Peñarol volvía al CDS después de lo que fue el despojo en Parque Capurro donde el juez Diego Riveiro inventó un penal inexistente a favor de Fénix. Un Peñarol que arrancaba último en su serie de este payasesco campeonato intermedio que la necedad de los dirigentes de la AUF se empeñan tozudamente en mantener. Pero además arrancaba 13 puntos debajo del adversario tradicional en la anual donde ocupa el cuarto puesto. Necesitado de ganar por todas esas razones, pero también porque ya empieza a hablar de que si no se puede terminar el campeonato por falta de fechas (perfectamente podrían haber quitado el intermedio para evitar eso), es probable que la clasificación a las copas quede para los equipos que ocupen esas posiciones al momento en que se cierre el campeonato.
Para eso debía ganar hoy, porque Nacional perdió ayer (con el cuadro que dirige el técnico que era para el momento que hoy vive Peñarol y al que nos perdimos por demorar en despedir a Forlán) y era una chance directa de descontar puntos antes del clásico.
En el equipo aurinegro un par de bajas por suspensión como las de Piquerez y Trindade. Jugaban Piriz en el lateral izquierdo (apenas su segundo partido), el regreso de Gargano y el “cebolla” Rodríguez a la titularidad (¿pensando en el clásico?) y de Urretaviscaya.
Enfrente Boston River, que cambió de técnico y que en sus filas contaba con un par de ex aurinegros como el “hormiga” Carlos Valdez y el argentino Martinuccio, compañeros de aquel Peñarol vice-campeón de la Libertadores de 2011.
La primera fue para el carbonero a los 4´ con un centro de Urretaviscaya desde la derecha, se lanza en palomita Britos dentro del área y toca la pelota de pecho que supera al arquero Falcón y pega en la base del palo derecho.
La segunda también. A los 10´con un tiro libre de Teráns desde la derecha, de afuera del área que pasa cerca por encima del horizontal.
Si Saralegui pensaba en un medio campo del “cebolla” con Gargano para el clásico le durón 15´. Porque en ese minuto se lesionó Gargano, solo, parado en la cancha, con una lesión que parece muscular y se suma a la seguidilla que lo ha venido afectando desde hace año y medio.
La primera para la visita fue a los 25´ y viene por un error en la salida de Peñarol cuando juegan mal atrás una pelota y le queda al argentino que la lleva y saca el remate desde afuera del área que se va por encima del horizontal.
A los 31´ debió irse expulsado Lozano que ya tenía amarilla cuando baja a Urretaviscaya en una falta tan aparatosa como innecesaria que merecía segunda amarilla. El novel árbitro Vignolo no la saca, perjudicando al equipo aurinegro.
El gol llega a los 40´ y justo es decir que Peñarol no lo merecía, porque apenas si había hecho méritos para convertirlo. Pero bastó que se enchufaran por derecha Urretaviscaya que mete un pase notable y Giovanni González que va hasta el fondo y mete el pase atrás al área, rastrero y la definición de primera de Terans, de cachetada, que supera la estirada del arquero Falcón y se mete por el medio del arco.
Un gol de otro partido, porque Peñarol no había creado nada ni había mostrado una sola jugada asociada como esa. Cómo vamos a extrañar a Terans cuando vuelva al Atlético Mineiro. Es el único capaz de hacer goles en este mediocre equipo de Peñarol.
En el segundo tiempo los cambios de la visita le dieron más presencia en ataque y Peñarol apareció más refugiado en su campo.
Así fue que pudo empatar Boston River a los 15´ cuando luego de un centro desde la derecha, entra solo por el segundo palo el argentino Silva que mete el cabezazo cruzado que se pierde apenas afuera contra la base del palo izquierdo.
Peñarol tiene una a los 17´ con un centro de Estoyanoff (que había ingresado por Urretaviscaya) desde la derecha, la pelota supera a Valdez y por atrás anticipa Terans para meter el toque que obliga a una notable atajada de Falcón para rechazar la pelota contra su palo izquierdo.
Sobre el minuto 29 un error importante del árbitro Vignolo, de nuevo en contra del carbonero. Cobra falta a favor de Boston River cuando era muy clara la falta de Bentancur que tomaba de la camiseta a Formiliano y el juez lo cobra al revés. Es tiro libre lo ejecuta magníficamente Álvarez desde la izquierda y vuela Dawson para mandar la pelota al córner por encima del horizontal en notable atajada salvando el arco.
Finalmente, a los 35´ sale en contra golpe Peñarol por izquierda, la pelota al medio para Terans que saca un zapatazo impresionante desde afuera del área que rechaza el arquero Falcón y más rápido que todos el canario Álvarez (que había ingresado por Britos) consigue el rebote y remata de sobre pique para que la pelota supere el cuerpo del arquero y se meta en el arco decretando el segundo tanto mirasol.
Esa sí ya fue demasiada ventaja para Boston River y Peñarol se limitó en los últimos minutos a tocar la pelota y hacer correr el tiempo. No obstante, tuvo otra aproximación a los 38´ con un remate de Torres desde afuera del área que contiene el arquero en medio de su arco.
Ganó Peñarol, pero no jugó nada bien. Es más, el nivel del equipo es preocupante porque no tiene mucho más que esto para ofrecer (más allá que hoy faltaron Trindade y Piquerez). Gargano terminó lesionado y seguramente tenga para un buen tiempo de recuperación. Hoy enfrentó a un equipo que pelea el descenso y no le sobró demasiado.
El cierre de este ridículo campeonato intermedio no será nada fácil. Habrá que enfrentar a Danubio en Jardines y luego el clásico. Un panorama poco alentador para este equipo que muestra tantas carencias.
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