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domingo, 30 de agosto de 2020

Lejos de todo

 Peñarol volvía al Campeón del Siglo para enfrentar al líder Wanderers, que no solo juega bien, sino que venía invicto. Un equipo bohemio que es casi una sucursal de ex jugadores carboneros. Algunos de ellos que perfectamente podrían formar parte del plantel mirasol sin desentonar en nada, como los casos de Hernán Petryk e Ignacio Lores. Pero además Wanderers cuenta con otros ex carboneros como Damián Macaluso, Juan Izquierdo, Maximiliano Pérez y Rodrigo Pastorini (esté también jugó en Nacional, aunque no lo ponían casi nunca).

Para enfrentarlos, Forlán recurrió a los mismos once hombres conque inició el juego ante Cerro Largo. El técnico debe ser de los pocos que quedó conforme con lo poco que generó el equipo en el primer tiempo y la fragilidad defensiva que muestra en cada encuentro. Para jugar contra Wanderers era un riesgo superlativo.

La visita salió a presionar desde el primer minuto en campo mirasol, consciente de que Peñarol es un equipo lento, anunciado, sin generación de futbol y con pocas ideas. Y lo hizo bien, porque pareció que Wanderers jugaba con un par de jugadores más. Cada vez que un jugador de Peñarol intentaba salir, tenía al menos dos rivales presionando.

Sin embargo, el aurinegro pudo abrir rápido el marcador cuando se queda la defensa bohemia en la salida de un córner desde la izquierda a los 3´ y el centro pasado lo cabecea solo Abascal y obliga al esfuerzo del arquero De Arruabarrena para mandarla de nuevo al córner.

Responde Wanderers a los 14´ con una jugada por derecha, Pastorini cruza la pelota al área y entra solo por el segundo palo Maxi Pérez que define mal, débil, cruzado y manda la pelota afuera contra el palo izquierdo.

Peñarol tuvo una clara a los 27´ cuando sale mal Wanderers del fondo y le entrega la pelota a Xisco que define mal, apurado, débil, sin noción de arco y manda la pelota afuera contra el palo derecho. Era la segunda falla del español (que volvió a jugar mal y hacer extrañar a Viatri) porque un rato antes se demoró en definir luego de un pase de Torres y se quedó sin poder rematar delante del área. El español se apuró cuando debió esperar y se demoró cuando debió apresurarse.

Sobre el final tuvo otra el visitante con un remate de Lores de afuera del área y contiene bien Dawson yendo abajo y atrapando con seguridad.

Un primer tiempo donde Peñarol volvió a jugar poco y fue superado en intensidad por el rival que ganó todas las divididas y que, si no creó más peligro, fue porque le faltó inspiración a la hora de pisar nuestra área.

En el segundo tiempo a los 2´, diagonal de Torres de derecha hacia el centro y remate que contiene bien el arquero De Arruabarrena.

A los 4´ tiro libre desde la derecha de Piquerez, centro al área, sale mal el arquero y gana Abascal para meter el cabezazo que con el arco libre se va afuera contra el palo derecho.

Pero a los 7´ se le empieza a venir la noche al equipo aurinegro. Tiro libre frontal, desde la media luna por falta a Abascal. Dawson se para mal, regala el palo derecho y el remate de Pastorini pasa por encima de la barrera y se mete abajo contra ese palo.

Peñarol tuvo un par de ocasiones luego de estar abajo. La primera a los 10´ con un remate de Trindade desde afuera del área y contiene bien el arquero parado en medio de su arco.

Otra más clara a los 17´ con un toque de torres de emboquillada para Terans que entra al área por izquierda y remata de sobre pique, fuerte, abajo y provoca una notable atajada del arquero De Arruabarrena.

Pero todo se acaba a los 26´cuando luego de un córner desde la derecha, sale mal Dawson, despeja la defensa y el rebote le queda a Barboza que saca el remate desde afuera del área y la pelota toma a contrapié a Dawson y desviada en un defensa, le pasa por debajo del cuerpo al arquero y se mete contra el palo izquierdo. Lápida para el partido y para el apertura.

Luego de eso Wanderers dominó el partido y la pelota ante un Peñarol que ni siquiera tuvo respuesta anímica, mucho menos futbolística.

Tuvo un par de chances como la de los 35´ con un centro de Pellistri (que ingresó tarde) desde la derecha y Britos atropella la pelota y la manda afuera contra el palo izquierdo.

Otra ya sobre la hora cuando otro centro de Pellistri es despejado por la defensa y el rebote le queda al cebolla Rodríguez que remata desde afuera y manda la pelota ancha contra el palo izquierdo.

Peñarol cayó sin levante hoy. Completamente dominado por el rival que parecía que jugaba con un par de hombres de más. El equipo no tuvo orden, no tuvo ideas, no tuvo futbol y no tuvo ni siquiera rebeldía cuando quedó abajo en el marcador.

Hoy Peñarol quedó lejos de todo. Lejos del fútbol, lejos del resultado, lejos de la actitud propia de un equipo grande y lejos del campeonato. Wanderers nos sacó 7 puntos de ventaja, pero no es solo Wandereres porque hay un lote de equipos que quedaron por encima y es imposible descontarle la ventaja a todos.

El ciclo de Forlán como técnico de Peñarol debe terminarse. Ni siquiera debió haber empezado. Desde el primer momento Forlán tomó malas decisiones. Armó mal el plantel, dejó ir jugadores que eran útiles para el equipo y trajo otros que ni siquiera ha utilizado. Peñarol no es lugar para que se foguee un técnico. Para aprender está el Footbal Manager, no el primer equipo de Peñarol.

Pero la culpa no es de Forlán. Él no se puso solo. Lo eligieron los mismos dirigentes que en la temporada pasada desguazaron al equipo y le regalaron un campeonato al tradicional adversario. Técnico y dirigentes deberían irse juntos, tomados de la mano y dejar sus lugares a personas más capaces.

No tenemos idea quien puede ser el técnico adecuado para este momento. Nos parecía que podría ser Leonardo Ramos, pero ya Danubio nos ganó de mano. Seguramente Saralegui será uno de los nominados y la verdad es que no nos gusta. Pero quien? Un panorama negro para un Peñarol que hoy quedó lejos de todo.

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