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sábado, 22 de diciembre de 2018

Los campeones uno por uno

A continuación un repaso de los jugadores y técnicos que nos trajeron el bicampeonato.


Kevin Dawson: Fundamental en el arco aurinegro. No solo transmitió seguridad en cada momento, sino que fue factor fundamental para evitar caídas que parecían imposibles de evitar. Nos regaló una colección de atajadas memorables como un par ante Defensor. Un verdadero pilar de la consagración aurinegra. Arquero de equipo grande.


Thiago Cardozo: Tuvo pocas chances de actuar en el arco aurinegro, pero cuando fue llamado no defraudó. Entró en un partido dificilísimo ante Danubio en Jardines por la expulsión de Dawson y mantuvo la calma desde el arco para que Peñarol lograra una victoria decisiva en su lucha por el campeonato.


Ramón Arias: Un jugador hecho a la medida de Peñarol. Un patrón en el área, influencia para sus compañeros y para los rivales. Fuerte, con buen juego aéreo y don de mando. Además con un manejo impresionante de los tiempos que lo lleva a estar siempre bien ubicado para cerrar y hasta para evitar tantos cuando parece que el arquero propio ya no puede intervenir. Peñarol debió hacer el esfuerzo por retenerlo porque lleva la marca aurinegra en el orillo. Se menciona que puede regresar para esta temporada, debería ser prioridad.



Fabricio Formiliano: Hizo una pareja de zagueros de excepción junto al cachila Arias. Un jugador rápido, de buena marca, buen juego aéreo ofensivo y defensivo. Cuando el cachila se fue, pasó a ser fundamental en el fondo aurinegro y se integró muy bien con Carlos Rodríguez. Jugó buena parte del campeonato con una lesión en la mano que exigía operarse y no quiso hacerlo para terminar el campeonato. Fue tan importante que terminó convirtiendo un gol en la final.



Carlos Rodríguez: Llegó como una de las cuatro incorporaciones de la era López, quizás la menos renombrada. De recordado buen pasaje por Plaza Colonia, en el clausura conseguido por el equipo "pata blanca". En principio vino para ser suplente del argentino Matheu, pero dado los bajos rendimientos de éste, se adueño de la posesión y no la soltó más. Otro zaguero guapo, expeditivo, que gana en el área propia y ofende en la ajena. Se entendió muy bien con Formiliano y terminó siendo decisivo para la obtención del campeonato.



Ezequiel Busquets: Una apuesta de López que salió notablemente bien. Cuando Peñarol se quedó sin laterales derechos, el técnico apostó por el juvenil que demostró una clase y una personalidad propias para jugar en Peñarol. Clausuró su sector y se proyectó con criterio en ataque. Un futuro promisor para el joven valor aurinegro.



Mathías Corujo: Un jugador de selección que tuvo la desgracia de sufrir una lesión gravísima, jugando por la Libertadores que le impidió participar en el segundo semestre de la temporada. Hasta ese momento, había mostrado aportes interesantes, tanto jugando por el lateral como volante. Ya recuperado, será un alta importante para lo que viene.



Lucas Hernández: Un verdadero relojito en el equipo aurinegro. Desde su llegada, se adueñó del lateral izquierdo. Dueño de una pegada fuerte y precisa, fue el encargado de las pelotas quietas en el equipo mirasol, incluso con un par de golazos marcados con formidables remates desde fuera del área. Bajó algo en los últimos partidos, pero no empaña su muy buen desempeño.



Carlos Matheu: El argentino llegó a expreso pedido de López para ser titular en la zaga ante la salida del cachila Arias. Bastaron un par de encuentros para demostrar que nunca estuvo a la altura de ser jugador de Peñarol. Salió rápidamente del equipo y nadie lo extrañó.



Luis Maldonado: Otro que nunca estuvo a la altura del mirasol. Ramos lo pidió específicamente para el debut de la Libertadores ante The Strongest por su experiencia de haber jugado en la altura con el equipo boliviano. El partido se terminó perdiendo por un error del propio Maldonado. En las contadas ocasiones que entró luego en el equipo, tampoco mostró nada digno de mención. Rescindió contrato a mitad de temporada.



