido por el maestro Tabárez a quien los resultados no lo acompañaron en un principio y estuvo a punto de ser destituído. Lo salvó el clásico del 8 contra 11.

Pero ese equipo pasó la primera fase en una época donde solo clasificaba el ganador de cada llave y no había cupos para los segundos. Superó a Progreso y Alianza Lima y el San Agustín peruanos y le tocó la semifinal nada menos que contra Independiente de las 7 Libertadores y River Plate campeón del mundo del 86.

Pero ese Peñarol, contra todo pronóstico, bailó a Independiente en el Centenario (3 a 0) y lo mató en Avellaneda (4a 2), haciéndole perder su invicto ante equipos extranjeros en su casa y empató con River acá y perdió 1 a 0 en Nuñez cuando ya estaba clasificado.

Ya eso era una hazaña para un equipo semi juvenil, pero esos jugadores, inbuidos en el mandato histórico de gloria aurinegra, querían más.

Enfrente estaba el América de Cali, que financiado por el dinero del narcotráfico era una verdadera selección. No solo tenía los mejores jugadores de Colombia, Luna, Aponte, Willington Ortiz, sino a los paraguayos Cabañas y Battaglia, a los argentinos Falcioni y Gareca y hasta al uruguayo Santín.

Ese América venía con la sangre en el ojo de dos finales consecutivas perdidas y no estaba dispuesto a perder una tercera.

Peñarol cayó 2 a 0 en Cali y cuando en el Centenario, Cabañas marcó la apertura todo parecía liquidado. Pero enfrente estaba Peñarol, el de las hazañas únicas e inigualables. El que dió la vuelta en Pacaembú ante el Palmeiras, el que dio vuelta el 2 a 0 de River en el 66, el que fue campeón del mundo en la casa del Real Madrid, el que ganó la libertadores del 82 en el último minuto.

Y Peñarol no se rindió, jugó contra el América y sus malas artes, contra un Falcioni que hizo tiempo descaradamente y contra la lógica que indicaba que no podia ser. Empató Aguirre y faltando apenas 3 minutos, el "bomba" Villar hizo honor a su apodo metiendo un taponazo de tiro libre para forzar el tercer partido.

Pero ese tercer partido se iba 0 a 0 y se terminaba el alargue. Por el saldo de goles el América era campeón y una vez más hacía tiempo, los suplentes tiraban pelotas a la cancha, los jugadores simulaban lesiones que robaban minutos, Falcioni hacía tiempo en cada saque y Cabañas golpeó arteramente el ojo de Aguirre y le partió el labio a Gonçalves. Los relatores colombianos hacian la cuenta regresiva 10...9...8...7, pero cuando llegaron al uno se querían morir. Todo fué silencio en las radios colombianas y unos segundos después un lamento: "no puede ser".

Pero fué, porque Sacó Pereira desde el arco, la lucha Da Silva, le queda a Villar, Aguirre lo ve y pica y Villar se la mete y "la fiera", cansado, golpeado, saca el remate fuerte, cruzado, contra el palo para vencer a Falcioni. GOL, GOOOOOOOOOOOOL GOOOOOOOOOOOOOOL DE PEÑAROL!!!

Peñarol campeón de América por quinta vez y la hazaña más grande que vi en mi vida del cuadro al que amo.

El Peñarol de aquella tarde formó con Eduardo Pereira, José Herrera, Marcelo Rotti, Obdulio Trasante y Alfonso Domínguez, José Perdomo (Jorge Gonçalves), Eduardo Da Silva y Ricardo Viera, Daniel Vidal (Jorge Villar), Diego Aguirre y Jorge Cabrera.

Tantos años después no puedo evitar emocionarme y agradecer a los dioses en los que no creo haber nacido hincha de Peñarol. En el recuerdo de aquellos leones que nos defendieron, recuerdo a mis viejos que hoy ya no están y con los que me abracé aquella tarde de sábado frente al televisor.

Al día siguiente la revista “El Gráfico” tituló: “Peñarol de los milagros” pero Peñarol no es milagroso, es simplemente grande.

sábado, 27 de octubre de 2012

Mejorando, mejorando.Peñarol 5 Racing 2.



Da Silva tenía pensado volver a colocar el mismo equipo que ganó los últimos tres encuentros, pero la lesión del arquero argentino Bologna en la semana, no se lo permitió. Lesionado el segundo arquero, Gelpi, la responsabilidad recayó en el también argentino Danilo Lerda. Un arquero que apenas había jugado un par de partidos en el semestre anterior (y bastante mal por cierto) y ninguno en lo que va de este semestre.
Da Silva que optó por colocar nuevamente a Novick como único volante de marca en el mediocampo y mantener el perfil ofensivo del equipo con Zambrana, Estoyanoff y Grossmüller para acompañar a Zalayeta y Olivera.

Y el encuentro fue todo de Peñarol desde el principio. Ya a los 3 minutos pudo ponerse en ventaja cuando un córner desde la izquierda lo cabeceó solo Valdez entrando con potencia por el medio y el cabezazo fuerte, limpio y bien dirigido abajo, lo sacaron entre Contreras y un zaguero albiverde.

