Mañana se
disputa un clásico histórico. Porque será el primero en nuestra nueva casa. El
primero que reciba el estadio Campeón del Siglo y Peñarol deberá seguir acorde
con la historia y ganarlo. Eso no borrará la desilusión de la eliminación de una
Copa donde Peñarol tuvo todo para clasificar y desaprovechó la chance, pero no
lo exime de responsabilidad de ganar este partido.
Pero esa es
una historia que se escribirá mañana y ya habrá tiempo de tratarla como se
debe. Pero ese no era el único clásico que se disputaba este fin de semana.
Porque se está disputando el primer campeonato Senior para jugadores ya
retirados y el equipo aurinegro ya está clasificado para la fase final de
disputa de este torneo. Y clasificó de la forma que más nos gusta a los hinchas
y la que hace honor a nuestros 127 años de historia: ganando un clásico.
Peñarol le
ganó a Nacional en esta categoría. Tuvimos la chance de ver el partido y
Peñarol lo ganó fiel a su estilo, remontando un score adverso para imponerse
finalmente 2 a 1 con tantos de Mario Leguizamón y el “gaucho” Gonzalo de los
Santos (hasta hace un año, gerente del club). El encuentro tuvo 2 tiempos bien
diferentes. En el primero jugó mucho mejor Nacional que se puso en ventaja,
pero Peñarol no se rindió y consiguió el empate. En el segundo tiempo fue
claramente superior el aurinegro que consiguió el segundo tanto que fue el de
la victoria.
Un muy lindo gol de Nacional para abrir el marcador, nobleza obliga a reconocerlo. El empate aurinegro por un error del arquero Schmidt que sale a cortar un centro, se le escapa la pelota, queda en el suelo y permite que Leguizamón remate con arco libre. El segundo de Peñarol luego de un pase atrás para el arquero que era Escames en ese segundo tiempo, no aciertan a sacar la pelota, la recupera Leguizamón, toca para Cedrés que la mete al medio y el gaucho De Los Santos recibe de espaldas al arco, marcado por dos defensas y gira para tocar la pelota contra la base del palo derecho de Escames, marcando el tanto de la victoria.
Un muy lindo gol de Nacional para abrir el marcador, nobleza obliga a reconocerlo. El empate aurinegro por un error del arquero Schmidt que sale a cortar un centro, se le escapa la pelota, queda en el suelo y permite que Leguizamón remate con arco libre. El segundo de Peñarol luego de un pase atrás para el arquero que era Escames en ese segundo tiempo, no aciertan a sacar la pelota, la recupera Leguizamón, toca para Cedrés que la mete al medio y el gaucho De Los Santos recibe de espaldas al arco, marcado por dos defensas y gira para tocar la pelota contra la base del palo derecho de Escames, marcando el tanto de la victoria.
Resultó muy
gratificante ver a tantas viejas figuras volver a vestir nuestros colores como
en otros tiempos. Incluso algún jugador que no jugó en Peñarol durante su
carrera, pero que se sacó el gusto de vestir la aurinegra como el caso de Luis
De Agustini que acá jugó casi toda su carrera el Liverpool y fue arquero de la
selección de Libia durante muchos años.
Repasar la
formación aurinegra es rememorar momentos inolvidables de nuestro equipo,
básicamente relacionados con la conquista del último quinquenio, pero también
con muchas tardes de recordadas victorias.
Peñarol
formó con Luis De Agustini en el arco, Gustavo Da Silva (58′ Ignacio Borja),
Enrique De Los Santos, Nelson Olveira (36′ Gustavo Reherman), Robert Lima atrás,
Gonzalo De Los Santos, Luis Cupla, Marcelo De Souza en el medio y Mario Leguizamón
(58′ Marcelo Otero), Gabriel Cedrés (70′ Omar Pérez) y Martín García (36′ Bryan
Winsker).
Dirigidos
por otra gloria aurinegra, campeón de la Libertadores de 1987 como es el “chueco”
José Batlle Perdomo, técnico también de nuestras juveniles.
Volver a
ver al “caballo” Enrique De los Santos que era todo firmeza, al “canario”
Olveira que salió fracturado en un clásico defendiendo nuestros colores, al “bola”
Lima con sus goles de cabeza, al “gaucho” Gonzalo De los Santos que era
prestancia en el medio, a De Souza todo entrega y corazón, Leguizamón y su
rapidez arriba, el “Gaby” Cedrés, que sigue siendo un exquisito jugador de
fútbol y lo demostró en este campeonato, el “tato” García goleador empedernido
(quien además es excelente técnico), al “marujo” Otero y sus goles
trascendentes, a Reherman ya sin auquella melena, al “loco” Pérez, patrón del
medio. Recuerdos imborrables llenos de gloria pura del equipo mirasol.
Más allá
del triunfo clásico que manda la historia, el placer inmenso de juntar esos
recuerdos y volverlos a tirar a la cancha con una camiseta en oro y carbón. Nuestro
reconocimiento a esas glorias aurinegras que escribieron páginas de oro en el
libro del Campeón del Siglo y que siguen con la sana costumbre de ganarle a
Nacional.
Ya mañana
habrá una nueva oportunidad para otros jugadores de escribir una nueva página
en ese libro tan rico que hace la historia de los 127 años de vida del Club
Atlético Peñarol, campeón sudamericano del siglo.
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