Peñarol
enfrentaba a Juventud en casa sabiendo que el rival de siempre había vuelto
dejar puntos y se abría nuevamente la chance de sacar ventaja en la anual, pero
sabiendo también que había ganado Cerro Largo y quedado como puntero
provisional de la anual.
Con la
noticia en la semana de que también Darwin Nuñez se puede ir, López armó el
equipo con los regresos del juvenil en delantera y de Trindade en el medio. Con
la injusta suspensión de Canobbio mal expulsado ante Defensor, López se inclinó
por Estoyanoff como titular después de mucho tiempo.
Y Peñarol
jugó un pésimo primer tiempo. No generó fútbol en el medio, no creó situaciones
de peligro y fue endeble en defensa, donde extraña enormemente a Lema (Abascal
no está ni cerca del nivel del argentino).
Así
Juventud se fue animando. Simplemente con presionar arriba, pararse ordenado
atrás y manejar mejor la pelota cuando la tuvo. No generaba demasiado, pero fue
acumulando córners a favor que, por fortuna, no resolvió bien.
La primera
de Juventud es un remate desde afuera del área, frontal de Varela que se pierde
arriba del horizontal.
Peñarol
tuvo dos seguidas. La primera a los 29´ (si recién sobre la media hora de
juego) con una pelota que trae Lores por el medio, queda sucia a la puerta del
área y consigue rematar de media vuelta Nuñez y el arquero Rodríguez vuela para
sacar al córner contra el palo izquierdo.
Un minuto
después, luego de la salida de ese córner, una vez que despeja la defensa le
queda a Lores que mete el centro desde la derecha y el cabezazo cruzado de
Trindade supera la salida del arquero y pega en el palo derecho cuando estaba vacío
el arco.
Luego de
eso, Peñarol no llegó más con peligro y Juventud tuvo apenas una tímida sobre
los 33´ con un remate desde afuera del área de Pintado que se pierde afuera
contra el pelo derecho de Dawson.
Un primer
tiempo decepcionante del equipo aurinegro que cada vez deja más en evidencia
que es mucho menos que el equipo con el que empezó el tornero y donde ahora
todavía se puede ir Núñez.
El segundo
tiempo fue más de lo mismo. Un equipo sin ideas, sin futbol, sin remates al
arco. Un equipo que es exasperante por la falta de juego y de opciones.
A los 5 un
córner desde la derecha y el cabezazo de Formiliano que atrapa el arquero
Rodríguez en medio de su arco.
Sobre los
27´ un toque de Viatri para Nuñez que entra en diagonal desde la izquierda y su
remate trabado se va afuera contra el palo izquierdo al córner.
A los 29´
un contragolpe de Juventud y el remate de Varela desde la derecha que contiene
bien Dawson.
En el
minuto 33 un remate desde afuera del área de Abascal que se pierde ancho contra
el palo izquierdo.
Sobre los 43´
la más clara que tuvo el aurinegro. Un centro al área despeja la defensa y el
remate impresionante de afuera de Trindade que era gol y el arquero se manda
una impresionante atajada para evitar el tanto.
Faltando un
minuto, ya con Peñarol desesperado, se va expulsado Abascal por segunda
amarilla.
Peñarol fue
un equipo entreverado, que no supo imponerse ante un rival claramente inferior
a quien le bastó con pararse ordenadamente para no sufrir el partido. El
aurinegro no desbordó nunca bien, no lo hizo Lores, ni Estoyanoff, ni Rojas, ni
Busquets, ni Giovanni cuando entró. Tan solo el juvenil Pellistri mostró algo
de lo que debió hacer el equipo. Peñarol intentó entrar por el medio, donde
estaba parado todo Juventud, levantó centros malos, pasados, cortos o llovidos
para el arquero y casi no remató desde afuera (él único remate bueno fue el de
Trindade que motivó una impresionante atajada del arquero).
Peñarol
pierde dos puntos con el equipo que va último en todas las tablas, que solo
gano 5 partidos en todo el año y que está condenado a irse al descenso. Una
muestra clara del equipo mediocre que nos dejó esta dirigencia luego del
período de pases, donde vendió todo lo que se podía vender (y aún puede vender
algún jugador más) y no trajo a nadie para reemplazar esas pérdidas. Esta vez
no es culpa de los jugadores (están los que nos quedaron) es a medias del
técnico que pone lo que tiene pero que se conformó con lo que le dejaron y no exigió
que reemplazaran a esos que se iban. Y la culpa al 100% es de los dirigentes y
el gerente deportivo que vendieron sin reponer.
Ahora viene
River en su cancha, ya compartiendo la anual con Cerro Largo y dejando de pasar
dos veces seguidas la chance de aumentar ventajas a Nacional, justo antes del
clásico.
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