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miércoles, 24 de julio de 2019

(Casi) eliminados



Peñarol volvía a la copa Sudamericana, luego de pasar la serie ante Deportivo Cali con las bajas definitivas de Lucas Hernández, Cristian Lema, Maximiliano Rodríguez y Gabriel Fernández. ¿Quién llego para reemplazarlos? Nadie. Y ahí se demuestra la falta de ambición de nuestros dirigentes y el conformismo de nuestro técnico, que aún pueden dejar que se vaya alguno más mientras hay período en los principales mercados extranjeros.

Pero a estas se sumaba la lesión de Lores justo cuando venía levantando su nivel (el mejor ante Progreso el sábado) y la de Darwin Núñez, también cuando venía aumentando su rendimiento por una absurda convocatoria para disputar un torneo que no le importa a nadie y que no sirve para nada. Es más, Uruguay es el actual campeón de ese torneo ¿y quién se acuerda? El lector podría pensar que clasifica para los juegos olímpicos, pero tampoco. No es este panamericano sino el siguiente quien clasifica para esa instancia. ¿A santo de que se atenta contra la actividad internacional de los clubes? La AUF debe defender los intereses de los clubes, para eso se creó, pero con su nueva orientación parece defender otros intereses espurios.

El rival era Fluminense, un equipo en crisis. En crisis institucional porque desde que en 2014 perdió el patrocinio de la empresa Unimed, está literalmente en quiebra. Fue perdiendo sus mejores jugadores que le dieron dos campeonatos brasileños y no pudo contratar en consecuencia. También en crisis deportiva porque hacía 8 partidos que no gana y está en zona de descenso en el brasileirão. Cualquier semejanza con la situación del Paranaense en la Sudmericana pasada, es mera coincidencia.

Un equipo muy joven (con alguna excepción como Ganso y Digão) y por ende irregular. Capaz de jugar muy bien y golear (como ante Cruzeiro por el campeonato y Nacional de Medellín por esta Copa) o de perder ante equipos limitados (como Goias o Bahía a quien eliminó Liverpool sin mayor esfuerzo). Un equipo que tiene la característica de su técnico, Fernando Diniz (el mismo que fue cesado en Paranaense el año pasado antes de jugar ante Peñarol), mucho toque de pelota y salida desde el fondo con toque. Una característica que Peñarol debía intentar aprovechar, ante una defensa que no es de las más sólidas.

Ha solucionado uno de sus problemas contratando a Muriel para su arco (arquero hermano de Alisson el de la selección brasileña) pero ha perdido a Luciano su goleador (15 goles en 31 partidos). Recuperó a Pedro, goleador de nivel de selección y tenía como baja al juvenil João Pedro por lesión. Es un equipo brasileño y tiene buenos jugadores (Pedro, Ganso, Marcos Paulo) por lo que la tarea no era nada fácil para el carbonero.

En el aurinegro volvían Formiliano en la zaga, Gargano en el medio y Viatri adelante. También era de la partida Guzmán Pereira que salió sentido ante Progreso y que rápidamente quedó demostrado que no estaba para jugar hoy.

Desde el principio dominó la visita. Tocando bien la pelota en todo el campo, imponiendo su ritmo y marcando los tiempos. Cometió errores atrás, los errores que eran esperables, pero Peñarol no los aprovechó, en una pelota que robo Gastón Rodríguez y nadie ayudó a Viatri y luego en un error del arquero Muriel que tampoco se capitalizó.

Y quien si aprovechó un error en salida fue Fluminense. Fue a los 17´ cuando Dawson saca mal la pelota en salida, la deja corta, Marcos Paulo le gana a Giovanni Gonzales a quien la pelota toma saliendo y a contrapié y toca al medio donde entraba el colombiano Yony González, que controla, entra al área por el medio y toca sutil para superar la salida de Dawson y meter la pelota contra el palo derecho. 0 a 1 abajo, gol de visitante y balde de agua fría en el CDS.

Para empeorar las cosas a los 31´ se tiene que ir Guzmán Pereira lesionado, reemplazado por Trindade.

Peñarol deambuló el resto del primer tiempo ante un equipo carioca que jugó muy cómodo y controló siempre el partido.

Pudo aumentar la visita a los 33´ con un tiro libre desde la derecha en forma de centro y cabezazo en el segundo palo de Pedro que contiene bien Dawson.

Recién sobre los últimos minutos se vio algo del aurinegro, mas por ganas que por fútbol, empujado por la tribuna.

