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sábado, 21 de julio de 2018

Tumultuado período de pases

La bomba estalló ayer a través de una nota de la sección deportiva "Referí" del diario "El Observador" de nuestra capital (https://www.referi.uy/conflicto-interno-penarol-la-politica-incorporaciones-n1257076). El pase del lateral Claudio Herrera de River Plate a Peñarol habría sido trancado por un dirigente mirasol (en la nota se hace referencia al Cr. Eduardo Zaidensztat). Pero esto no habría sido mas que la punta del iceberg de una situación que se venía arrastrando durante todo el período y que, de ser cierta, resulta altamente preocupante.

Aparentemente, el pase del lateral fue trabado porque varios dirigentes no tenían conocimiento de la situación, pero no sería éste el único caso. En la nota se dice que igual suerte corrío el pase del zaguero venezolano Fernando Amorebieta que habría sido liberado por parte de la directiva (no se menciona por parte de quien habría sido confirmada la transferencia) sin el conocimiento y aprobación del resto de dirigentes.

Pero lo mas grave es lo que se menciona sobre la salida de Ramón Arias. Según la crónica periodística, el zaguero habría rechazado varias ofertas del exterior (incluyendo la del club árabe) para seguir en Peñarol, a pesar de que el club habría rechazado la compra del 20 % de su pase. Pero que cuando su contratista supo lo que se pagaba por un porcentaje del pase de Gonzalo Freitas (usd 450.000 por el 60 % del pase) decidió que el jugador se fuera a Arabia.

De ser cierto, es gravísimo. El cachila Ramón Arias es un jugador de la estirpe aurinegra. No habiendo sido formado en nuestras tiendas, es cortado con la tijera de los grandes capitanes aurinegros. Su pérdida resulta una baja tremenda para el club.

Sin saber nada de esta situación (no tenemos las fuentes que tienen los periodistas de "Referí"), el otro día comentábamos con amigos que no se entendía cómo Peñarol pagaba ese dinero por el porcentaje de un jugador casi ignoto y dejaba ir al cachila Arias. Ya el sentido común no permitía entenderlo, mucho menos si todo que se menciona en el diario resulta ser cierto.

Desde estas páginas hemos apoyado la gestión de esta dirigencia. El clima de armonía que se vive entre los dirigentes, cosa que Peñarol no tenía hace muchos años. Pero de ser cierto todo esto, no hay forma de defender lo indefendible. En principio no hay razones para no creer en lo que dice la información de prensa y tocará a los dirigentes aurinegros negarlo (por ahí hemos oído versiones distintas por parte del vice presidente mirasol Rodolfo Catino).

Esperando todo esto se explique convincentemente por parte de los dirigentes aurinegros, cabe analizar las altas y bajas del equipo, dejando establecido desde el principio nuestra opinión de que Peñarol ha perdido más de lo que ha ganado en este período de pases.

BAJAS:

Ramón Arias: Ya queda expresada la opinión acerca del jugador que pierde Peñarol. Un verdadero caudillo, guapo, sólido, con buen juego aéreo en nuestra área y en las rivales. Con una percepción fantástica del los tiempos del juego que le ha permitido mas de una vez salvar goles en la raya (recordar el clásico del clausura y las finales con Defensor). Un jugador hecho para el estilo que más le gusta al hincha carbonero y además hincha del club y que hizo todo lo posible para quedarse.

Luis Maldonado: Se lo trajo específicamente para un encuentro y ese partido se perdió por responsabilidad suya al perder la marca que tenía asignada. En las contadas ocasiones posteriores donde jugó, no mostró nada digno de destaque.

Guillermo Varela: Si bien aún no ha sido formalizada, su salida es más que asumida por todos. Un lateral de nivel de selección (precisamente Peñarol le dió esa posibilidad de disputar un mundial). Rápido, con buen ida y vuelta, un jugador que nos permitía abrir la cancha y darnos seguridad en la marca. Será una baja sentida.

Alex Silva: Un lateral que llegó con muchas expectativas desde Wanderers. Lamentablemente en Peñarol no las ratificó. Disfruto de momentos de titularidad a su arribo pero fue quedando de lado hasta que terminó siendo prescindible.

Cristian Palacios: Confesamos que nos cuensta muchísimo definir a un jugador como Palacios. Un goleador empedernido en todos los equipos en los que jugó y que en Peñarol finalmente consiguó mostrar esa faceta en el último año, siendo fundamental para el último campeonato conseguido. Resulta frustrante que lo perdamos justamente en el momento en que había conseguido mostrar en nuestro club todo lo que es capaz.

Fidel Martínez: Un jugador de nivel de selección que mostró cosas muy interesantes a su llegada que hicieron pensar que podría ser un salto de calidad para el equipo. Lamentablemente se fue apagando y sus participaciones pasaron a ser tan esporádicas como intrascendentes. Fue una buena apuesta que desgraciadamente no salió bien.

ALTAS:

 Carlos Matheu: Zaguero argentino de 33 años que entre sus pasajes por el exterior jugó en Italia con nuestro actual técnico. Surgió en Independiente donde llego a jugar aquel recordado partido del 2011 contra Peñarol el día que se estrenó la bandera más grande del mundo. Para ser honestos, no lo recordamos de aquella ocasión, pero se nos disculpará que ese día, con Peñarol ya clasificado, lo más importante era el estreno de la bandera y no el partido.

Carlos Rodríguez: Zaguero que recordamos de su pasaje por Plaza Colonia. Alto (1,85), expeditivo, fuerte, son las características que le recordamos al jugador. Una buena apuesta que esperamos aporte en una zona donde Peñarol ha quedado muy flaco luego de la salida de Arias.

Gonzalo Freitas: El jugador de la polémica considerado lo expresado al inicio de esta nota. Ya de plano nos parecía demasiado monto el pagado por su pase. Lo conocemos bien de Liverpool. Un mediocampista de marca, fuerte, ordenado tácticamente, con buen juego aéreo. Características muy similares a las de su hermano Nicolás que ya tuviera dos pasajes con la camistea aurinegra, el primero muy bueno, el segundo, no tanto.

Ignacio Lores: Lo recordamos vagamente de sus tiempos en Defensor. Un jugador rápido, con buen dominio de pelota, que suele jugar por la banda. No es un goleador, pero si una pieza de juego ofensivo. Tiene en su bagaje varias temporadas jugando en Italia de donde el técnico lo conoce bien. Esperamos pueda aportar en una zona donde Peñarol ha estado fallo desde la salida de Diego Rossi.

En suma, nos parece pobre este período de pases. Entendiendo las dificultades economicas del club y reconociendo que se ha logrado la renovación de jugadores importantes (Maxi Rodríguez, el cebolla Rodríguez, Viatri, Lucas Hernández, Guzmán Pereira), la sensacion que nos queda es que Peñarol tiene menos que en el torneo anterior. Bajas como las de Varela, Palacios y fundamentalmente Arias, son muy difíciles de suplir.

A esto se suma un técnico nuevo, que viene del exterior y al que le llevará un tiempo lógico adaptarse. El equipo que quiere y el juego que pretende, seguramente demorará algunos partidos en aparecer, pero Peñarol no tiene tiempo, porque corre de atrás en la tabla anual y necesita ganar el clausura para meterse en la definición.

Un cóctel que no es el más auspicioso para el carbonero, cuya suerte empezará a jugarse esta tarde en el Campeón del Siglo ante Racing.

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