A los 6 la tomó Zambrana por izquierda e hizo la diagonal al medio y lo bajaron a la puerta del área generando un tiro libre que remató defectuosamente Estoyanoff por encima del travesaño.
A los 11 llegó la apertura. Una pelota que pellizca Estoyanoff en el círculo central le queda para Zalayeta quien la mete larga por izquierda para la entrada de Zambrana que hace el pase al medio por donde entraba Olivera. Olivera se pasa en la carrera sin poderla tocar, pero por detrás entraba Estoyanoff (que había iniciado la jugada) y éste remata cruzado fuerte y la pelota pasando entre las piernas de Contreras se mete en el arco de la Amsterdam para marcar el 1 a 0.

Era más Peñarol y justificaba la ventaja, pese a que la pelota transitaba muy rápido producto de la falta de marca del mediocampo mirasol y de que Racing la movía bien en ese sector.
A los 14 un buen pase de Grossmüller a la derecha para el desborde de Estoyanoff y el centro pasado de éste pasa por delante de Olivera que entraba solo por el segundo palo.

A los 18 marcó el segundo gol Peñarol pero gracias a la deficiencia del línea de la Olímpica no subió al marcador. Fue un gran pase de Zalayeta entre 3 para la entrada de Estoyanoff que entra PERFECTAMENTE HABILITADO y convierte, pero el línea lo anula mal. La semana pasada los periodistas colocaron el grito en el cielo por un gol que le anularon mal a El Tanque. Veremos si esta semana ponen el mismo énfasis en una situación similar cuando el perjudicado es Peñarol. Cuando nos anularon mal un gol de Zambrana contra Bella Vista, no fueron tan contundentes como la semana pasada.
A los 33 pudo venir el segundo (seria el tercero de no ser por el horror del línea de la América). Una pelota que roba Novick y pone el pase para Grossmüller que encara hacia el medio, engancha para sacarse al marcador y remata fuerte al arco obligando a Contreras a mandarla al córner. Y de ese córner pudo venir el gol olímpico cuando el remate del propio Grossmüller se cerró y el arquero la tuvo que mandar por encima otra vez al córner.

Finalmente a los 38 llegó el segundo tanto. Un pase cruzado de derecha a izquierda del lolo para Olivera que la baja de primera atrás para la entrada de Grossmüller quien la domina y en lugar de rematar la toca para la entrada de Zalayeta, pero se come el suelazo del zaguero de Racing. Claro penal que remató el propio Olivera, fuerte contra el palo derecho para marcar el 2 a 0.

Así se fue el primer tiempo con partido casi liquidado y si faltaba algo le bastaron 3 minutos a Peñarol para liquidarlo completamente.
Apenas a los 2 minutos un arranque de Zambrana desde la izquierda hacia el medio, el toque para Estoyanoff y éste que se la devuelve profunda al pequeño delantero que, dentro del área y enfrentando al arquero, toca al medio por donde entraba Zalayeta solo, que con el arco libre toca suave para marcar el tercero.

Un minuto después el pase profundo para Olivera dentro del área, quien engancha y es derribado por el marcador y Falce marca el segundo penal de la tarde. Otra vez lo tiró el goleador, abajo, colocada contra el palo derecho de un arquero que se jugó al otro palo. Era 4 a 0 y paliza en apenas 4 del segundo tiempo.
Pudieron ser más cuando a los 8 minutos Grossmüller toca para Estoyanoff que saca el remate desde afuera y obliga al rechazo de Contreras. La pelota se va al lateral y de esa jugada viene el centro al medio que le queda a Zalayeta, quien no puede rematar bien y la pelota se va suave contra el palo derecho cuando el arquero estaba ya en el suelo.

A los 10 Racing hace los tres cambios y cambia el encuentro. Un Peñarol ya tranquilo con la ventaja aflojó la marca y permitió que Racing se acercara.
A los 21 llegó el primer descuento de Racing. Un contragolpe por izquierda por intermedio de Silva, se metió hacia el medio y toco para el 9 Tabo que tocó por encima de la salida de Lerda para marcar el descuento.

Sobre los 25 Brasesco le entra muy mal a Zalayeta y es bien expulsado.
A los 28 vino el segundo descuento de Racing. Una pelota mandada al área desde la derecha, la pifiia de Darío Rodríguez, el despeje defectuoso de Novick y la toma Gorocito (con c no con s como el ex jugador de San Lorenzo) y el remate de bolea que se clava contra el palo derecho para poner el 2-4.

A pesar de estos sucesivos descuentos la victoria de Peñarol nunca estuvo en peligro. Fue siempre mucho más que su rival y sobre el cierre del partido marcó la lotería. Un pase largo y cruzado de Torres lo recibe Zalayeta, la levanta por encima de arquero en un sombrero perfecto y define con un toque al arco vacío sin que la estirada del zaguero de Sayago la pudiera despejar, en lo que fue el mejor gol de la tarde.
5 a 2 y cierre de un partido donde Peñarol fue contundente en ofensiva, pero mostró las deficiencias de marca en el medio campo y cuando Racing apuró, mostró también las falencias en defensa.