Al filo de los 45´ tiro libre frontal que se juega hacia la derecha para Giovanni González, centro al área y cabezazo de Gastón Rodríguez que consigue rozar Muriel para desviar y mandar al córner por encima del horizontal.

Ya pasada la hora, un despeje que le queda a Trindade en la puerta del área y el remate del ex Racing nuevamente consigue rozarlo Muriel para mandarla al córner otra vez por encima del horizontal.

El segundo tiempo se presentó igual, porque Peñarol quería, pero no podía y Fluminense controlaba.

Las primeras fueron para la visita. A los 5´ va Yony González por derecha, le gana a Gargano, se mete en el área y saca el remate que se pierde afuera contra el palo izquierdo.

Un minuto después, un remate desde afuera del área de Pedro que contiene bien Dawson.

Otra vez a los 10´ con un pase filtrado para Pedro que entra al área y saca el remate que vuelve a atrapar Dawson.

De ahí en más, Peñarol se fue adelante empujado por la gente, pero sin fútbol y acumuló algunas chances para convertir. Así a los 14´ un centro desde la derecha de Giovanni y se lanza en palomita Viatri en el área y no llega por muy poco cuando parecía que estaba el empate.

A los 22´ un tiro libre desde la izquierda al área y entra por el segundo palo Gastón Rodríguez y saca el remate a la carrera que consigue rechazar Muriel contra el palo izquierdo.

Sobre los 24´ un córner desde la derecha y cabezazo débil de Formiliano que contiene Muriel sin problemas.

Peñarol se iba arriba, sin futbol y solo con ganas y se exponía al contraataque. Y así sucedió a los 25´. Contraataque visitante, pase filtrado de Daniel para González, no llega Formiliano, sale desesperado Dawson y el colombiano que anticipa para meter el toque y mandar la pelota suave y rastrera contra el arco vacío. 2 a 0 Fluminense y partido liquidado (y clasificación también).

Fue el mazazo para un equipo que quiso, pero no pudo y fue superado simplemente por un equipo que tocó mejor la pelota y fue más veloz que el nuestro.

A los 32´ puedo venir el tercero cuando mandaron la pelota para González como puntero derecho, centro al área y cabezazo desviado de Pedro afuera contra el palo derecho.

Sobre los 38´, centro al área desde la izquierda y remate de Estoyanoff (que entró por Canobbio) y la pelota pega en un zaguero y se va al córner cuando parecía que entraba.

De nuevo a los 41´ con otro remate desde Estoyanoff desde fuera del área y contiene Muriel.

Y cuando se terminaba el encuentro, una salida con cambio de frente largo de izquierda a derecha de Trindade, domina Brian Rodríguez sobre la raya, se saca al marcador con un movimiento y mete el pase rastrero al corazón del área donde entraba Gastón Rodríguez que toca de primera, sutil para cruzar la pelota ante la salida del arquero y meterla contra la base del palo izquierdo. Gol del honor para Peñarol que pensamos que poco servirá en la serie.

Peñarol está prácticamente eliminado de la Sudamericana y era difícil esperar otra cosa con un equipo que se ha debilitado notoriamente en este semestre. Responsabilidad primera de los dirigentes, que no apostaron por traer jugadores que suplieran a los que necesariamente se iban a ir. Y puede ser aún peor, porque queda un mes de período de pases en los mercados fuertes y ahora sin competencia internacional, será aún más tentador para algunos jugadores buscar fortuna en otra parte. Es frustrante comprobar lo miope de la mirada de nuestros dirigentes. También es responsable el técnico por aceptar esta situación y no hacer su parte para contratar los jugadores que evidentemente necesita este equipo.

Peñarol, que fue un equipo que aun sin la confianza de los dirigentes a principio de año, peleó hasta al final la clasificación en la Libertadores, quedó muy disminuido con las salidas y sin refuerzos se transforma en un equipo sin chance alguna a nivel internacional y que deberá sufrir mucho para ganar en lo local (lo demostró Progreso hace 3 días).

Peñarol puso ganas, enjundia, ese temple que siempre le requerimos a los equipos aurinegros, pero no tuvo futbol y no alcanzó. ¿Se le puede pedir algo más a este equipo? Desde la salida de Maxi Rodríguez (el argentino) a Peñarol le ha faltado un generador de fútbol, un tipo que ponga la pausa y el pase justo y explote la velocidad y habilidad de nuestros extremos. Y eso se ha notado en partidos claves, como ante Flamengo, en el clásico y en el partido de hoy.

