Peñarol iba
a Belvedere a jugar con Liverpool, pero había mucho más que eso. Porque fue una
semana compleja para toda la institución. En la cancha, el equipo quedó
eliminado de la copa Sudamericana. Cosa que ya podría preverse dado el resultado
del partido de ida, pero lo que no se podía prever era la forma en que quedó
eliminado. Siendo goleado en casa, pero sobre todo siendo paseado por un equipo
brasileño que pelea el descenso en su país.
Pero esto,
además trajo aparejados cambios institucionales. Fue despedido el director
deportivo Gonzalo De los Santos. No vamos a defender desde estas páginas al “gaucho”
De los Santos, porque su trabajo no ha sido bueno. Se han cometido errores muy
gruesos y el director deportivo es responsable. Ya sea por tomar las decisiones
y mucho peor si no fueron tomadas por él y permitió que se tomaran. Era vox populi
su mala relación con el gerente deportivo el “tío” Carlos Sánchez. Lo primero
que nunca entendimos es porque hay un gerente deportivo y un director
deportivo, cuando parece ser obvio que son dos cargos que se superponen. No
entendemos porque sigue Sánchez cuando es tan responsable como De los Santos.
Esto deja en evidencia, que después de esta derrota, era necesario que rodara
alguna cabeza y la elegida fue la de De los Santos.
Pero se continúa
errando, porque parece que ahora se creara una comisión de fútbol, de 6 miembros.
Si ya era difícil que dos personas se pusieran de acuerdo, el remedio es que
desde ahora van a ser 7 quienes deberán encontrar consensos. Sencillamente
absurdo.
Pero no
terminan acá los desaciertos de la semana aurinegra. Porque luego del despido
del director deportivo, el directivo Ignacio Ruglio, salió a criticar
públicamente la decisión del presidente. Como se puede deducir desde las
palabras vertidas más arriba, hasta podemos coincidir con la crítica del
directivo, pero en lo que no podemos coincidir de ninguna manera es que
nuevamente se salga a la palestra pública a exponer la interna del club. Parece
que, en ese sentido, Ruglio no ha aprendido nada de todo el daño que le ha
hecho a Peñarol actitudes como ésta.
En lo
deportivo, López recibió el apoyo de los directivos, lo que, en el lenguaje
futbolístico es una clara señal de que está a un par de resultados negativos de
dejar de ser el técnico. Para intentar salvar su puesto y recuperar algo de la
confianza perdida, López realizó unas cuantas variantes. Se quedó sin lateral
derecho (porque Varela que tiene contrato, no juega y se dejó ir a Petryk) por
lo que tuvo que recurrir al debut del juvenil Ezequiel Busquets. Volvió al
cebolla al medio, saliendo Freitas. Cambió los volantes ofensivos, mandando a
Canobbio por derecha y Lores por izquierda, ocupando los lugares de Estoyanoff
y Rojo y mando arriba al toro Fernández para acompañar a Viatri.
Enfrente el
local, Liverpool, un equipo siempre difícil y más en su cancha. Con un ex carbonero
entre sus filas: Maximiliano Bajter y un técnico que también jugó en el
aurinegro, Paulo Pezzolano.
Y para
colmo de males, el árbitro era Cunha, con quien Peñarol siempre tiene la mala
suerte de que lo perjudiquen los fallos.
Arrancó
mejor Liverpool, manejando más la pelota y llenando más el ojo del espectador,
pero sin crear chances que realmente complicaran al fondo aurinegro. Así la
primera fue para el negriazul a los 3´.
Un remate desde fuera del área de Martínez que contiene bien Dawson
contra el palo derecho.
Peñarol
responde recién a los 18´ con una pelota cruzada de izquierda a derecha para la
entrada de Canobbio que invade solo el área rival y saca el remate elevado que
el ex arquero tricolor, Jorge Bava consigue despejar para mandar al córner por
encima del horizontal.
El gol de
apertura llega a los 20´ con una jugada que inicia Viatri luchando una pelota
desde el piso y metiendo notable toque para Lucas Hernández por izquierda, que
alarga la pelota para Lores que va sobre la raya y mete el centro al medio,
ingresando por el segundo palo el toro Fernández que mete el toque para
cambiarla de palo y vencer el esfuerzo de Bava. 1 a 0 Peñarol sin haber forzado
demasiado.
De ahí al
final del primer tiempo, Peñarol controló el juego, pero sin forzar a la
retaguardia negriazul.
Fue el
local el que tuvo un par de tímidas aproximaciones al arco. La primera a los
34´ con un remate desde afuera del área de Ramírez que, trabado por un zaguero
mirasol, contiene Dawson en dos tiempos contra la base del palo izquierdo.
Y en la
mejor jugada de Liverpool el ingreso al área de Figueredo que saca el remate
bajo que vuelve a contener bien Dawson contra la base del palo izquierdo.