En Peñarol mejoró Grossmüller (que tenemos esperanzas que se siga afirmando), buen partido de Novick, solo en marca, de Raguso subiendo con eficiencia y de Zambrana que levantó mucho su producción con respecto al partido anterior. Sumado esto al talento de Zalayeta (hoy acompañado con goles) y la contundencia de Olivera. Apenas correctos Estoyanoff, Valdez, Darío y Alejandro González.
Ahora vienen tuertos y bolsos. En una semana Peñarol se estará jugando su futuro en este campeonato. Creemos que no puede salir a jugar contra violetas y tricolores con esta integración con tan poca contención en mediocampo. Es necesario colocar otro jugador que ayude a Novick en esa función de modo que el mediocampo aurinegro se convierta en un obstáculo más difícil de superar para los rivales y alivie el trabajo de la defensa abrigando mejor al equipo.

No podrá estar Darío contra Defensor, habrá que ver qué pasa con Bologna (hoy Lerda no mostró nada, no atajó ninguna y las dos que fueron al arco terminaron en gol de Racing) y quien puede ser el sacrificado para la entrada de un volante con mayor marca (todo pinta para que sea Zambrana para dejarle el lugar a Torres).
Finalmente una palabra para el desacierto de los dirigentes de Racing, colocando precios completamente desproporcionados lo que hizo que el estado luciera semi-vació. Es hora de terminar con la intención de estos dirigentes de cuadros chicos que buscan hacerse la América con la hinchada de Peñarol a sabiendas que no hay otra tan numerosa y fiel. Hoy Racing se llevó 5 goles y vendió muchísimas menos entradas de la que cabía esperar, sinceramente no vemos dónde estuvo el negocio para el equipo de Sayago.


viernes, 26 de octubre de 2012

Campeón intercontinental en la casa del Real.




El 26 de Octubre de 1966 era un día de trámite para el Real Madrid Club de Fútbol.

Simplemente tenía que bajar a su estadio y ganarle a un tal Peñarol de Montevideo para ir a la tercera final en Lausana y coronarse campeón intercontinental de clubes una vez más
Su estadio, que en aquella época todavía no se llamaba Santiago Bernabeú sino que ostentaba en nombre del barrio madrileño donde está afincado, Chamartín, estaba repleto de aficionados completamente convencidos de que no existía otra posibilidad esa noche que la de una victoria de los merengues.

Además quien estaba enfrente era un tal Peñarol al que habían batido fácilmente en la primera final intercontinental en 1960. Pero ese Peñarol  había aprendido la lección. Al influjo de su presidente el contador Gastón Güelfi que había dicho “debemos ser en América lo que Real Madrid es en Europa”, se había consagrado tricampeón de América y campeón mundial en 1961.

Ese Peñarol, al que muchos consideraban pasado en años, había superado a River Plate argentino en la tercera final en Santiago, después de estar perdiendo 2 a 0 y lo había batido 4 a 2.
Ese Peñarol había sorprendido al propio Real Madrid en Montevideo y le había ganado claramente 2 a 0 con dos goles de Spencer apenas 14 días antes.

Pero nada de eso influía en el ánimo de los madrilistas que ya vendían entradas para la tercera finalísima a jugarse en Lausana, Suiza el 2 de noviembre.
Lo demostraban las declaraciones de sus jugadores y de su técnico y además contarían con la vuelta de Francisco Gento, legendario jugador merengue que no había podido jugar en Montevideo por estar lesionado.

Y a Peñarol le bastaron 10 minutos para mandar en el campo, torazo en ruedo ajeno, dominó el partido sin importarle el enorme equipo que tenía enfrente, el prestigio de su cancha, ni el público en contra.
El árbitro italiano Lo Bello (descaradamente localista como lo había sido el que nos arbitró en Nuñez en la final de la Libertadores) anuló un gol aurinegro, conquistado en forma absolutamente legítima, pero eso no amilanó a un equipo acostumbrado a ganarle a todos, incluyendo a los jueces.

A los 30 la defensa madrilista derribó a Rocha dentro del área cuando se aprestaba a marcar. Esta vez el juez no pudo ignorar la falta, que remató el propio Pedro Virgilio Rocha, para marcar la apertura.
A los 38 Spencer marcó el segundo y se acabó el partido. Peñarol ganó 2 a 0 como si quisiera demostrar que el partido ganado en el Centenario no fue casualidad y que era capaz de ganarle de la misma forma en su propio estadio al Real Madrid.

Algún destacado periodista de este país que presenció este encuentro ha manifestado que fue el partido más perfecto planteado tácticamente que vió en su vida. Merito sin duda del entrenador, Roque Gastón Máspoli que se cansó de ganar todo con Peñarol como jugador y como técnico.
Bien vale hacer el repaso de la formación aurinegra de aquella noche.

Ladislao Mazurkiewicz en el arco; el paraguayo Juan Vicente Lezcano, Luis Varela; Tabaré González, y Omar Caetano en defensa ; Néstor Gonçalvez, Julio César Abbadie, Julio Cortés en el medio, Alberto Spencer, Pedro Virgilio Rocha y Juan Joya en ataque.

