Diego López
es el nuevo técnico de Peñarol. Quienes tenemos algunos años, lo recordamos de
su etapa de jugador como zaguero de River Plate y de la selección uruguaya.
Durante varios períodos de pase, se mencionaba siempre como posible refuerzo
mirasol, pero nunca se concretó y como él mismo se ocupó de decir en la
conferencia de prensa de presentación “Pude hacer algo que anhelaba como
jugador y no lo hice, y hoy lo puedo hacer como entrenador”.
Antes que
nada, decir que nos agrada una apuesta diferente y que se haya dejado de lado
el consabido “hombre de la casa”. Es un técnico joven, de formación europea,
que no viene contaminado por las presiones que suelen existir en este medio. Radicado
en Europa desde hace 22 años y en Italia desde hace 20, es formado en una
escuela diferente a la de los técnicos locales y sudamericanos. A Peñarol todo le puede venir muy bien ese
aire fresco de apostar por un profesional con un perfil diferente al que
estamos acostumbrados.
Seríamos
hipócritas si dijéramos que sabemos cómo juega. No seguimos el futbol italiano porque
de hecho no seguimos más que los juegos de Peñarol, de modo que mal podemos
juzgar su trabajo. Hasta ahora le ha tocado dirigir equipos de media tabla en
el viejo continente. Cagliari (2 veces), Bologna y Palermo. Pero el solo hecho
de estar acostumbrado a competir en un medio mucho más profesional, ordenado y
competitivo que el nuestro, le da credenciales que le abren una carta de
crédito.
En sus
primeras declaraciones, se manifestó a favor de los jugadores técnicos, pero
con el debido complemento de jugadores de más marca. Dijo seguir los juegos del
equipo y conocer su funcionamiento (cosa creíble de todo hincha aurinegro) y
dejó claro que Peñarol sería un típico equipo uruguayo y que no hay que dejar
de lado la mística propia del mirasol. Como siempre, por ahora no son más que
declaraciones de intención, pero no tenemos por qué no creer en ellas.
Lo que nos
puede preocupar, en caso de ser cierto, es esa versión que se ha manejado que
la dirigencia aurinegra no aceptó que llegara junto al cuerpo técnico que ya tenía
armado. Aparentemente solo se le ha permitido contar con su ayudante técnico,
pero no con el preparador físico con quién acostumbra a trabajar.
De ser
cierto (porque hasta ahora no pasa de versiones de prensa) nos parece un primer
error importante de parte de la dirigencia mirasol. Cuando se contrata a
alguien para hacerse cargo de un equipo, se contrata a un cuerpo técnico, no
solamente a un entrenador.
No tenemos
nada en contra del preparador físico que se hará cargo del plantel. De hecho,
el profesor Alejandro Valenzuela ya ha tenido un pasaje anterior por la institución
con excelentes resultados y no dudamos que volverá a repetir esos éxitos. Pero
si es verdad que se le ha negado trabajar con el cuerpo técnico que pretendía,
nos parece un primer error de nuestra dirigencia.
No nos
queda más que apoyar y desearle a López el mejor de los éxitos, porque el suyo
será el de todos los hinchas de Peñarol. Tendrá como primer ardua tarea,
rearmar un equipo que va a perder un montón de piezas importantes. Habrá que
ver cuales podrán ser los jugadores que lleguen para reemplazarlos y cubrir
esas posiciones.
Luego
tendrá que correr de atrás al tradicional adversario que nos lleva 5 puntos en
la anual y para ello seguramente deberá hacerse con el torneo clausura que le
permita acceder a las finales del uruguayo.
Sus
objetivos están claros. Hacerse con el campeonato local e intentar la mejor participación
posible en la copa Sudamericana, donde de movida ya el aurinegro tendrá un
rival complicado en el brasileño Atlético Paranaense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario