Peñarol
jugaba en el Campus de Maldonado ante Atenas para seguir sumando puntos en la
anual, que es lo único que importa dada la nula importancia de este mamarracho
de campeonato que es el intermedio. Resulta evidente que este torneo no le interesa
a nadie. Basta ver las magras concurrencias a los partidos. Ya el año pasado
este campeonato fue un fiasco, pero los dirigentes decidieron mantenerlo esta
temporada, lo que además hace que se jueguen partidos entre semana, conspirando
aún más contra el poco interés que pudiera despertar.
Sumando más
lesiones a las ya conocidas, esta vez la de Maximiliano Rodríguez. Ramos, a punto
ya de irse al oasis árabe, decidió colocar a Novick en el medio. Dispuso además
la salida de Fidel Martínez y la vuelta a la titularidad del toro Gabriel
Fernández.
Enfrente un
equipo de Atenas que necesitaba puntos para zafar de la tabla del descenso. Un equipo
con varios ex aurinegros en cancha como los casos de Varela, Rodales y Matías
Pérez. Dirigido además por otro ex jugador aurinegro como Miguel Falero,
campeón de América y del mundo de1982 con la mirasol en el pecho.
Con el
cuidado que amerita además que nuevamente nos dirigía Cunha, que no necesitamos
explicar cuanto ha perjudicado al aurinegro (en cantidad y calidad). Y el
primer tiempo iba a ser el show de Cunha perjudicando a Peñarol.
Comienza
temprano a los 4´ cuando Rodales le mete una patada a Palacios y Cunha no saca
la amarilla que correspondía. Sigue a los 10´ cuando le saca una amarilla a
Canobbio por una falta sin importancia en la salida rival.
En medio el
gol de Peñarol que llega a los 20´. Una sucesión de toques que termina con la
pelota a la izquierda para Lucas Hernández que mete el centro al área y cuando
la va a buscar Palacios lo toman del hombro y lo derriban. Claro penal que no
pudo obviar Cunha. Lo remata Palacios, sesgado al palo derecho de un arquero
que se jugó al otro lado y Peñarol 1 a 0.
Pero
después de ese gol siguió el espectáculo unipersonal de este mal árbitro que es
Cunha. Porque enseguida del gol, una pelota larga que contiene Dawson y se lo
lleva puesto Vanderhoegth y Cunha no saca la tarjeta que merecía el jugador de
Atenas. Pero si le saca una amarilla a Tiago Cardozo que estaba en el banco por
protestar. Inadmisible.
Sobre los
28´ el toro Fernández va a buscar una pelota en el área y se le barren de
atrás, penal todavía más claro que el primero que no cobra Cunha.
Y habría más
porque a los 36´ le meten una patada asesina a Franco Martínez que era roja
directa, pero Cunha ni siquiera cobra infracción.
Un primer
tiempo malísimo que además termina con la lesión de Guzmán Pereira. Un primer
tiempo donde Peñarol remato una sola vez al arco (en el penal de Palacios) y fue
perjudicado por Cunha que dio carta blanca para que Atenas pegara, no sacó una
roja clara, se guardó un par de amarillas y no cobró un claro penal contra el
toro Fernández.
Para el
segundo tiempo había que suplir otro titular más como era Guzmán con el debut
del juvenil Kevin Lewis. Y la verdad es que el segundo tiempo lo sufrió
Peñarol. Porque Atenas dominó y sin bien no creó grandes chances de convertir,
tuvo al aurinegro metido en su campo.
Tuvo una
Atenas a los 17´ con un córner desde la derecha y el cabezazo en caída que
Dawson saca con una mano por encima del horizontal al córner.
Pudo
liquidarlo Peñarol a los 35´ cuando Fidel que había entrado por Canobbio (otro
que salió lesionado) la toca a la izquierda para la entrada de Estoyanoff, que
engancha hacia el medio, saca el remate cruzado y la pelota se va apenas ancha contra
el palo izquierdo.
De ahí al
final fue todo de Atenas, que no creaba la chance clara para anotar, pero
jugaba en nuestro campo y rondaba la chance de convertir.
Y pasada la
hora, una pelota que Fidel juega mal, permite que la tome el arquero rival y
saque el contragolpe rápido. La pelota por izquierda llevada por Castellanos,
el envío al medio y la definición de Leonardo Sosa con remate fuerte para poner
la pelota contra el palo derecho haciendo estéril el esfuerzo de Dawson. Empate
de Atenas y era justo, porque lo busco, con pocas ideas, con recursos
limitados, pero con muchas ganas.
Se iba el
partido, Peñarol perdía tres puntos cuando recupera una pelota en el medio
Brian Rodríguez (que entró por Palacios) y la juega adelante para el toro
Fernández que haciendo honor a su sobrenombre, encara hacia el arco, se va a la
fuerza de tres marcadores, favorecido por un rebote y cuando enfrenta al
arquero la toca cruzada para meterla contra la base del palo izquierdo del
arquero Laforia. 2 a 1 Peñarol y final del partido.
Un
encuentro donde Peñarol jugó muy mal, no creo casi chances de convertir, no
tuvo juego colectivo, no creó juego en el medio y le faltó peso ofensivo. Todo
eso es verdad y lo decimos claramente. Pero también fue notoriamente
perjudicado por Cunha, que dejó pegar al rival, no sacó las tarjetas que debió
(incluyendo una roja directa) y no cobró un claro penal contra el toro
Fernández.
Pero por si
esto fuera poco, Peñarol está jugando con un equipo de emergencia. Porque hoy
terminó con apenas 5 titulares (Dawson, Arias, Formiliano, Lucas Hernández y Estoyanoff) el
resto, sea por lesión o convocatoria a la selección, estuvo ausente. Terminó
con varios juveniles en campo (Lewis, Brian Rodríguez, Franco Martínez). Por
eso también es meritorio este triunfo que nos da esos puntos para la anual.
Tres puntos
y medio, porque hasta ese absurdo tiene este adefesio de campeonato porque
falta El Tanque y los puntos se computan con coeficientes. Hoy se ganó como
manda la historia, con el viejo canon “ganar a lo Peñarol” como sinónimo de ese
equipo que jamás se entrega y que hasta el último minuto (e incluso pasado)
continua inclaudicable en procura de la victoria.
Hoy, como
tantas veces en la historia, se ganó “a lo Peñarol”. Contra el rival, contra el
juez, contra las lesiones, contra el gol pasada la hora, contra todas las
vicisitudes, hoy ganó Peñarol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario