En el Campeón del Siglo se disputaba la revancha por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Para pasar, a Peñarol le servían tres resultados. Obviamente, ganar, también empatar y hasta perder por 1 a 0.
Larriera mandó a la cancha al mismo equipo que hace una semana (en la histórica fecha del primer clásico disputado en 1900) le ganó a Nacional por 2 a 1 y le hizo precio. Porque el aurinegro fue netamente superior en ese encuentro y la diferencia termino siendo exigua. Sobre todo, teniendo en cuenta que tomó un gol en los descuentos perdiendo una pelota que estaba dominada en defensa.
En la noche de hoy, Peñarol no debía cometer esos errores y anotar las situaciones que creara si quería pasar de fase.
En cambio, Nacional hizo 5 cambios, consciente de que en el encuentro anterior había sido claramente superado y contaba hoy con el retorno del argentino Leandro Fernández en ofensiva para acompañar a su compatriota Bergessio.
Desde el principio se notó la intención de Nacional de presionar más arriba e imponer mayor peso ofensivo. Eso provocó que a Peñarol le costara salir con pelota jugada tal como está acostumbrado a hacer.
El partido se tornó aburrido entre un Nacional que no podía y un Peñarol al que no lo dejaban y el encuentro transcurrió en la mitad de la cancha casi sin pisar las áreas ni generar situaciones de gol.
Tanto fue así que existió una sola situación en todo el partido y fue para Nacional recién a los 39´. Un tiro libre de Fernández desde la izquierda en forma de centro y una chilena de Corujo que se fue por encima del horizontal.
Peñarol no tuvo un solo tiro al arco. Lo mas cercano fue un centro desde la derecha que cruzó por delante del arco sin que pudiera llegar Torres por el segundo palo.
Un mal primer tiempo de los dos, pero en lo que nos importa, a Peñarol le costó crear juego, no tuvo ideas y careció de peso ofensivo, aunque no sufrió en defensa.
En el segundo tiempo salió mejor Nacional, pero iba a ser Peñarol quien iba tener las mejores chances para abrir el marcador. Como tantas veces, no las aprovechó y le terminó costando caro de nuevo.
La primera fue para Nacional a los 8´ con una pelota que trae Méndez por derecha, toca al área para Bergessio que hace de pivot para devolver y el remate de Méndez pasa rozando el palo derecho de Dawson.
Peñarol responde un minuto después con un remate desde afuera del área de Gargano que contiene Rochet sin problemas.
Otra vez a los 14´ con un centro de Giovanni desde la derecha y el cabezazo cruzado de Álvarez que se pierde afuera contra el caño izquierdo.
Un minuto después un pase profundo de Canobbio para la entrada de Giovanni por derecha por detrás de la defensa, pero se queda sin ángulo y define cruzado y Rochet consigue meter el manotazo para mandarla al córner por encima del horizontal.
A los 18´ un remate desde afuera del área de Álvarez que contiene bien Rochet contra su parante derecho.
A los 21´debio ser gol de Peñarol. Pelota que trae Álvarez hace la pared con Torres que devuelva y lo deja solo ante Rochet, pero el “canario” define mal y la manda afuera contra el palo derecho.
Una para Nacional a los 25´ con un centro desde la derecha y el cabezazo de Bergessio por encima del horizontal.
Dos minutos después, el toque de Giovanni para Torres que remata trabado y contiene Rochet.
A un minuto del final, un remate de Carballo por encima del horizontal.
El partido se iba 0 a 0 cuando en los descuentos Carballo lo levanta en peso a Musto (que había entrado por Gargano lesionado) y se va bien expulsado. Pero Musto queda con la sangre en el ojo y un minuto después, entra mal, en una jugada sin sentido y se va también expulsado. Todo lo que genera un entrevero en el que termina expulsado Cantera, que había sido sustituido y estaba entre los suplentes.
Todo esto llevó a que se jugaran 9´ de descuentos y en ese noveno minuto, un córner desde la derecha, sale muy mal Dawson y cabecea solo Corujo para marcar el gol. Gol que no termina complicando la clasificación, pero que nos hace perder el primer clásico en nuestra casa. Un clásico que debimos ganar, porque fuimos superiores, pero de nuevo no supimos plasmarlo en el marcador y que nos deja el sabor amargo de una derrota evitable.
Los dos goles que nos hizo Nacional en esta serie, fueron culpa nuestra. No fueron virtudes del rival, sino deficiencias propias y que Peñarol no se puede permitir.
Ahora el rival será el Sporting Cristal peruano y será una incógnita porque no sabemos con qué jugadores podrá contar Peñarol para enfrentar las instancias de cuartos de final. Porque se habla de muchos jugadores que pueden partir y muy pocos que pueden llegar.
Ahora el domingo habrá que enfrentar a Liverpool por el campeonato local y hay que ganar para no quedar demasiado lejos en la tabla anual pensando en la definición de un campeonato que Peñarol debe ganar.
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