Peñarol
volvía a la copa Sudamericana, luego de pasar la serie ante Deportivo Cali con
las bajas definitivas de Lucas Hernández, Cristian Lema, Maximiliano Rodríguez
y Gabriel Fernández. ¿Quién llego para reemplazarlos? Nadie. Y ahí se demuestra
la falta de ambición de nuestros dirigentes y el conformismo de nuestro
técnico, que aún pueden dejar que se vaya alguno más mientras hay período en
los principales mercados extranjeros.
Pero a
estas se sumaba la lesión de Lores justo cuando venía levantando su nivel (el
mejor ante Progreso el sábado) y la de Darwin Núñez, también cuando venía
aumentando su rendimiento por una absurda convocatoria para disputar un torneo
que no le importa a nadie y que no sirve para nada. Es más, Uruguay es el
actual campeón de ese torneo ¿y quién se acuerda? El lector podría pensar que
clasifica para los juegos olímpicos, pero tampoco. No es este panamericano sino
el siguiente quien clasifica para esa instancia. ¿A santo de que se atenta
contra la actividad internacional de los clubes? La AUF debe defender los
intereses de los clubes, para eso se creó, pero con su nueva orientación parece
defender otros intereses espurios.
El rival
era Fluminense, un equipo en crisis. En crisis institucional porque desde que
en 2014 perdió el patrocinio de la empresa Unimed, está literalmente en
quiebra. Fue perdiendo sus mejores jugadores que le dieron dos campeonatos
brasileños y no pudo contratar en consecuencia. También en crisis deportiva
porque hacía 8 partidos que no gana y está en zona de descenso en el brasileirão.
Cualquier semejanza con la situación del Paranaense en la Sudmericana pasada,
es mera coincidencia.
Un equipo
muy joven (con alguna excepción como Ganso y Digão) y por ende irregular. Capaz
de jugar muy bien y golear (como ante Cruzeiro por el campeonato y Nacional de
Medellín por esta Copa) o de perder ante equipos limitados (como Goias o Bahía
a quien eliminó Liverpool sin mayor esfuerzo). Un equipo que tiene la característica
de su técnico, Fernando Diniz (el mismo que fue cesado en Paranaense el año
pasado antes de jugar ante Peñarol), mucho toque de pelota y salida desde el
fondo con toque. Una característica que Peñarol debía intentar aprovechar, ante
una defensa que no es de las más sólidas.
Ha
solucionado uno de sus problemas contratando a Muriel para su arco (arquero
hermano de Alisson el de la selección brasileña) pero ha perdido a Luciano su
goleador (15 goles en 31 partidos). Recuperó a Pedro, goleador de nivel de
selección y tenía como baja al juvenil João Pedro por lesión. Es un equipo
brasileño y tiene buenos jugadores (Pedro, Ganso, Marcos Paulo) por lo que la
tarea no era nada fácil para el carbonero.
En el
aurinegro volvían Formiliano en la zaga, Gargano en el medio y Viatri adelante.
También era de la partida Guzmán Pereira que salió sentido ante Progreso y que
rápidamente quedó demostrado que no estaba para jugar hoy.
Desde el
principio dominó la visita. Tocando bien la pelota en todo el campo, imponiendo
su ritmo y marcando los tiempos. Cometió errores atrás, los errores que eran
esperables, pero Peñarol no los aprovechó, en una pelota que robo Gastón Rodríguez
y nadie ayudó a Viatri y luego en un error del arquero Muriel que tampoco se capitalizó.
Y quien si
aprovechó un error en salida fue Fluminense. Fue a los 17´ cuando Dawson saca
mal la pelota en salida, la deja corta, Marcos Paulo le gana a Giovanni Gonzales
a quien la pelota toma saliendo y a contrapié y toca al medio donde entraba el
colombiano Yony González, que controla, entra al área por el medio y toca sutil
para superar la salida de Dawson y meter la pelota contra el palo derecho. 0 a
1 abajo, gol de visitante y balde de agua fría en el CDS.
Para
empeorar las cosas a los 31´ se tiene que ir Guzmán Pereira lesionado,
reemplazado por Trindade.
Peñarol
deambuló el resto del primer tiempo ante un equipo carioca que jugó muy cómodo
y controló siempre el partido.
Pudo
aumentar la visita a los 33´ con un tiro libre desde la derecha en forma de
centro y cabezazo en el segundo palo de Pedro que contiene bien Dawson.
Recién
sobre los últimos minutos se vio algo del aurinegro, mas por ganas que por
fútbol, empujado por la tribuna.
Al filo de
los 45´ tiro libre frontal que se juega hacia la derecha para Giovanni
González, centro al área y cabezazo de Gastón Rodríguez que consigue rozar
Muriel para desviar y mandar al córner por encima del horizontal.
