Después del
bochornoso e indigno fallo del tribunal de la FUBB (ver nota anterior) Peñarol
enfrentaba a Larreborges de visitante con la obligación moral y deportiva de
vencerlo. Pero no arrancó bien el carbonero el primer cuarto. Perdió un par de
pelotas de forma burda y erraba mucho en ataque, fallando un porcentaje alto de
lanzamientos. Por suerte, Larre tampoco acertaba y el bajo score de los
primeros minutos del juego era significativo con el trámite. Para pero,
promediando el cuarto se lesiona Zanotta que estaba jugando un buen partido y
quien seguramente sufrió fractura de tabique nasal y lo perdimos por buena parte del juego. Entró faltando poco, pero sensiblemente disminuído. Recién sobre el final del cuarto con
un triple de Wenzel consigue sacar una primera ventaja de 5 puntos y termina
ganando el cuarto por 19 a 24.
Pero al
inicio del segundo, esa ventaja que había costado tanto sacar, se pierde
rápidamente con otras bolas perdidas y fallo en ataque y Larre remonta para
empatar en 19 y llegar a pasar luego 24 a 23. En eso se produce una situación
que se veía venir. Sale Asaravicius y la tribuna de Larre lo insulta, en un
clima enrarecido por el fallo absurdo del tribunal de la FUBB que generó un
clima que era del todo inadecuado para la disputa de un encuentro de tanta
trascendencia. Eso saca a Peñarol de balance y el técnico Castrillón recibe un
técnico por parte de los jueces que permitió que Larre volviera a acercarse. Sobre
el final, el aurinegro consigue recuperar la ventaja de 5 (33 a 28) y termina
ganando el primer tiempo por 35 a 30.
Peñarol
arranca con todo el tercer cuarto sacando ventaja que primero es de 9(39 a 30)
y que llega a ampliar hasta 14 (45 a 31). Pero inexplicablemente pierde la
pelota cuando podía sacar 16 y comete una falta antideportiva, que le da vuelo
a Larre que comienza a descontar, llega primero a quedar a 3 (45 a 42), luego a
1 (52-51) y termina empatando con un triple in extremis en 54. Peñarol que
había sacado una ventaja de 14 la termina dilapidando de forma poco creíble.
Peñarol
arranca el cuarto otra vez mejor, llega a sacar 6 puntos 60 a 54 que se
transforman en 7 (67 a 60). Pero increíblemente el equipo se vuelve a quedar y
Larre va descontando hasta pasar 71 a 69 con un triple de su extranjero. Y
Peñarol no supo leer los últimos ataques, falla Pérez un tiro fácil que nos
daba la victoria y Peñarol termina cayendo 73 a 72.
Peñarol ha
cometido un pecado imperdonable en varios partidos de los que hemos visto.
Sacar ventajas apreciables y no saberlas manejar. A veces le ha dado para ganar
apretado, en otras como hoy, termina perdiendo puntos invalorables. Ahora
quedamos iguales con Cordón con Larreborges un punto atrás, complicando nuestra
chance de campeonar y obtener el ascenso directo.
No hubo
justicia divina hoy. El equipo no estuvo a la altura para ganar un punto que
era fundamental para enterrar las aspiraciones de quienes nos han perjudicado
fuera de la cancha. A Larreborges le salió redonda su jugada reñida con la
ética. Nos quitó tres puntos y el derecho de jugar de locatario.
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