Se escribía otra de las páginas de gloria imperecedera que asombrarían al mundo y que llevarían a Peñarol al ser el campeón sudamericano del siglo XX

Cabe preguntarse que habrán hecho los aficionados españoles con la entrada que compraron para la final de Lausana?.


domingo, 21 de octubre de 2012

El mejor partido del aurinegro.Peñarol 4 El Tanque 0



Peñarol ante El Tanque, repitiendo formación a pesar de las críticas de la gran mayoría de los hinchas aurinegros que entendemos que con esta formación que adolece de tantos problemas en marca en el medio campo, no podemos jugar ante rivales con mayor peso ofensivo como Defensor, Liverpool y Nacional.

Pero Da Silva ha entendido que para estos partidos basta con Novick como único mediocampista con oficio de marca, pese a que rivales tan débiles como Central y Cerro Largo nos mostraron las carencias de esta formación.

En los últimos partidos había empezado jugando mejor el carbonero pero no lo había podido mantener más allá de los 20 minutos iniciales. Esta vez le costó un poco más asumir el protagonismo del partido. Empezó entreverado, muy cortado, con muchas faltas y choques entre los jugadores. El Tanque cortó mucho el juego, muchas veces con falta en las pelotas aéreas (casi siempre sobre Olivera) que generalmente el árbitro no sancionó.

Y la primera fue para El Tanque. De la salida de un tiro libre, se desprendió solo un volante que definió contra el palo y la metió en el arco de la Colombes pero el línea anuló por offside, que nobleza obliga, no fue.

Respondió Peñarol a los 4 con un remate potente de Olivera desde fuera del área que pasó rozando el vertical del arco del equipo fusionado. Se animó a patear Olivera mostrando que está con toda la confianza.
A los 12 minutos le hacen un penal enorme a Olivera a quien lo toman de la camiseta en un centro llovido al área, pero el juez no marca la falta evidente.

A los 14 tuvo la más clara el aurinegro antes de la llegada de la apertura. Una pelota que recibió Grossmüller de frente al arco y la abrió muy bien a la punta izquierda por donde entraba Olivera que mete el pase por bajo al medio  donde estaba Zalayeta que no la pudo calzar bien y su remate débil fue a parar a las manos del arquero.
A los 31 llegó la apertura en una jugada que empezó muy parecida a la del segundo gol del sábado pasado en el Ubilla. Un lateral por derecha de Alejando González que recibe Zalayeta en el área y mete el taco atrás y al medio donde estaba Grossmüller quien mete el pase por bajo al corazón del área y Estoyanoff consigue desviar justo para cambiarla de palo y meterla en el arco de la Amsterdam.

De ahí hasta el final del primer tiempo, no hubo jugadas de real peligro para ninguno de los dos lados. Lo dominó Peñarol que contó hoy con el mejor partido de Grossmüller desde que llegó a Peñarol.
Para el segundo tiempo Moller intentó cambiar las cosas sacando a Mello y colocando al colombiano Murillo, aquél que se decía que venía a Peñarol, consciente de que ese tipo de jugadores, rápidos y encaradores son los que más complican a la defensa aurinegra.

Salió a presionar más arriba El Tanque, pero le dio resultado solo durante los primeros 15 minutos del segundo tiempo.
Tuvo su posibilidad de empate a los 8 luego que un centro desde la izquierda que pasó a toda la defensa carbonera y permitió que un jugador de El Tanque entrara completamente solo por el segundo palo y remató fuerte a bocajarro sobre el arco de la Amsterdam y la pelota reventó el travesaño.

A partir de los 15 fue Peñarol el que tomó el completo control del juego y fue generando una tras otra oportunidades claras de gol.
A los 17 se mandó Raguso por izquierda la tocó al medio para Zambrana quien vió a Zalayeta en el corazón del área quien magistralmente abrió la piernas y dejó pasar la pelota para el lolo Estoyanoff que entraba solo por atrás. Éste tuvo tiempo de pararla y colocar el remate buscando el segundo palo, pero no la abrió lo suficiente y permitió que el arquero rechazara con el pie.

A los 20 pudo ser de nuevo. Un pase de Torres (que había entrado por Zambrana) para Olivera que recibe de espaldas al arco, engancha y gira sacándose tres jugadores de encima y remata al arco obligando al arquero Pérez a mandarla al córner.
A los 22 un córner desde la derecha tirado por Estoyanoff le queda picando a Zalayeta en el área que saca la bolea y un defensa la saca de la línea cuando el arquero ya estaba vencido.

Y diez minutos después llegó el esperado segundo tanto aurinegro. Un pase-despeje de Torres lo recibe Olivera en el centro del área, gira y remata poniéndola abajo, contra el palo izquierdo del arquero Pérez.
Y dos minutos después, a los 34, llegó el tercero de Peñarol. Zalayeta se va como puntero por izquierda bien pegado a la raya. Va hasta el fondo y la mete al medio para Olivera que abre para la entrada de Estoyanoff, que hace una pisada magistral para sacarse al marcador y cruza el remate contra el palo izquierdo dejando sin asunto a Pérez. Golazo y partido liquidado.