Ya pasada
la hora, un despeje que le queda a Trindade en la puerta del área y el remate
del ex Racing nuevamente consigue rozarlo Muriel para mandarla al córner otra
vez por encima del horizontal.
El segundo
tiempo se presentó igual, porque Peñarol quería, pero no podía y Fluminense
controlaba.
Las
primeras fueron para la visita. A los 5´ va Yony González por derecha, le gana
a Gargano, se mete en el área y saca el remate que se pierde afuera contra el
palo izquierdo.
Un minuto
después, un remate desde afuera del área de Pedro que contiene bien Dawson.
Otra vez a
los 10´ con un pase filtrado para Pedro que entra al área y saca el remate que
vuelve a atrapar Dawson.
De ahí en
más, Peñarol se fue adelante empujado por la gente, pero sin fútbol y acumuló
algunas chances para convertir. Así a los 14´ un centro desde la derecha de Giovanni
y se lanza en palomita Viatri en el área y no llega por muy poco cuando parecía
que estaba el empate.
A los 22´
un tiro libre desde la izquierda al área y entra por el segundo palo Gastón Rodríguez
y saca el remate a la carrera que consigue rechazar Muriel contra el palo
izquierdo.
Sobre los
24´ un córner desde la derecha y cabezazo débil de Formiliano que contiene
Muriel sin problemas.
Peñarol se
iba arriba, sin futbol y solo con ganas y se exponía al contraataque. Y así
sucedió a los 25´. Contraataque visitante, pase filtrado de Daniel para
González, no llega Formiliano, sale desesperado Dawson y el colombiano que
anticipa para meter el toque y mandar la pelota suave y rastrera contra el arco
vacío. 2 a 0 Fluminense y partido liquidado (y clasificación también).
Fue el
mazazo para un equipo que quiso, pero no pudo y fue superado simplemente por un
equipo que tocó mejor la pelota y fue más veloz que el nuestro.
A los 32´
puedo venir el tercero cuando mandaron la pelota para González como puntero
derecho, centro al área y cabezazo desviado de Pedro afuera contra el palo
derecho.
Sobre los
38´, centro al área desde la izquierda y remate de Estoyanoff (que entró por
Canobbio) y la pelota pega en un zaguero y se va al córner cuando parecía que
entraba.
De nuevo a
los 41´ con otro remate desde Estoyanoff desde fuera del área y contiene
Muriel.
Y cuando se
terminaba el encuentro, una salida con cambio de frente largo de izquierda a derecha
de Trindade, domina Brian Rodríguez sobre la raya, se saca al marcador con un movimiento
y mete el pase rastrero al corazón del área donde entraba Gastón Rodríguez que
toca de primera, sutil para cruzar la pelota ante la salida del arquero y
meterla contra la base del palo izquierdo. Gol del honor para Peñarol que
pensamos que poco servirá en la serie.
Peñarol
está prácticamente eliminado de la Sudamericana y era difícil esperar otra cosa
con un equipo que se ha debilitado notoriamente en este semestre.
Responsabilidad primera de los dirigentes, que no apostaron por traer jugadores
que suplieran a los que necesariamente se iban a ir. Y puede ser aún peor,
porque queda un mes de período de pases en los mercados fuertes y ahora sin
competencia internacional, será aún más tentador para algunos jugadores buscar
fortuna en otra parte. Es frustrante comprobar lo miope de la mirada de nuestros
dirigentes. También es responsable el técnico por aceptar esta situación y no
hacer su parte para contratar los jugadores que evidentemente necesita este
equipo.
Peñarol,
que fue un equipo que aun sin la confianza de los dirigentes a principio de
año, peleó hasta al final la clasificación en la Libertadores, quedó muy
disminuido con las salidas y sin refuerzos se transforma en un equipo sin
chance alguna a nivel internacional y que deberá sufrir mucho para ganar en lo
local (lo demostró Progreso hace 3 días).
Peñarol
puso ganas, enjundia, ese temple que siempre le requerimos a los equipos
aurinegros, pero no tuvo futbol y no alcanzó. ¿Se le puede pedir algo más a
este equipo? Desde la salida de Maxi Rodríguez (el argentino) a Peñarol le ha
faltado un generador de fútbol, un tipo que ponga la pausa y el pase justo y
explote la velocidad y habilidad de nuestros extremos. Y eso se ha notado en
partidos claves, como ante Flamengo, en el clásico y en el partido de hoy.
Ahora vendrá
una batalla ante Danubio y un viaje a Rio de Janeiro para lograr la casi
imposible misión de derrotar a este Fluminense por dos goles de ventaja.