Guillermo Varela: Un jugador de selección que desde que llegó, mostró su clase por el lateral derecho, dándole un salto de calidad al equipo. Fue fundamental para la obtención del campeonato del año pasado y tuvo un primer semestre de este año que lo llevó al mundial con la selección. El manejo irresponsable de su representante impidió que jugara en el segundo semestre y quedara parado 6 meses sin jugar. La directiva aurinegra tampoco estuvo feliz en permitir que un jugador con contrato con la institución, no disputara ni un solo minuto en el campo. Su representante ya lo coloco en el Copenaghe de Dinamarca para la temporada siguiente.



Rodrigo Rojo: Un jugador muy interesante que mostró buenos aportes tanto por el lateral izquierdo como siendo volante por el mismo sector, incluso convirtiendo algún tanto. Tuvo algun partido malo como ante Libertad en Paraguay que le impiden obtener una mayor nota en su evaluación.



Agustín Canobbio: Un jugador con unas condiciones excepcionales. Rápido, hábil, encarador, desequilibrante en carrera ante los rivales. Debe mejorar el remate y la definición. Con sus condiciones, debería ser mucho más decisivo y marcar más goles. Hizo el mejor gol del año, de taco en el aire ante Rampla. Arrancó con un nivel superlativo, haciendo la diferencia, pero se fue quedando a medida que avanzaba la temporada.



Cristian Rodríguez: El "cebolla" es el capitán y el verdadero líder futbolístico de este equipo. Un jugador de primera clase que a pesar de haber perdido algo de la velocidad de sus primeros tiempos, sigue teniendo una fuerza impresionante, una visión de campo admirable que le permite tanto pasar la pelota como desmarcarse para recibir. Fue el verdadero termómetro del equipo y cuando no estuvo (por lesión, suspensión o por la selección) Peñarol lo sintió. Estando entre algodones, terminó la final corriendo como un juvenil y con toda la potencia que le caracterizó en toda su carrera.



Franco Martínez: Venido de las formativas, es un jugador interesante que dió una mando en el medio cuando fue necesario. No pudo mostrar todas sus condiciones, pero no desentonó cuando tuvo que tomar la responsabilidad de vestir la aurinegra.



Gonzalo Freitas: Otro de los jugadores que llegó por pedido de López. De buen despliegue y juego aéreo, no fue tan eficaz en la marca ni en el traslado de la pelota. Hasta el momento parece excesivo el precio que pagó la institución para contar con sus servicios.


Walter Gargano: Un crack. Así de simple. Un jugador diferente y fundamental. Siendo un jugador con mucha marca y buen posicionamiento, es también un notable estratega. Tiene una visión privilegiada del campo y una pegada tan exacta que le permite cruzar la pelota al pie de compañeros que están siempre solos. Se entendió a las maravillas con el "cebolla" Rodríguez, interpretando el juego de su compañero. Tuvo una lesion de ligamentos que lo tuvo afuera 7 meses y volvió nada menos que en un clásico. En la final era otro de los que estaba entre algodones y terminó jugando, metiendo y corriendo como un juvenil. Tiene el increíble record de no haber perdido un solo partido en lo local desde que llegó a Peñarol.


Giovanni González: Un polifuncional que aportó mucho por el lateral derecho y como volante por el mismo sector. Tuvo partidos muy destacados como el clásico del clausura y marcó algún golazo como ante Fénix. De todos modos, debe mejorar en definición y los centros al área.


Guzmán Pereira: Fue de menos a más. Comenzó con dudas y generando el murmullo de la tribuna para terminar siendo el patrón de la media cancha. Fue fundamental para suplir la larga ausencia de Gargano. Corrió por él y por los demás, marcó y quitó un montón y jugó siempre bien la pelota. Terminó siendo ovacionado con justicia por la misma hinchada que había mostrado sus dudas en el comienzo. No pudo jugar la final, injustamente suspendido por una amarilla mal sacada.


Marcel Novick: El "vikingo" es el alma de Peñarol. Dentro o fuera de la cancha, es un referente fundamental para este grupo. Los corre a todos y tranca con el alma. Tampoco es ningún negado cuando le ha tocado jugar, mostrando que es mucho más hábil y táctico de lo que muchos ven a simple vista. Le tocó jugar poco esta temporada, pero cada vez que tuvo la chance, mostró su impronta. De sangre amarilla y negra, es un verdadero campeón de Peñarol.