A los 36 pudo llegar el cuarto gracias a una jugada donde Estoyanoff mete un centro y Zalayeta es enganchado por Techera dentro del área sancionándose el penal que correspondía. Lo remató Olivera y la quiso colocar tanto que reventó la pelota contra el palo izquierdo. Lo dijimos el otro día en el partido contra Cerro Largo. Es entendible que se ayude a que Olivera sea el goleador de este campeonato, pero teniendo un especialista dentro de la cancha en remates penales como es Torres, debe ser él quien los remate. Hoy no importó, se ganó igual , pero es algo a tener en cuenta.
Pero el gol que no llego a los 36 vino a los 40. El mejor gol de la tarde. Tiro libre a unos 30 metros del arco inclinado a la izquierda y el remate del lolo Estoyanoff con la cara interna del pie derecho para colgarla del ángulo superior derecho donde era imposible que la sacara el arquero. Golazo impresionante y cierre del partido. Primer gol de tiro libre desde que se fue Pacheco (el último fue hace más de un año contra Danubio).

Ganó Peñarol, goleó Peñarol, mejoró Peñarol, al influjo de un muy buen primer tiempo de Grossmüller, buen partido de Raguso subiendo permanentemente, más ordenado Novick, bastante firmes en defensa Darío y Valdez, mejorando mucho Estoyanoff y con otro buen partido de la dupla Olivera-Zalayeta. El que no repitió fue Zambrana, bien excluido.
Nos fuimos contentos del Centenario. Fuimos contundentes en ofensiva,  pero teniendo claro contra quién jugamos. Muy meritorio lo de El Tanque hasta ahora, que venía primero e invicto pero que tiene un plantel muy modesto. A Peñarol le faltan los rivales directos, Defensor y Nacional y algunos de los equipos que suelen complicarnos siempre como Liverpool y Wanderers.

Ahora viene Racing el domingo, el último de los partidos presuntamente accesibles y después vendrá una semana decisiva para nuestra suerte en el campeonato.

sábado, 13 de octubre de 2012

Preocupante victoria aurinegra.Peñarol 4 Cerro Largo 2




Peñarol ante Cerro Largo en el Ubilla, repitiendo equipo por primera vez en el campeonato, aun cuando el funcionamiento de medio campo ante Central había dejado algunas dudas por la poca capacidad de recuperación.
Arbitraje de Fedorckzuc, el mismo que en la primera fecha permitió que Fénix golpeara a placer hasta provocar incluso la fractura de Pacheco y que otra vez iba a dar que hablar en este encuentro.

Y empezó como los últimos dos partidos, jugando mejor que el rival, imponiendo su ritmo y tratando de hacer circular la pelota. Sin embargo no había generado demasiado peligro hasta que a los 9 llegó la apertura.

Un pelotazo largo mandado por Alejando González por la punta derecha que recoge Estoyanoff contra la raya y mete el cambio de frente para la entrada de Zambrana que, dentro del área,  hace el enganche hacia adentro y en lugar de rematar, la toca al medio para la entrada de Olivera que de primera saca el zurdazo fuerte, cruzado contra el palo para vencer a Campaña y marcar la apertura.

Y el aurinegro no le dio tiempo de reaccionar al arachán, apenas 2 minutos después, cuando todavía no se había repuesto del golpe, pegó de nuevo. Un lateral en ataque sobre la banda derecha viene para Zalayeta sobre la línea lateral del área y el moreno mete el sutil toque de taco al medio por donde entraba Estoyanoff que define mal, al cuerpo del arquero y permite el rechace, pero con tanta fortuna que la pelota le rebota y le queda a la altura justa a Zambrana para que toque de cabeza sobre el arco vacío y marque el 2 a 0.

A pedir de boca para el carbonero, pero lamentablemente volvió a mostrar un quede después de los 20 minutos, que permitieron que el equipo arachán comenzara a adueñarse del partido.

Hubo dos jugadas seguidas entre el minuto 18 y 19 que pudieron marcar el descuento del equipo del interior. La primera fue a la salida de un córner, la pelota viene al medio y le queda a un delantero de Cerro Largo que remata de media vuelta y obliga a Bologna a ir abajo para rechazar la pelota.

Y la segunda fué muy parecida. Un ataque por izquierda, el pase al corazón del área y el remate de Machado que nuevamente saca Bologna yendo abajo.

Dominaba Cerro Largo ante un Peñarol que le había cedido la iniciativa, el terreno y la pelota. Incluso en ese período existió una jugada donde a nuestro entender, Valdez le comete penal a un delantero de Cerro largo que no fue cobrado por el árbitro

Y llegó el descuento, UN DESCUENTO VICIADO DE NULIDAD POR POSICIÓN ADELANTADA DEL DELANTERO QUE CONVIERTE QUE NO FUE MARCADA POR EL ARBITRO.

Fue a los 29 minutos a través de una pelota que trajeron por derecha, la jugaron al medio para el remate de Sosa y Bologna rechaza, flojo de manos y da rebote al medio para que la tome Machado ganándole a Darío Rodriguez y marque el descuento.

Pero el hecho es que Machado ESTÁ ADELANTADO en el momento que parte el remate de su compañero.

2 a 1 y nuevamente un partido que Peñarol debía estar ganando cómodamente aparecía complicado.

Hasta el final del primer tiempo recuperó el control del juego y pelota el carbonero, pero sin generar jugadas claras de gol. Hasta que sobre el final mismo del encuentro un córner de Estoyanoff, Zalayeta se lleva las marcas y por detrás consigue meter la cabeza Olivera a pesar de estar marcado y la pelota se eleva para besar la parte inferior del travesaño y meterse lentamente en el arco de Campaña para el 3 a 1 con el que se fue el primer tiempo.