Peñarol
volvía a la copa Sudamericana, luego de pasar la serie ante Deportivo Cali con
las bajas definitivas de Lucas Hernández, Cristian Lema, Maximiliano Rodríguez
y Gabriel Fernández. ¿Quién llego para reemplazarlos? Nadie. Y ahí se demuestra
la falta de ambición de nuestros dirigentes y el conformismo de nuestro
técnico, que aún pueden dejar que se vaya alguno más mientras hay período en
los principales mercados extranjeros.
Pero a
estas se sumaba la lesión de Lores justo cuando venía levantando su nivel (el
mejor ante Progreso el sábado) y la de Darwin Núñez, también cuando venía
aumentando su rendimiento por una absurda convocatoria para disputar un torneo
que no le importa a nadie y que no sirve para nada. Es más, Uruguay es el
actual campeón de ese torneo ¿y quién se acuerda? El lector podría pensar que
clasifica para los juegos olímpicos, pero tampoco. No es este panamericano sino
el siguiente quien clasifica para esa instancia. ¿A santo de que se atenta
contra la actividad internacional de los clubes? La AUF debe defender los
intereses de los clubes, para eso se creó, pero con su nueva orientación parece
defender otros intereses espurios.
El rival
era Fluminense, un equipo en crisis. En crisis institucional porque desde que
en 2014 perdió el patrocinio de la empresa Unimed, está literalmente en
quiebra. Fue perdiendo sus mejores jugadores que le dieron dos campeonatos
brasileños y no pudo contratar en consecuencia. También en crisis deportiva
porque hacía 8 partidos que no gana y está en zona de descenso en el brasileirão.
Cualquier semejanza con la situación del Paranaense en la Sudmericana pasada,
es mera coincidencia.
Un equipo
muy joven (con alguna excepción como Ganso y Digão) y por ende irregular. Capaz
de jugar muy bien y golear (como ante Cruzeiro por el campeonato y Nacional de
Medellín por esta Copa) o de perder ante equipos limitados (como Goias o Bahía
a quien eliminó Liverpool sin mayor esfuerzo). Un equipo que tiene la característica
de su técnico, Fernando Diniz (el mismo que fue cesado en Paranaense el año
pasado antes de jugar ante Peñarol), mucho toque de pelota y salida desde el
fondo con toque. Una característica que Peñarol debía intentar aprovechar, ante
una defensa que no es de las más sólidas.
Ha
solucionado uno de sus problemas contratando a Muriel para su arco (arquero
hermano de Alisson el de la selección brasileña) pero ha perdido a Luciano su
goleador (15 goles en 31 partidos). Recuperó a Pedro, goleador de nivel de
selección y tenía como baja al juvenil João Pedro por lesión. Es un equipo
brasileño y tiene buenos jugadores (Pedro, Ganso, Marcos Paulo) por lo que la
tarea no era nada fácil para el carbonero.
En el
aurinegro volvían Formiliano en la zaga, Gargano en el medio y Viatri adelante.
También era de la partida Guzmán Pereira que salió sentido ante Progreso y que
rápidamente quedó demostrado que no estaba para jugar hoy.
Desde el
principio dominó la visita. Tocando bien la pelota en todo el campo, imponiendo
su ritmo y marcando los tiempos. Cometió errores atrás, los errores que eran
esperables, pero Peñarol no los aprovechó, en una pelota que robo Gastón Rodríguez
y nadie ayudó a Viatri y luego en un error del arquero Muriel que tampoco se capitalizó.
Y quien si
aprovechó un error en salida fue Fluminense. Fue a los 17´ cuando Dawson saca
mal la pelota en salida, la deja corta, Marcos Paulo le gana a Giovanni Gonzales
a quien la pelota toma saliendo y a contrapié y toca al medio donde entraba el
colombiano Yony González, que controla, entra al área por el medio y toca sutil
para superar la salida de Dawson y meter la pelota contra el palo derecho. 0 a
1 abajo, gol de visitante y balde de agua fría en el CDS.
Para
empeorar las cosas a los 31´ se tiene que ir Guzmán Pereira lesionado,
reemplazado por Trindade.
Peñarol
deambuló el resto del primer tiempo ante un equipo carioca que jugó muy cómodo
y controló siempre el partido.
Pudo
aumentar la visita a los 33´ con un tiro libre desde la derecha en forma de
centro y cabezazo en el segundo palo de Pedro que contiene bien Dawson.
Recién
sobre los últimos minutos se vio algo del aurinegro, mas por ganas que por
fútbol, empujado por la tribuna.
Al filo de
los 45´ tiro libre frontal que se juega hacia la derecha para Giovanni
González, centro al área y cabezazo de Gastón Rodríguez que consigue rozar
Muriel para desviar y mandar al córner por encima del horizontal.
