Parafraseando a nuestro técnico, Peñarol se jugaba la última bala para permanecer en la competencia internacional esta noche en el CDS ante Vélez Sarsfield. Un equipo al que debió ganarla hace una semana en el Amalfitani porque lo controló bien y jugó mejor hasta faltando 15. Pero no lo consiguió por el mal endémico de este equipo (mal armado por Forlán y nuestros dirigentes) que ha sido la incapacidad para convertir goles en un porcentaje razonable con las opciones que crea (que tampoco son tantas por partido).
Saralegui apeló al mismo equipo que hace una semana, para enfrentar a un Vélez que ya traía más rodaje y realizaba un solo cambio en su once inicial.
Desde los primeros minutos tuvo más la pelota Vélez sin embargo, las pocas chances de gol del primer tiempo las tuvo Peñarol.
La primera a los 7´ con un toque de Piquerez por izquierda para la entrada al área de Terans que saca el remate rápido que rechaza el arquero Domínguez contra su palo derecho y la defensa manda al córner.
La segunda a los 12´ con un tiro libre desde la derecha enviado como centro al área, el despeje de la defensa y el remate de volea de Piquerez que se pierde afuera contra el palo derecho.
Una más a los 19´ con un remate de Terans desde la puerta del área que sale muy débil y la pelota se pierde afuera contra el palo izquierdo.
Luego se quedó el aurinegro y Vélez ya no sufrió casi jugadas de peligro. Para peor, se lesionó Urretaviscaya, otra vez en un partido importante cuando más se lo necesita.
Peñarol tuvo la última sobre los 35´ con un toque atrás para el remate de Trindade desde la medialuna y la pelota se va afuera contra el palo izquierdo.
Un primer tiempo donde de nuevo Peñarol generó las mejores chances (las únicas en realidad) y no supo convertir con lo que dejaba el encuentro abierto para una segunda etapa donde el técnico visitante Pellegrino tenía variantes en el banco para hacer.
En el segundo tiempo Pellegrino fue metiendo a los mejores que había dejado en el banco y fueron entrando Centurrión, Almada y Álvarez. Pero además entró otro jugador que nadie tenía en cuenta y que sería decisivo a favor del equipo argentino: el árbitro brasileño De Souza.
La primera para el carbonero llegó a los 15´ con un centro desde la derecha, falla Domínguez en la salida y llega exigido por el según palo Piquerez que no consigue rematar de lleno y la pelota se pierde afuera contra el palo derecho.
Un minuto después debió irse expulsado el chileno Galdames que se tiró con las dos piernas hacia adelante contra Britos. De Souza comenzó a jugar su partido a favor de Vélez y sacó amarilla. Pellegrino sustituyó inmediatamente al chileno dejando en evidencia al juez brasileño.
A los 21´ otra jugada por derecha, toque atrás y remate de Terans por encima del horizontal.
De nuevo a los 23´ un remate desde afuera del área, esta vez de Bravo que le sale muy débil y contiene sin problemas Domínguez en medio de su arco.
El primer remate al arco de la visita se da recién sobre el minuto 25´ por parte de Álvarez desde el vértice izquierdo del área y se pierde afuera contra el palo izquierdo de Dawson.
El segundo es 3´después por parte de Centurión y se pierde afuera contra el palo izquierdo.
Responde de inmediato el carbonero un minuto después con una pelota que trae el “cebolla” por el medio y saca el remate que pasa por encima del horizontal.
Sobre los 37´ un centro desde la izquierda y el cabezazo de Bravo que se pierde afuera contra el palo derecho.
Una muy clara para Vélez a los 40´ con un remate desde afuera del área de Centurión y Dawson se estira para mandarla al córner contra la base de su palo derecho.
Y ya pasada la hora, cuando nos íbamos a los penales, el juez brasileño inventa un penal de Formiliano que remata Almada para ponerla arriba contra el ángulo izquierdo de Dawson que se tiró abajo y a la derecha y con ayuda del juez, se aseguraba la clasificación el equipo argentino.
Tan evidente fue el despojo que, en la recarga, De Souza cobra penal para Peñarol por un toque del arquero Domínguez sobre Acevedo. Remata el “cebolla” contra el palo derecho, el arquero al otro lado y empate definitivo que no servía para nada por el gol de visitante.
Lo que sucedió hoy fue un despojo de otro de estos nefastos señores que la Conmebol designa para los partidos de nuestro club. Otra vergüenza más para nuestros dirigentes que carecen de peso alguno en los ámbitos internacionales.
Pero Peñarol queda eliminado antes que nada por su incapacidad de anotar los goles que necesita. Fueron 180´ donde el aurinegro fue superior a Vélez y mereció ganar ambos encuentros, pero de nuevo, fue incapaz de traducirlo en goles. Herencia del desastre que nos dejó Forlán, un improvisado a quien nuestros dirigentes le entregaron nada menos que la dirección del primer equipo.
Ahora nos queda solo lo local, donde Peñarol esta séptimo y a 10 puntos del tradicional adversario, poniendo en riesgo ya no solo el campeonato sino la actividad internacional para 2021. Un desastre una vergüenza de la que son directamente responsables nuestros dirigentes con sus decisiones.
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