Para el segundo tiempo Cerro Largo cambió la figura táctica, pasando a línea de 4 y apretando más arriba al mirasol, cortando las pelotas jugadas para Zalayeta y Olivera. Y le dio resultado porque Peñarol pasó prácticamente media hora sin llegar ni una sola vez con peligro.

En cambio el arachán tuvo alguna como un nuevo remate desde afuera que Bologna rebotó largo sin poder contener.

A los 23 llegó el segundo descuento de Cerro Largo. Una pelota que pierde Peñarol en medio campo y es jugada para el brasileño Neves, que recibe fuera de área, engancha para quitarse dos hombres de encima y viendo adelantado a Bologna mete el remate con precisión asesina contra el palo derecho marcando un golazo.

Justo para Cerro Largo y castigo para un muy mal desempeño del equipo aurinegro que recién a los 29 tuvo una nueva jugada de peligro en una contra que inicia Zalayeta jugando hacia la izquierda para Olivera que deja al medio para Gallegos (había ingresado por Grossmüller) y el remate fuerte del ex Danubio es rechazado por campaña yendo abajo.

A los 36 pudo empatar Cerro Largo mediante otro remate desde afuera del brasileño Neves que una vez más no pudo contener Bologna. Y dos minutos después una desinteligencia entre Darío y el arquero puso en peligro otra vez la ventaja aurinegra.

Recién sobre los 38 lo pudo cerrar Peñarol, después de un despeje largo de la defensa que pelea Zalayeta con un zaguero y se lleva la pelota y cuando enfrenta a Campaña y se preparaba a eludirlo, el arquero lo derriba cometiendo un clarísimo penal bien sancionado.

Lo remató Olivera para marcar su tercer gol de la tarde y el octavo del campeonato. Fuerte, abajo, pegado al palo izquierdo de un arquero que se tiró muy bien y estuvo cerca de contenerlo.

Peñarol volvió a ganar y volvió a jugar muy mal. Como hace una semana, un equipo que va último y que aún no ha ganado, nos complicó la vida y nos mostró nuestras carencias. Un medio campo que carece de la contención necesaria, un arquero que se mostró muy flojo de manos, una defensa que no se presentó firme y una absoluta falta de creación para hacerle el juego a nuestros delanteros.

Nos salvaron precisamente la categoría de esos delanteros y el mayor oficio en general de nuestros hombres comparados con los de Cerro Largo.

Otra vez un mal partido de Grossmüller y Estoyanoff. Mal partido de Bologna que no mostró seguridad en ningún momento y vivió dando rebotes. No repitió Raguso. Por otra parte un enorme partido de Olivera, no solamente por los goles sino que se mostró solidario a la hora de marcar, incluso apareciendo en nuestra área para defender. Buen aporte de Zambrana, la lucha de Novick y otro gran partido de Zalayeta, el jugador táctico por excelencia de este Peñarol, asistiendo bien, bajando a buscarla, armando juego y hasta con resto como para pelear la pelota previa a la jugada del penal.
Victoria preocupante del carbonero que debe mejorar muchísimo si quiere pelear este campeonato y a nuestro entender, debe modificar la formación porque no puede jugar con esta alineación contra equipos mejor armados que Cerro Largo y Central.

martes, 9 de octubre de 2012

El día que nació el mote de gallinas.

Equipo de Peñarol que el 9/10/1949 salió como siempre a ganar el clàsico.
 

Hoy se cumplen 63 años del clásico de la fuga, cuando el miedo a la goleada hizo que el representativo del Club Nacional de Football no se presentara a disputar el segundo tiempo y naciera el mote que los acompañaría de ahí en más: gallinas.

Contrariamente a lo que mucha gente cree, no fue la primera vez que lo hicieron, ya lo habían hecho en 1933, tampoco fue la última. Pero en este caso la fecha quedo marcada por siempre como el día que tuvieron miedo y se retiraron sin jugar. Fecha que es celebrada desde entonces por todos los peñarolenses porque definitivamente les ganó el mote de gallinas.

 
El temor a la goleada histórica de aquel 9 de octubre, dio carácter de inolvidable a esa fecha para todo hincha aurinegro. El dia que el representativo del rival de siempre, tuvo miedo de llevarse más de 6 goles. Hasta aquel momento, Nacional festejaba un clásico que terminó 6 a 0 pero aquella tarde se vieron venir la goleada y se retiraron para no darle a Peñarol la posibilidad de igualarlo y quizás, hasta superarlo.

Para situarnos en el episodio, refresquemos un poco la situación de entonces. La maquina aurinegra venía aplanando rivales, con la mortífera efectividad de sus 5 delanteros que el ingenio popular había bautizado como “la escuadrilla de la muerte”: Ghiggia, Hohberg, Miguez, Schiaffino y Vidal (para el hincha aurinegro simplemente “el ñato”, “el cordobés”, “el cotorra”, “el pepe” y “el patrullero”). A estos se sumaba la presencia de quien seria el gran capitán en la hazaña mas grande el fútbol del mundo en Maracaná menos de un año después: Obdulio Jacinto Varela, para los manyas “el negro jefe” .Ese equipo contaba con la sabia dirección del húngaro Emérico Hirsch.