Fabián Estoyanoff: El "lolo" es el arquetipo del jugador-hincha. Aquél que todo hincha de Peñarol quiso ser alguna vez. Cuando volvió en esta última etapa, muchos (entre los que nos incluímos) pensábamos que ya no era tiempo para él. Nos equivocamos. El lolo aportó muchísimo, tanto en este camponato como en el anterior. Fue carta fundamental para abrir partidos, para asistir a sus compañeros y hasta para marcar goles. Por razones obvias, ya no tiene la velocidad de antes, pero sigue teniendo la inteligencia y visión de campo que le permite ser un aporte valioso en el equipo.


Ignacio Lores: Otro de los que llegó por pedido de López. Surgido en Defensor, tuvo casi toda su carrera en Italia. Llegó para ser una opción para abrir las bandas, en un intento por suplir a Diego Rossi. Sin hacer pretemporada, no pudo demostrar todas sus condiciones, pero terminó teniendo aportes decisivos como el tanto ante Defensor que nos posibilitó ganar la anual. Ahora, con pretemporada desde el inicio, esperamos pueda mostrar ese nivel del que es capaz.


Maximiliano Rodríguez: Un jugador exquisito. "La fiera" es un estratega dentro del campo. No en vano fue titular por años en la seleccion argentina y jugó 3 mundiales. En Peñarol ha sido decisivo, incluso convirtiendo muchísimos goles que no es su función principal. Este año tuvo menos minutos, pero fue medular con sus ingresos para manejar la pelota, poner la pausa necesaria y hasta convertir algun tanto decisivo como ante Cerro y también ante Progreso para darnos el clausura. En la final corrió 60 metros para trancar un contra ataque rival, todo un símbolo de como se compenetró con la causa aurinegra.


Darwin Nuñez: Un delantero juvenil de condiciones interesantes, que debió asumir la responsabilidad del ataque aurinegro ante la ausencia de algunos de sus compañeros. Si bien convirtió un solo tanto, ante Fénix, mostró condiciones que hacen esperar que pueda ser un jugador importante en el futuro.


Fidel Martínez. El ecuatoriano conocido como "alegría" llegó en el primer semestre del año para suplir a Diego Rossi y jugar la copa Libertadores con el carbonero. Arrancó a toda orquesta, marcando un gol clásico a los pocos segundos del partido para abrir la conquista de la primera Copa Uruguaya. También en el campeonato arrancó marcando goles (y le anularon erróneamente algún otro). Pero se fue quedando de una manera poco creíble y terminó siendo relegado del equipo. Su pasaje por Peñarol duró apenas 6 meses.


Cristian Palacios: Un goleador infernal. Decisivo para la conquista del campeonato 2017 (jugando solo una rueda) y siendo goleador del primer semestre del 2018 cuando dejó la institución. Un goleador empedernido, imposible para los defensas, rápido, inteligente, siempre bien ubicado y con esa dosis de fortuna que siempre necesita un goleador. Dueño de una definición exacta y teniendo el arco siempre entre ceja y ceja. Fue una baja importante en el segundo semestre y merecido bi campeón uruguayo.


Rodrigo Piñeiro: Venido de Miramar es un jugador de condiciones extraordinarias. Rápido, hábil, gambeteador. Mostró sus condiciones desde el debut, haciendo una jugada notable en el clásico de verano dejandole servido el gol al toro Fernández para asegurar la victoria. Llama la atención que con tantas condiciones, no haya tenido más oportunidades en el primer equipo. Se habla de algún aspecto disciplinario que lo ha complicado y que esperamos pueda solucionar porque está llamado a convertirse en un valor superlativo del equipo.


Brian Rodríguez: Otro delantero de las formativas aurinegras que está llamado a ser estrella si consigue mejorar su comportamiendo disciplinario. Disputó pocos encuentros este año, apenas tres, pero pudo mostrar sus notables condiciones que lo hacen un valor de un enorme potencial. Se dió el gusto de marcar un tanto ante Boston River.


Gabriel Fernández: El "toro" llegó desde Racing y ya en su primer encuentro marcó un tanto, nada menos que en el clásico. Durante el primer semestre, el técnico Ramos, lo hizo jugar fuera de puesto para suplir la ausencia de Viatri y el toro lo sintió. Para la segunda parte del año, el técnico López lo hizo jugar en su posicion natural y el toro explotó. Fué el goleador aurinegro en el segundo semestre y el mejor delantero del campeonato, fundamental para la conquista. Fuerte, guapo, buen definidor, con buen cabezazo y una fortaleza que le tiene bien ganado el sobrenombre de "toro". Fue pieza insustituíble, se entendió de memoria con Viatri y marcó goles decisivos que llevaron al aurinegro de la mano a su estrella número 52.


