Peñarol
iniciaba su participación en el estadio Arena da Baixada de Curitiba ante
Atlético Paranaense. Un estadio que tuvimos la suerte de conocer hace algunos
años atrás y es sencillamente espectacular. El equipo de Diego López debía revertir
la pobre imagen dejada en el debut ante Racing por el clausura y para eso el
técnico mandó a la cancha un equipo con un solo cambio. Rodrigo Rojo como
volante izquierdo en lugar de Estoyanoff.
Enfrente un
equipo brasileño que no estaba pasando un buen momento. Al igual que Peñarol
cambió de técnico recientemente, pero por razones diferentes. Fernando Diniz
fue despedido por los malos resultados, siendo sustituido por Tiago Nunes que
dirigía a la tercera. Viene mal el furacão. Penúltimo en el Brasileirão y
luchando contra el descenso. Apenas dos victorias en 14 partidos, siendo la
última sobre fines de mayo.
Tiene
algunos jugadores interesantes como el mediocampista Luis “lucho” González el
internacional argentino y el retorno del delantero Marcelo Cirino que tuviera
su pasaje por el Internacional de Porto Alegre y Flamengo. Pero perdió algún otro
como el lateral Tiago Carleto ex Fluminense.
Desde el
primer momento fue mucho más el local, contra un Peñarol demasiado metido en su
campo y al que le costó llevar la pelota hacia el arco rival.
Sin
embargo, la primera fue para el manya a los 5´ con un tiro libre desde la izquierda
de Lucas Hernández, fuerte, a media altura y despeja al córner el arquero
Santos volando contra su palo derecho en notable atajada.
Pero la más
clara fue para el local a los 9´ cuando luego de una pelota que no consigue
despejar la defensa (Paranaense gano permanentemente la segunda pelota) viene el
pase por bajo para Cirino dentro del área y se barre Formiliano derribando al
delantero brasileño. Penal bien sancionado, lo remata Raphael Veiga, abajo, a
la derecha y Dawson se arroja para despejar con una mano en notable atajada. La
pelota da en el palo izquierdo y es el propio Dawson quien despeja fuerte con
el pie.
Se salvaba Peñarol,
pero todo parecía indicar que no demoraba el gol local. Tuvo otra Paranaense a
los 14´ luego de un despeje de la defensa y el rebote lo toma Paulo André que
saca el remate desde afuera del área y otra vez vuela Dawson para mandar al
córner contra el palo izquierdo. El arquero era la gran explicación de que
Peñarol no estuviera perdiendo.
Responde el
carbonero sobre los 22´ con una pelota jugada para el toro Fernández que
ingresaba por izquierda, domina y saca el remate que pasa cerca contra el palo
derecho de Santos.
De ahí en más,
aguanto un poco mejor el aurinegro, pero siempre la iniciativa la tuvo el furacão.
Sin embargo, ya pasada la hora, una jugada por derecha, pelota que va para el
toro Fernández que cuando va por la pelota, recibe el pie del zaguero Wanderson
en la cabeza y cae. Pero la pelota sigue y la toma Nuñez que encara por derecha
y la mete al medio, derivando para Hernández que saca el remate a la carrera
desde afuera del área y responde brillantemente el arquero Santos para contener
abajo, al medio de su arco en dos tiempos.
Pero el
juez, que vio la falta de Wanderson, le saca la segunda amarilla y el local se
va a vestuarios con 10 hombres. Fue otro mal primer tiempo de Peñarol que
generó muy poco y no termino perdiendo por la notable actuación de Dawson, pero
que, en verdad, sufrió el partido.
En el
inicio del segundo tiempo, con un hombre menos, ya Paranaense no pudo presionar
como al principio y Peñarol dispuso de espacios. Pero no solo no los aprovechó nunca,
sino que pronto se encargaría de desperdiciar la buena ventaja que tenía.
El primer
gol de Paranaense llega a los 14´ en una jugada increíble que no podría justificarse
ni en un equipo amateur. Córner A FAVOR DE PEÑAROL, contiene el arquero y saca rápido
con el pie. El equipo pésimamente parado, un balón altísimo con todo el tiempo
para calcular, pero se para mal Giovanni González que mostro que no tiene
oficio de lateral. Pone el cuerpo al revés ante la presión de Cirino, la pelota
le pega en el cuerpo, supera a Dawson que salió muy mal viendo que su compañero
la iba a perder y se la lleva el delantero brasileño para anotar con arco
vacío.
Y dos
minutos después se hace expulsar infantilmente el toro Fernández con una
segunda amarilla por una falta en la salida rival contra un jugador que estaba
apretado por la raya.
Y ahí ya lo
perdió Peñarol y solo cabía rezar que no vinieran más goles. Infelizmente, no sería
así.
Pudo ser a
los 19´ cuando luego de un centro desde la derecha, despeja la zaga aurinegra y
la toma de frente Renan Lodi que saca el remate desde afuera del área que se
pierde afuera contra el palo izquierdo.
Sobre los
26´ otro remate desde afuera, esta vez de Leo Pereira y la pelota se va afuera,
cruzada contra el palo derecho.
El segundo
viene los 34´, va Cirino por izquierda en diagonal, hacia el arco, no le sale
nadie y abre a la derecha donde no había nadie de Peñarol y entra solo Jonathan
que tiene tiempo de ir al fondo, meterla al medio para que supere el esfuerzo
de Dawson y solo Pablo toca con el arco libre. 2 a 0 lapidario.
Y pudo ser
todavía peor. Sobre los 38´ un remate desde afuera de Cirino y la pelota que se
le escapa a Dawson y se pierde al córner rozando la base del palo derecho.
Ya sobre la
hora, otra contra rápida, pelota por derecha para Pablo que entra libre por el
desierto que era la defensa de Peñarol y se va solo contra el arquero, que se
juega la ropa para evitar el tanto con su cuerpo y despeja luego Formiliano.
Ya en los
descuentos, otro centro desde la derecha y cabecea solo Pablo en el área chica,
pero le sale débil y a las manos del arquero.
Hoy Peñarol
fue un verdadero desastre táctico. Ampliamente superado por el rival en el
primer tiempo, cuando lo había igualado gracias a la expulsión de Wanderson,
recibe un gol insólito que no se comería ni un equipo de baby fútbol. Para
colmo, enseguida se hace expulsar el toro Fernández.
El equipo
de López fue un descalabro en defensa, no creo nada por el medio, no subió por
las bandas, se comió un gol increíble, pero además el técnico erró en los
cambios. Despobló el medio y dejó al equipo a merced de los ataques del rival y
lo expuso a una goleada.
En los
últimos tiempos, Peñarol se ha especializado en revivir muertos. En perder
contra equipos que no solo son mediocres, sino que venían muy mal. Los ejemplos
sobran y por diferentes copas: Cobreloa, Esportivo Luqueño, Atlético Tucumán,
The Strongest y podemos seguir.
En un
partido ya quedó prácticamente afuera de esta copa de segundo orden ante un
equipo que muy probablemente, se vaya al descenso en su país. Las cosas vienen
oscuras y por lo visto hoy, no se vislumbra ninguna luz.
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