Ahora vendrá una batalla ante Danubio y un viaje a Rio de Janeiro para lograr la casi imposible misión de derrotar a este Fluminense por dos goles de ventaja.
Peñarol volvía a la copa Sudamericana, luego de pasar la serie ante Deportivo Cali con las bajas definitivas de Lucas Hernández, Cristian Lema, Maximiliano Rodríguez y Gabriel Fernández. ¿Quién llego para reemplazarlos? Nadie. Y ahí se demuestra la falta de ambición de nuestros dirigentes y el conformismo de nuestro técnico, que aún pueden dejar que se vaya alguno más mientras hay período en los principales mercados extranjeros.

Pero a estas se sumaba la lesión de Lores justo cuando venía levantando su nivel (el mejor ante Progreso el sábado) y la de Darwin Núñez, también cuando venía aumentando su rendimiento por una absurda convocatoria para disputar un torneo que no le importa a nadie y que no sirve para nada. Es más, Uruguay es el actual campeón de ese torneo ¿y quién se acuerda? El lector podría pensar que clasifica para los juegos olímpicos, pero tampoco. No es este panamericano sino el siguiente quien clasifica para esa instancia. ¿A santo de que se atenta contra la actividad internacional de los clubes? La AUF debe defender los intereses de los clubes, para eso se creó, pero con su nueva orientación parece defender otros intereses espurios.

El rival era Fluminense, un equipo en crisis. En crisis institucional porque desde que en 2014 perdió el patrocinio de la empresa Unimed, está literalmente en quiebra. Fue perdiendo sus mejores jugadores que le dieron dos campeonatos brasileños y no pudo contratar en consecuencia. También en crisis deportiva porque hacía 8 partidos que no gana y está en zona de descenso en el brasileirão. Cualquier semejanza con la situación del Paranaense en la Sudmericana pasada, es mera coincidencia.

Un equipo muy joven (con alguna excepción como Ganso y Digão) y por ende irregular. Capaz de jugar muy bien y golear (como ante Cruzeiro por el campeonato y Nacional de Medellín por esta Copa) o de perder ante equipos limitados (como Goias o Bahía a quien eliminó Liverpool sin mayor esfuerzo). Un equipo que tiene la característica de su técnico, Fernando Diniz (el mismo que fue cesado en Paranaense el año pasado antes de jugar ante Peñarol), mucho toque de pelota y salida desde el fondo con toque. Una característica que Peñarol debía intentar aprovechar, ante una defensa que no es de las más sólidas.

Ha solucionado uno de sus problemas contratando a Muriel para su arco (arquero hermano de Alisson el de la selección brasileña) pero ha perdido a Luciano su goleador (15 goles en 31 partidos). Recuperó a Pedro, goleador de nivel de selección y tenía como baja al juvenil João Pedro por lesión. Es un equipo brasileño y tiene buenos jugadores (Pedro, Ganso, Marcos Paulo) por lo que la tarea no era nada fácil para el carbonero.

En el aurinegro volvían Formiliano en la zaga, Gargano en el medio y Viatri adelante. También era de la partida Guzmán Pereira que salió sentido ante Progreso y que rápidamente quedó demostrado que no estaba para jugar hoy.

Desde el principio dominó la visita. Tocando bien la pelota en todo el campo, imponiendo su ritmo y marcando los tiempos. Cometió errores atrás, los errores que eran esperables, pero Peñarol no los aprovechó, en una pelota que robo Gastón Rodríguez y nadie ayudó a Viatri y luego en un error del arquero Muriel que tampoco se capitalizó.

Y quien si aprovechó un error en salida fue Fluminense. Fue a los 17´ cuando Dawson saca mal la pelota en salida, la deja corta, Marcos Paulo le gana a Giovanni Gonzales a quien la pelota toma saliendo y a contrapié y toca al medio donde entraba el colombiano Yony González, que controla, entra al área por el medio y toca sutil para superar la salida de Dawson y meter la pelota contra el palo derecho. 0 a 1 abajo, gol de visitante y balde de agua fría en el CDS.

Para empeorar las cosas a los 31´ se tiene que ir Guzmán Pereira lesionado, reemplazado por Trindade.

Peñarol deambuló el resto del primer tiempo ante un equipo carioca que jugó muy cómodo y controló siempre el partido.

Pudo aumentar la visita a los 33´ con un tiro libre desde la derecha en forma de centro y cabezazo en el segundo palo de Pedro que contiene bien Dawson.

Recién sobre los últimos minutos se vio algo del aurinegro, mas por ganas que por fútbol, empujado por la tribuna.

Al filo de los 45´ tiro libre frontal que se juega hacia la derecha para Giovanni González, centro al área y cabezazo de Gastón Rodríguez que consigue rozar Muriel para desviar y mandar al córner por encima del horizontal.

