Quien escribe estas líneas siempre pensó que un día sufriría un infarto viendo un partido de Peñarol (mi madre estaba absolutamente convencida de eso). Sin embargo, no fue así. El infarto lo sufrí un día después del juego ante River Plate de Paraguay. Esto me llevó a una semana de hospitalización y dos angioplastias (una de emergencia para salvarme la vida) por lo que debo agradecimiento eterno al equipo del Dr. Sebastián Lluberas. Entre ambos procedimientos quirúrgicos, Peñarol jugó dos partidos.
El sábado 8 de mayo en básquetbol el equipo aurinegro cayó ante Malvín por 86-82 cerrando la fase regular de la LUB 2021, quedado condenado a la disputa de play offs luego de la absurda, injusta y arbitraria decisión de la FUB de darle por ganado el encuentro a Defensor Sporting que Peñarol no pudo disputar por casos de covid en el plantel, cuando ese partido debió jugarse una semana antes y se postergó porque quien tenía casos de covid era Defensor.
Ese partido no lo pudimos ver, porque estábamos en el CTI cardiológico de Casa de Galicia intentando recuperarnos del infarto.
El jueves 13, ya en sala común y esperando la segunda angioplastia para el viernes 14 sí pudimos asistir por la tv el encuentro ante Corinthians por la Copa Sudamericana. Estrenando nuestra condición de cardíacos, temíamos un final apretado que nos pusiera nerviosos. Afortunadamente el equipo nos brindó un juego tranquilo como pocas veces hemos visto en estas instancias.
Porque fue superior al equipo brasileño desde el inicio. Simplemente le pasó por encima. Desde el primer minuto lo metió en su cancha y lo atacó por todos lados. Se pudo en ventaja a los 5´ con un córner desde la derecha de Trindade y salta solo en el primer palo el “canario” Agustín Álvarez Martínez para meter el cabezazo abajo, contra la base del palo izquierdo de Cassio que se arroja sin poder despejar el balón. En honor a la verdad, la jugada es confusa. En lo personal no nos queda claro si la pelota traspasó totalmente la línea. Pero tantas veces nos han perjudicado en jugadas dudosas (y no tanto) que bien vale esta vez la decisión del árbitro Pitana.
Pudo aumentar a los 12´ luego de un mal despeje al medio de la zaga corinthiana y la pelota le queda a Trindade que saca el remate de frente al arco, fuera del área y la pelota se va apenas afuera contra el caño izquierdo de Cassio.
Y si aumenta a los 14´ con una notable jugada por derecha (el sector mas flaco de la defensa donde Fabio Santos no paró a nadie en el primer tiempo) con una pelota que recibe Torres, la baja de pecho y toca de primera para que Giovanni González vaya hasta el fondo y meta el pase atrás. Hay dos zagueros del Corinthians que se molestan entre ellos, Cassio no consigue interrumpir la trayectoria de la pelota y por atrás se arroja el “canario” Álvarez con los pies hacia adelante para empujar la pelota contra el arco vacío. Peñarol 2 a 0 con absoluta justicia.
El carbonero debió marcar el tercero a los 25´ luego de una jugada con no menos de 10 toques, de esas típicas de los equipos de Larriera. Culmina con un pase a la derecha para Torres que se mete hacia el medio para sacar el remate con su pierna hábil desde la puerta del área que toma a contrapié a Cassio y se estrella contra la base del parante izquierdo cuando nada podía hacer el arquero paulista. Hubiera sido un gol muy parecido al que el “cuervo” marcó ante Cerro Largo en la fase previa de esta copa.
Peñarol era arrollador y se llevaba por delante al “Timão” que era incapaz de pararse en campo aurinegro y sufría cada ataque mirasol.
Reacciona Corinthians a los 28´ con un pase profundo por derecha, falla Kagelmacher en la salida, calcula mal el despeje y deja que reciba solo Gustavo que gira y saca el remate cruzado que rechaza Dawson en buena atajada.
Sobre los 39´ otro mal despeje de la defensa visitante y el rebote le queda a Torres que saca el remate desde afuera del área que pasa apenas por encima del horizontal.
Pudo ser el descuento visitante a los 41´ con otra jugada por derecha con pase profundo para la entrada al área de Roni que saca el remate cruzado que besa el travesaño antes de irse afuera.
Peñarol se fue al descanso con el mismo marcador por el que había vencido el encuentro en São Paulo y le salió barato a la visita.
Pero ya a los 7´ del segundo tiempo Peñarol liquida el encuentro en un contragolpe perfecto. Despeje de la defensa, recibe solo Torres en el medio, alarga a la izquierda para la subida de Gargano como puntero, cruza la pelota a la derecha y Cepellini la baja al medio de primera para Canobbio que, dentro del área, engancha para hacer pasar al marcador y coloca la pelota con remate precioso, abajo, contra la base del palo derecho de Cassio que nada puede hacer marcando el 3 a 0. Un golazo de Peñarol, de esos que desmoralizan al rival y elevan la confianza propia.
Pudo descontar Corinthians a los 12´ con un tiro libre desde la derecha, directo al arco y la pelota hace una comba perfecta, pega en el travesaño y recibe el rebote Gil que remata por encima del horizontal cuando estaba el descuento blanco.
Y Peñarol no perdonó el error, porque a los 23´ llega el cuarto. Córner desde la derecha, despeja la zaga corinthiana y Cepelini la mete al área de cabeza para que entre de atrás Álvarez Martínez que queda solo frente a Cassio y define sin dejar picar la pelota para superar el esfuerzo del arquero y meterla en el arco. 4 a 0 Peñarol.
De ahí al final Peñarol controló el juego y solo recibió un par de remates peligrosos en contra. EL primero de Roni, desde fuera del área, frontal, que se pierde afuera contra el palo izquierdo. El segundo de Lucas Piton que se mete al área por izquierda y saca el remate cruzado que se pierde afuera también contra el caño izquierdo.
Todavía pudo marcar el quinto faltando dos minutos cuando Cepellini mete el pase de izquierda a derecha para la entrada al área del debutante Cristian Olivera que engancha para el medio para sacarse a su marcador y saca el remate que Cassio consigue despejar al córner por encima del horizontal en buena reacción.
Victoria aurinegra de principio a fin. Un equipo que fue muy superior a su rival y le dio una paliza histórica. Una victoria que termina siendo histórica también porque es el mayor marcador registrado por Peñarol (y por cualquier equipo uruguayo) ante un rival brasileño en toda la historia. También es la peor derrota de Corinthians en toda su historia por una copa internacional. Y en lo personal termina siendo histórica igualmente porque es el primer encuentro al que asistimos conscientes de que, desde ahora deberemos cuidar nuestra afección cardíaca.
Corinthians queda eliminado con dos fechas de antelación y a Peñarol se le abre la puerta de la clasificación. Peñarol juega mañana ante River Plate en Paraguay y le basta un empate para clasificar a la siguiente fase como campeón de este grupo.
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