Lucas Viatri: Faltó durante el primer semestre por un torpe accidente con pirotécnia durante las fiestas del año pasado, lo que le impidió jugar el apertura, el intermedio y la copa Libertadores y Peñarol lo extrañó. En su regreso, el delantero argentino volvió a ser fundamental para conquistar el torneo uruguayo. Se entendio a la perfección con el "toro" Fernández y si bien, nuevamente no conquistó tantos goles, algunos fueron decisivos para la victoria como ante Cerro y el empate ante Nacional en el clásico del clausura, cuando se nos iba la chance. Sin ser goleador, es un delantero completo, con una notable visión de cancha, jugador de equipo, inteligente, que juega siempre bien la pelota y pivotea para los compañeros. Muy querido por la hinchada, esperamos renueve el contrato para seguir vistiendo la aurinegra y tenerlo en la Libertadores que viene.


Leonardo Ramos: Fue el técnico campeón de 2017 y conductor durante el primer semestre de 2018. Entre sus virtudes se encuentra haberle devuelto al equipo el espíritu ganador que siempre ha caracterizado a los equipos aurinegros. Nos devolvió esa mística de ganar "a lo Peñarol" que nos da una fuerza extra en cada encuentro y hace que los rivales nos respeten. Levantó 11 puntos de ventaja para ganar la anual y el campeonato uruguayo. También fue el primer técnico campeón de la Copa Uruguaya ante Nacional. No perdió un solo clásico. Otro acierto fue encontrarle la posición correcta al "cebolla" Rodríguez, donde sacó el máximo potencial del jugador. Finalmente, el haber apostado por Dawson en el arco cuando era difícil sustituír a Guruceaga. En el debe le quedó la actividad internacional con una mala Libertadores en 2017 y otra en 2018 que no fue tan mala, pero donde tuvo muy poca suerte. Hizo los 9 puntos de local pero perdió partidos afuera donde hubiera podido traerse puntos que lo hubieran clasificado (como ante The Strongest en Bolivia y sobre todo con Libertad en Paraguay). También tuvo que lidiar con las bajas de Gargano, Corujo y Viatri por lesión, lo que disminuyó superlativamente las chances del equipo. Se fue luego del primer semestre tras los dólares árabes y se llevó al cachila Arias.


Diego López: Fue toda una apuesta de la dirigencia aurinegra y salió bien. Un técnico joven, moderno, que hizo toda su carrera en Italia, pero que era una incógnita. Se dudaba de su conocimiento del medio por estar 20 años fuera del país y si podría soportar la presión y la inmediatez de resultados que exigue un equipo como Peñarol. Demostró que tenía condiciones, capacidad y sobre todo temple para soportar las críticas a veces despiadas y desmedidas de nuestros propios hinchas. Arrancó mal, empatando con Racing y quedando rápidamente fuera de la Sudamericana ante un Atlético Paranense, que la terminó ganando, pero que en ese momento peleaba el descenso en Brasil. Supo reponerse y salir adelante, sin un exabrupto, sin una palabra fuera de lugar, manteniendo siempre la calma y esa clase en la conducta que es para muy pocos. Acertó en varias. Coloco de titular a Carlos Rodríguez cuando vio que Matheu no daba la talla. Se jugo por Busquets en el lateral y el juvenil le respondió con rendimiento. Utilizó bien a Giovanni González como comodín para algunos encuentros. Dosificó al cebolla Rodríguez, respetando el lugar que le viene mejor al capitán aurinegro. Hizo lo propio con Maxi Rodríguez y el lolo Estoyanoff, permitiendo que aportaran lo mejor de sí mismos. Se jugó por una doble torre con Viatri y el toro Fernandéz y ambos fueron decisivos para la conquista. Mantuvo el invicto clásico que le había dejado su antecesor. Le ganó a todo el mundo y es un merecido campeón. Ahora tendrá la oportunidad de dirigir desde el principio de la temporada y mostrar por qué es el técnico del bi campeón uruguayo.


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