Pero el hincha carbonero esperaba el clásico y este llegó un 9 de octubre como hoy.

El primer tiempo terminó dos a cero a favor de Peñarol y con la perspectiva de seguir aumentando la cuenta en el segundo tiempo. Pero no hubo segundo tiempo. Nacional no salió del vestuario. Se configuró así lo que la historia del futbol de este país recoge como el día de la fuga, también llamado por los más veteranos  “el día de la huida por el tunel”. El día que Nacional nos tuvo miedo y se ganó el merecido mote de gallina.

No hubo en la historia de nuestro futbol otro episodio tan patente, tan confesado, de temor al rival, de miedo tan profundo a la goleada. Son las formas imprevisibles que suele adoptar el temor de hacer el ridículo.

Salieron los jueces, salió Peñarol a la cancha para que el pitazo final decretara al ganador. El arbitro Horacio Bochetti consulto al línea Pedro Obregón sobre el tiempo de tolerancia y luego dio por finalizado el partido.

Cuando Peñarol quedó solo en la cancha, dio la vuelta olímpica siendo ovacionado por las tribunas repletas de hinchas aurinegros conscientes de estar viviendo un momento histórico. Otros, se retiraron cabizbajos, también conscientes que la actitud de su representativo los mancharía por siempre de oprobio y provocaría que fueran conocidos como gallinas desde ahí en mas.

Para la historia quedaran grabados en el bronce de la inmortalidad los nombres de los once aurinegros de aquella tarde: Flavio Pereyra Natero en el arco, Enrique Hugo, Sixto Possamai, Juan Carlos González, Obdulio Jacinto Varela, Washington Ortuño, Alcides Edgardo Ghiggia, Juan Eduardo Hohberg, Juan Alberto Schiaffino, Oscar Omar Miguez y Enrique Vidal.

Los tantos fueron de Ghiggia a los 39 minutos y Vidal a los 42.

Hubo una segunda fuga (o será una tercera considerando la de 1933?) el 6 de febrero de 1971 lo cual prueba que su naturaleza plumífera no ha cambiado.

Desde entonces hemos escuchado el  llanto tricolor intentando explicar lo inexcusable diciendo que los estaban robando, que los jueces estaba comprados, que tenían menos jugadores por expulsión y otros lamentos por el estilo a los que nos tienen acostumbrados. Les contestamos simplemente diciendo que años después durante un clásico Peñarol quedó con 3 jugadores menos, empatando 1 a 1 y no solo no se retiró de la cancha sino que ganó el partido
Desde ese 9 de octubre de 1949 son la gallina del Uruguay marcada para siempre con el estigma de la retirada por temor a la superioridad del rival. Eso ya forma parte de su cultura.
Mi padre tenía entonces 18 años y fue de los testigos privilegiados que me contaba con orgullo de esa vuelta olímpica dada por Peñarol para reconocer y agradecer a esa hinchada que desde siempre lo acompaña y que lo aplaudió a rabiar desde la tribuna. Hoy, desde el lugar de los que ya no están en este mundo, seguro “el viejo” estará esbozando una sonrisa recordando otro momento histórico de su amado Peñarol.
Mueva nomás, cotorra, que se fueron.
 