Ya pasada
la hora, un despeje que le queda a Trindade en la puerta del área y el remate
del ex Racing nuevamente consigue rozarlo Muriel para mandarla al córner otra
vez por encima del horizontal.
El segundo
tiempo se presentó igual, porque Peñarol quería, pero no podía y Fluminense
controlaba.
Las
primeras fueron para la visita. A los 5´ va Yony González por derecha, le gana
a Gargano, se mete en el área y saca el remate que se pierde afuera contra el
palo izquierdo.
Un minuto
después, un remate desde afuera del área de Pedro que contiene bien Dawson.
Otra vez a
los 10´ con un pase filtrado para Pedro que entra al área y saca el remate que
vuelve a atrapar Dawson.
De ahí en
más, Peñarol se fue adelante empujado por la gente, pero sin fútbol y acumuló
algunas chances para convertir. Así a los 14´ un centro desde la derecha de Giovanni
y se lanza en palomita Viatri en el área y no llega por muy poco cuando parecía
que estaba el empate.
A los 22´
un tiro libre desde la izquierda al área y entra por el segundo palo Gastón Rodríguez
y saca el remate a la carrera que consigue rechazar Muriel contra el palo
izquierdo.
Sobre los
24´ un córner desde la derecha y cabezazo débil de Formiliano que contiene
Muriel sin problemas.
Peñarol se
iba arriba, sin futbol y solo con ganas y se exponía al contraataque. Y así
sucedió a los 25´. Contraataque visitante, pase filtrado de Daniel para
González, no llega Formiliano, sale desesperado Dawson y el colombiano que
anticipa para meter el toque y mandar la pelota suave y rastrera contra el arco
vacío. 2 a 0 Fluminense y partido liquidado (y clasificación también).
Fue el
mazazo para un equipo que quiso, pero no pudo y fue superado simplemente por un
equipo que tocó mejor la pelota y fue más veloz que el nuestro.
A los 32´
puedo venir el tercero cuando mandaron la pelota para González como puntero
derecho, centro al área y cabezazo desviado de Pedro afuera contra el palo
derecho.
Sobre los
38´, centro al área desde la izquierda y remate de Estoyanoff (que entró por
Canobbio) y la pelota pega en un zaguero y se va al córner cuando parecía que
entraba.
De nuevo a
los 41´ con otro remate desde Estoyanoff desde fuera del área y contiene
Muriel.
Y cuando se
terminaba el encuentro, una salida con cambio de frente largo de izquierda a derecha
de Trindade, domina Brian Rodríguez sobre la raya, se saca al marcador con un movimiento
y mete el pase rastrero al corazón del área donde entraba Gastón Rodríguez que
toca de primera, sutil para cruzar la pelota ante la salida del arquero y
meterla contra la base del palo izquierdo. Gol del honor para Peñarol que
pensamos que poco servirá en la serie.
Peñarol
está prácticamente eliminado de la Sudamericana y era difícil esperar otra cosa
con un equipo que se ha debilitado notoriamente en este semestre.
Responsabilidad primera de los dirigentes, que no apostaron por traer jugadores
que suplieran a los que necesariamente se iban a ir. Y puede ser aún peor,
porque queda un mes de período de pases en los mercados fuertes y ahora sin
competencia internacional, será aún más tentador para algunos jugadores buscar
fortuna en otra parte. Es frustrante comprobar lo miope de la mirada de nuestros
dirigentes. También es responsable el técnico por aceptar esta situación y no
hacer su parte para contratar los jugadores que evidentemente necesita este
equipo.
Peñarol,
que fue un equipo que aun sin la confianza de los dirigentes a principio de
año, peleó hasta al final la clasificación en la Libertadores, quedó muy
disminuido con las salidas y sin refuerzos se transforma en un equipo sin
chance alguna a nivel internacional y que deberá sufrir mucho para ganar en lo
local (lo demostró Progreso hace 3 días).
Peñarol
puso ganas, enjundia, ese temple que siempre le requerimos a los equipos
aurinegros, pero no tuvo futbol y no alcanzó. ¿Se le puede pedir algo más a
este equipo? Desde la salida de Maxi Rodríguez (el argentino) a Peñarol le ha
faltado un generador de fútbol, un tipo que ponga la pausa y el pase justo y
explote la velocidad y habilidad de nuestros extremos. Y eso se ha notado en
partidos claves, como ante Flamengo, en el clásico y en el partido de hoy.
Ahora vendrá
una batalla ante Danubio y un viaje a Rio de Janeiro para lograr la casi
imposible misión de derrotar a este Fluminense por dos goles de ventaja.
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