Ya pasada la hora, un despeje que le queda a Trindade en la puerta del área y el remate del ex Racing nuevamente consigue rozarlo Muriel para mandarla al córner otra vez por encima del horizontal.

El segundo tiempo se presentó igual, porque Peñarol quería, pero no podía y Fluminense controlaba.

Las primeras fueron para la visita. A los 5´ va Yony González por derecha, le gana a Gargano, se mete en el área y saca el remate que se pierde afuera contra el palo izquierdo.

Un minuto después, un remate desde afuera del área de Pedro que contiene bien Dawson.

Otra vez a los 10´ con un pase filtrado para Pedro que entra al área y saca el remate que vuelve a atrapar Dawson.

De ahí en más, Peñarol se fue adelante empujado por la gente, pero sin fútbol y acumuló algunas chances para convertir. Así a los 14´ un centro desde la derecha de Giovanni y se lanza en palomita Viatri en el área y no llega por muy poco cuando parecía que estaba el empate.

A los 22´ un tiro libre desde la izquierda al área y entra por el segundo palo Gastón Rodríguez y saca el remate a la carrera que consigue rechazar Muriel contra el palo izquierdo.

Sobre los 24´ un córner desde la derecha y cabezazo débil de Formiliano que contiene Muriel sin problemas.

Peñarol se iba arriba, sin futbol y solo con ganas y se exponía al contraataque. Y así sucedió a los 25´. Contraataque visitante, pase filtrado de Daniel para González, no llega Formiliano, sale desesperado Dawson y el colombiano que anticipa para meter el toque y mandar la pelota suave y rastrera contra el arco vacío. 2 a 0 Fluminense y partido liquidado (y clasificación también).

Fue el mazazo para un equipo que quiso, pero no pudo y fue superado simplemente por un equipo que tocó mejor la pelota y fue más veloz que el nuestro.

A los 32´ puedo venir el tercero cuando mandaron la pelota para González como puntero derecho, centro al área y cabezazo desviado de Pedro afuera contra el palo derecho.

Sobre los 38´, centro al área desde la izquierda y remate de Estoyanoff (que entró por Canobbio) y la pelota pega en un zaguero y se va al córner cuando parecía que entraba.

De nuevo a los 41´ con otro remate desde Estoyanoff desde fuera del área y contiene Muriel.

Y cuando se terminaba el encuentro, una salida con cambio de frente largo de izquierda a derecha de Trindade, domina Brian Rodríguez sobre la raya, se saca al marcador con un movimiento y mete el pase rastrero al corazón del área donde entraba Gastón Rodríguez que toca de primera, sutil para cruzar la pelota ante la salida del arquero y meterla contra la base del palo izquierdo. Gol del honor para Peñarol que pensamos que poco servirá en la serie.

Peñarol está prácticamente eliminado de la Sudamericana y era difícil esperar otra cosa con un equipo que se ha debilitado notoriamente en este semestre. Responsabilidad primera de los dirigentes, que no apostaron por traer jugadores que suplieran a los que necesariamente se iban a ir. Y puede ser aún peor, porque queda un mes de período de pases en los mercados fuertes y ahora sin competencia internacional, será aún más tentador para algunos jugadores buscar fortuna en otra parte. Es frustrante comprobar lo miope de la mirada de nuestros dirigentes. También es responsable el técnico por aceptar esta situación y no hacer su parte para contratar los jugadores que evidentemente necesita este equipo.

Peñarol, que fue un equipo que aun sin la confianza de los dirigentes a principio de año, peleó hasta al final la clasificación en la Libertadores, quedó muy disminuido con las salidas y sin refuerzos se transforma en un equipo sin chance alguna a nivel internacional y que deberá sufrir mucho para ganar en lo local (lo demostró Progreso hace 3 días).

Peñarol puso ganas, enjundia, ese temple que siempre le requerimos a los equipos aurinegros, pero no tuvo futbol y no alcanzó. ¿Se le puede pedir algo más a este equipo? Desde la salida de Maxi Rodríguez (el argentino) a Peñarol le ha faltado un generador de fútbol, un tipo que ponga la pausa y el pase justo y explote la velocidad y habilidad de nuestros extremos. Y eso se ha notado en partidos claves, como ante Flamengo, en el clásico y en el partido de hoy.

Ahora vendrá una batalla ante Danubio y un viaje a Rio de Janeiro para lograr la casi imposible misión de derrotar a este Fluminense por dos goles de ventaja.

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