sábado, 6 de octubre de 2012

En la senda.Peñarol 3 Central Español 0




Peñarol necesitado más que nunca de los puntos después del empate con Danubio, jugando ante un Central que venía último con apenas dos puntos y por eso Da Silva con apenas un cambio modificó el esquema del equipo. Dio ingreso a Zambrana por Cristóforo, dejando la función de marca en el medio exclusivamente a cargo de Novick. Zambrana con la tarea de ser una opción más de desborde sumada a la de Estoyanoff.
Y comenzó bien Peñarol, tocando mucho la pelota, intentando jugarla segura y sin desesperarse, evitando el centro llovido al área e intentando desbordar vía Zambrana y Estoyanoff para meter la pelota al medio para la doble punta de lanza Olivera-Zalayeta.
Ya a los 2 pudo ser la apertura. Un centro que viene del lolo desde la derecha provoca un desajuste en la defensa palermitana y le queda a Olivera que saca el remate que revienta el travesaño.
Pero no demoró mucho la puesta en ventaja aurinegra. Apenas 3 minutos después y luego de una sucesión de no menos de 10 toques. La recibe Olivera, juega para Zalayeta por el medio que abre a la banda izquierda para el ingreso de Zambrana, éste va hasta el fondo, dentro del área y mete el centro que encuentra solo por el medio a Olivera que en carrera, mete el cabezazo seco para marcar la apertura.
Un gol que tranquilizó a Peñarol y le permitió continuar jugando con posesión de pelota y mucho toque.
A los 11 pudo marcar de nuevo el carbonero, después de un desborde por derecha de Estoyanoff que mete el centro a media altura y el arquero De León sale muy mal y permite que la pelota cruce toda el área llegando a la posición de Olivera, que entraba por detrás y la estirada de éste consigue tocar la pelota que pasa rozando el palo derecho cuando estaba el arco libre.
Pero Peñarol, al igual que el otro día en Jardines, se quedó después de los primeros 20 y permitió que Central se animara. Explotando los espacios que quedaban disponibles producto de la poca contención del medio campo aurinegro, se fue acercando al ritmo de Ramirez y Otreras, incluso con algún buen remate del primero desde afuera  que contuvo bien parado Bologna.
Sobre los 29 pudo marcar Peñarol luego de un contragolpe que colocó a 4 delanteros aurinegros contra 2 defensas palermitanos. Zambrana recibe por izquierda, hace el enganche para sacarse el marcador de encima y remata cruzado al segundo palo y se le va apenas afuera.
Sobre los 35 pudo descontar Central después de un córner donde pifia la defensa aurinegra y la pelota sale despedida hacia nuestro arco obligando a Bologna a mostrar todos sus reflejos yendo abajo para sacarla.
Dos minutos después llega el segundo de Peñarol. Desborde de Zambrana por derecha (se habían cambiado de punta con Estoyanoff) y cuando escapa a su marcador, éste lo agarra de la camiseta y lo derriba dentro del área en un penal absolutamente evidente. Lo remató Olivera contra el palo izquierdo para marcar su segundo gol de la tarde y el segundo de Peñarol.
De ahí hasta el final del primer tiempo tuvo varias Central parta descontar. A los 39 un ataque a espaldas de Raguso, el centro que viene hacia el medio y es tomado por un delantero de Central que remata solo frente al arco y se le va apenas afuera.
Inmediatamente después falla Alejandro González y la jugada termina con un remate que se va por encima del arco.
Sobre los 42 tuvo la última el palermitano. Un tiro libre desde la derecha mandado en forma de centro, se queda Valdez y cabecea solo y libre el jugador de Central y la pelota es bien contenida por Bologna.
Se fue así el primer tiempo, con Peñarol ganando 2 a 0 pero con la impresión de que Central lo podía complicar porque Peñarol marcaba muy poco en el medio y la defensa no se mostraba sólida.
Sin embargo si Central tenía alguna ilusión de complicarle el partido al aurinegro, murió apenas a los 4 minutos de iniciado el segundo tiempo. Un córner a favor de Central es despejado en nuestra área por Olivera, la pelota deriva para Estoyanoff que engancha hacia el medio y con gran visión de cancha le mete un pase perfecto a Zalayeta que entraba en velocidad por el medio. El moreno enfrenta al arquero (que duda entre salirle o quedarse porque entraba el lolo por el otro lado) y se lo saca de encima apenas con un movimiento de cintura y define con el arco libre.
3 a 0 y fin del partido que de ahí en más transcurrió en un monólogo aurinegro donde la única incertidumbre era si convertiría algún otro gol.
Pudo ser a los 12 cuando Zalayeta desborda por izquierda y mete el centro al medio que pasa al arquero y Estoyanoff no llega apenas cuando el arco estaba vacío. Pero la sigue corriendo el lolo y vuelve a meter el centro que toma de tijera Zambrana dentro del área y la pelota deriva para Grossmüller que remata al arco obligando a De León a despejar sobre la línea cuando ya se gritaba el cuarto del carbonero.
Con Peñarol controlando completamente el partido y con un Central muerto por los goles carboneros pudo Da silva colocar algunos jugadores que todavía no habían tenido la posibilidad de tener minutos en este campeonato como el caso del argentino Nicolás Ramírez (debut absoluto) y el ex danubiano Rodrigo Pastorini.
A los 36 se dio la última chance de gol para Peñarol. Alejandro González sube por derecha, hace la diagonal y la juega para Zalayeta que la abre a la izquierda para Pastorini quien mete el centro al medio que una vez más no corta el arquero De León y Zalayeta define sobre el segundo palo con el arco libre e inexplicablemente se le va afuera.
Ganó Peñarol y siempre es lo que importa, pero nuevamente, en mi opinión, no jugó bien. Tuvo la intención de tocar mejor la pelota y no terminar desesperándose metiendo centros frontales al área, pero el buen juego le duró apenas los 20 minutos iniciales, del mismo modo que el fin de semana pasado.
Central no fue medida para el aurinegro, pero sirvió para marcar las falencias de un mediocampo con muy poca marca y que dejaba muchos espacios detrás de Novick que no aprovecharon bien los delanteros palermitanos. Con un equipo de mayor peso, Peñarol no puede darse el lujo de entrar con un medio campo tan frágil.
Buen partido de Zambrana, los goles de Olivera, la capacidad de Zalayeta, la seguridad de Bologna, las ganas de Novick, la impetuosidad de Raguso como puntos altos de este Peñarol de hoy. Pero hay jugadores que deben rendir más: Grossmüller, Estoyanoff (que de todos modos fue algo más que en Jardines) y sobre todo de Alejandro González que a mi entender es hoy el más flojo de la defensa, recordando que no juega en su puesto natural.
Ahora habrá que viajar a Melo para enfrentar a Cerro Largo para buscar otro triunfo que nos permita seguir arrimando presión a los de arriba y dependiendo de nosotros mismos para la obtención del campeonato.
Una semana más de trabajo a la cual esta victoria le dará tranquilidad para trabajar y esperemos que para seguir mejorando.