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domingo, 18 de agosto de 2019

De nuevo la dejamos pasar


Peñarol enfrentaba a Juventud en casa sabiendo que el rival de siempre había vuelto dejar puntos y se abría nuevamente la chance de sacar ventaja en la anual, pero sabiendo también que había ganado Cerro Largo y quedado como puntero provisional de la anual.

Con la noticia en la semana de que también Darwin Nuñez se puede ir, López armó el equipo con los regresos del juvenil en delantera y de Trindade en el medio. Con la injusta suspensión de Canobbio mal expulsado ante Defensor, López se inclinó por Estoyanoff como titular después de mucho tiempo.

Y Peñarol jugó un pésimo primer tiempo. No generó fútbol en el medio, no creó situaciones de peligro y fue endeble en defensa, donde extraña enormemente a Lema (Abascal no está ni cerca del nivel del argentino).

Así Juventud se fue animando. Simplemente con presionar arriba, pararse ordenado atrás y manejar mejor la pelota cuando la tuvo. No generaba demasiado, pero fue acumulando córners a favor que, por fortuna, no resolvió bien.

La primera de Juventud es un remate desde afuera del área, frontal de Varela que se pierde arriba del horizontal.

Peñarol tuvo dos seguidas. La primera a los 29´ (si recién sobre la media hora de juego) con una pelota que trae Lores por el medio, queda sucia a la puerta del área y consigue rematar de media vuelta Nuñez y el arquero Rodríguez vuela para sacar al córner contra el palo izquierdo.

Un minuto después, luego de la salida de ese córner, una vez que despeja la defensa le queda a Lores que mete el centro desde la derecha y el cabezazo cruzado de Trindade supera la salida del arquero y pega en el palo derecho cuando estaba vacío el arco.

Luego de eso, Peñarol no llegó más con peligro y Juventud tuvo apenas una tímida sobre los 33´ con un remate desde afuera del área de Pintado que se pierde afuera contra el pelo derecho de Dawson.

Un primer tiempo decepcionante del equipo aurinegro que cada vez deja más en evidencia que es mucho menos que el equipo con el que empezó el tornero y donde ahora todavía se puede ir Núñez.

El segundo tiempo fue más de lo mismo. Un equipo sin ideas, sin futbol, sin remates al arco. Un equipo que es exasperante por la falta de juego y de opciones.

A los 5 un córner desde la derecha y el cabezazo de Formiliano que atrapa el arquero Rodríguez en medio de su arco.

Sobre los 27´ un toque de Viatri para Nuñez que entra en diagonal desde la izquierda y su remate trabado se va afuera contra el palo izquierdo al córner.

A los 29´ un contragolpe de Juventud y el remate de Varela desde la derecha que contiene bien Dawson.

En el minuto 33 un remate desde afuera del área de Abascal que se pierde ancho contra el palo izquierdo.


Sobre los 43´ la más clara que tuvo el aurinegro. Un centro al área despeja la defensa y el remate impresionante de afuera de Trindade que era gol y el arquero se manda una impresionante atajada para evitar el tanto.

Faltando un minuto, ya con Peñarol desesperado, se va expulsado Abascal por segunda amarilla.

Peñarol fue un equipo entreverado, que no supo imponerse ante un rival claramente inferior a quien le bastó con pararse ordenadamente para no sufrir el partido. El aurinegro no desbordó nunca bien, no lo hizo Lores, ni Estoyanoff, ni Rojas, ni Busquets, ni Giovanni cuando entró. Tan solo el juvenil Pellistri mostró algo de lo que debió hacer el equipo. Peñarol intentó entrar por el medio, donde estaba parado todo Juventud, levantó centros malos, pasados, cortos o llovidos para el arquero y casi no remató desde afuera (él único remate bueno fue el de Trindade que motivó una impresionante atajada del arquero).

Peñarol pierde dos puntos con el equipo que va último en todas las tablas, que solo gano 5 partidos en todo el año y que está condenado a irse al descenso. Una muestra clara del equipo mediocre que nos dejó esta dirigencia luego del período de pases, donde vendió todo lo que se podía vender (y aún puede vender algún jugador más) y no trajo a nadie para reemplazar esas pérdidas. Esta vez no es culpa de los jugadores (están los que nos quedaron) es a medias del técnico que pone lo que tiene pero que se conformó con lo que le dejaron y no exigió que reemplazaran a esos que se iban. Y la culpa al 100% es de los dirigentes y el gerente deportivo que vendieron sin reponer.

Ahora viene River en su cancha, ya compartiendo la anual con Cerro Largo y dejando de pasar dos veces seguidas la chance de aumentar ventajas a Nacional, justo antes del clásico.

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