Se fue el
primer tiempo con Peñarol en ventaja, pero sin marcar grandes diferencias sobre
el rival, lo que dejaba el final abierto para el complemento.
El segundo
tiempo se plantearía con más emociones que el primero. Ya a los 3´ debió marcar
el segundo tanto el aurinegro, pero como siempre fue Cunha, que siempre
perjudica a Peñarol el que lo evita. En una jugada donde primero pudo ser para Liverpool
con un remate desde afuera de Martínez y Dawson vuela contra el palo derecho para
sacarla. Y en la salida de esa jugada la pelota va para el Toro Fernández por
izquierda, que engancha dentro del área para definir y el zaguero Cáceres lo baja,
en un penal enorme que Cunha increíblemente no sanciona. UNA VEZ MÁS, ESTE
PERSONAJE PERJUDICA NOTORIAMENTE A PEÑAROL NO SANCIONANDO UN CLARÍSIMO PENAL.
Tan desconcertado quedó Cunha, que dio saque de arco cuando fue clarísimo que después
del penal, es un jugador de Liverpool el que la manda afuera por la raya de
fondo. Cunha sigue haciendo de las suyas y nadie le pone freno, lo que nos
lleva preguntarnos una vez más, que hace la delegación de Peñarol en la Auf?
El
encuentro siguió y a los 8´ pudo marcar el aurinegro con una pelota que cruza
de derecha a izquierda y Lucas Hernández la devuelve al área, por el segundo
palo la baja atrás Formiliano de cabeza y el remate de Viatri pega en el palo
izquierdo y se va afuera.
Sobre los
23´ empata Liverpool con una jugada por izquierda donde mandan el centro al
área y le queda a Martínez que saca un remate, que pica y se mete contra el
palo derecho de Dawson. Empate de Liverpool que podía ser justo por juego porque
había levantado el local, pero que Peñarol sufría innecesariamente por el penal
que Cunha no sancionó.
Todos los
nervios desde la tribuna que debió soportar López (y que se notan mucho más en
una cancha chica) luego del empate. Pero pudo sacar ventaja el aurinegro a los
31´ con una pelota que recupera el cebolla Rodríguez en el medio, toque para
Viatri que manda un pase impresionante para dejar al toro Fernández de frente al
arco y en carrera para enfrentar a Bava y definir con notable certeza para que
la pelota se abra, alejándose del cuerpo del arquero y se meta contra el palo
derecho colocando el segundo. 2 a 1 Peñarol en el momento justo, cuando se
empezaba a notar cada vez más en el grito de la tribuna el nerviosismo del
empate.
Y Peñarol
lo amartilla a los 35´ cuando un córner desde la izquierda lo cabecea el
cebolla Rodríguez para elevar la pelota y clavarla arriba contra el palo
derecho de Bava marcando un 3 a 1 tranquilizador.
Pero aún
habría incertidumbre en el resultado. Porque a los 43´ un córner desde la
derecha para Liverpool, el cabezazo y la pelota da en el brazo de Freitas y
esta vez sí, Cunha no duda ni un segundo en marcar un penal que podría ser
cuando menos, dudoso. Cuando es en el área aurinegra Cunha no duda nunca, es
penal. Cuando es en el área rival, Cunha tampoco duda nunca, es siga siga.
Lo remata
Ramírez para ponerla contra el palo izquierdo de un Dawson que se queda en el
centro y más hacia la derecha. 3 a 2 faltando dos minutos más descuentos (que
terminaron siendo 5´ más).
Ya sobre la
hora, Cunha expulsa a Viera en Liverpool por una incorrección verbal y el local
se queda con 10.
Pasada la
hora llegaría el cuarto para Peñarol. Una pelota larga a la derecha para
Estoyanoff, que ve venir a Maxi Rodríguez (habían entrado ambos en el
complemento) y se la toca atrás. Maxi entra al área, se lleva a los zagueros
con él y abre a la izquierda donde entraba el toro Fernández que mete el toque
para que la pelota supere el esfuerzo de Bava y se meta contra el palo
izquierdo. Primer hattrick del toro con la camiseta aurinegra (que hoy fue
completamente amarilla) y Peñarol cerraba el partido 4 a 2.
Importante
victoria aurinegra por muchas razones. Porque se recuperó de una dolorosa eliminación
ante Paranaense. Porque tranquiliza las aguas de la institución luego de una
semana muy complicada. Porque le dará a López una tregua para trabajar, dado
que Peñarol no volverá a jugar hasta dentro de 15 días porque le tocaría como
rival El Tanque y ganará los puntos. También PORQUE SE GANÓ A PESAR DE CUNHA,
que sigue sumando perlas a su rosario de fallos que perjudican a Peñarol.
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