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domingo, 22 de abril de 2018

Sabor a poco. Peñarol 1 Nacional 1


Jornada clásica con Peñarol obligado a ganar. Como siempre, como marca la historia, pero además esta vez, con la necesidad para superar al rival en la tabla y mitigar el golpe de los puntos perdidos el miércoles cuando no se veía la forma de perderlos.

Jornada clásica en el histórico Estadio Centenario, tierra sagrada aurinegra, el lugar donde hemos dado más vueltas olímpicas en estos 126 años de historia. Pero se jugaba en el Centenario por razones espurias. Sacando las excusas y mentiras a las que ya nos tienen acostumbrados dirigentes de la AUF y jerarcas del Ministerio del Interior que han perdido ya cualquier credibilidad que pudieran tener, la razón sencilla es que Peñarol no jugó este clásico en el CDS porque Nacional no tendrá pronto el Parque Central este año. Como tantas veces, la solución ha sido penar la eficiencia y premiar la incompetencia. Como Nacional no puede jugar en su cancha esta temporada, entonces Peñarol tampoco.

Pero le siguen tomando el pelo a la gente, como si los aficionados al futbol fuéramos estúpidos subnormales. No se puede jugar un clásico por el campeonato a la tarde, pero si un hipotético juego por la Libertadores a la noche o una posible final de campeonato. En el primer caso es una tomada de pelo porque es casi imposible que se dé y siempre es más fácil ser pródigo con los bienes inciertos que con los reales. En el segundo es otra tomada de pelo, porque si hay finales será sobre fin de año y entonces quizás (tal vez) Nacional si haya terminado las reformas en su cancha.

Hoy a Peñarol le cuesta 90.000 dólares jugar en el estadio Centenario, cuando tiene su propio estadio para 40.000 personas y gastó 1.800.000 dólares en todo el sistema de seguridad, pero hoy debe pagar por ese sistema por cada persona que entre al estadio. Es como si una persona tiene su casa en condiciones de hacer su fiesta de cumpleaños y le obligan a alquilar un salón con una infraestructura inferior y además pagar por eso. Un absurdo auspiciado por la AUF y el Ministerio del Interior y que pagamos todos los socios de Peñarol.

Lo que más molesta de todo esto, es que sigan tomando a la gente por estúpida y nos sigan metiendo la mano en el bolsillo a los socios de los clubes que somos quienes siempre pagamos la fiesta y recibimos peores servicios.

En lo deportivo, Ramos hizo los cambios que todos sabíamos que iba a hacer. El retorno de Formiliano en la zaga (como lo extrañamos en Paraguay!) luego de 15 días sin futbol. El regreso de Fidel Martínez, aún con mayor inactividad. Lucas Hernández en el lateral derecho (pobre partido de Rojo el miércoles) y de Maxi Rodríguez como enlace.

Peñarol tuvo una tímida a los 4´ con un tiro libre de Lucas Hernández desde la izquierda y el cabezazo débil de Arias en el primer palo que atrapa sin problemas el arquero Conde.

Nacional respondió con una chance clarísima a los 8´. Pelota que pierde Canobbio, doble pared Bergessio – Fucile y se la lleva el lateral por izquierda y mete el pase por bajo al medio para Bergessio que increíblemente falla la conclusión cuando estaba solo, de frente al arco y con solo Dawson como obstáculo.

Y de ahí en más, no hubo más canches dignas de ser llamadas tales para ninguno de los dos. Nacional manejó la pelota, la tuvo más, la movió bien y maniató a Peñarol, pero no creo nada en el área mirasol.

Por su parte Peñarol jugó muy mal. Cayó en la trampa táctica del rival que le tapó las bandas y le ganó el medio campo. Sin influir Lucas ni Varela por las puntas, con un Canobbio muy bien marcado, el cebolla sin gravitar, Maxi Rodríguez que casi no la tocó y Fidel Martínez que fue figura nominal. Así fue el tricolor quien obtuvo mejor rédito, pero no le alcanzó para ponerse en ventaja en el primer tiempo.

Para el segundo un panorama complicado para el mirasol, porque corrió todo el primer tiempo detrás de la pelota y se esperaba que el cansancio del partido y viaje entre semana, le pasaría factura.

El segundo tiempo arrancó con ofensiva tricolor que en los primeros 3´ tuvo 3 chances para ponerse en ventaja

La primera al minuto cuando Viudez pone en carrera a Oliva por derecha, enfila hacia el arco y saca el remate que contiene Dawson contra el palo izquierdo.

Un minuto después es Zunino el que se mete por derecha y saca el remate fuerte que rechaza Dawson bien parado.

La tercera a los 3´ con un centro de De Pena desde la izquierda y el cabezazo solo de Bergessio que atrapa Dawson muy seguro sin dar rebote.

Pero cuando arreciaba la ofensiva alba, llega el gol mirasol. Un tiro libre desde el vértice derecho del área que remata rastrero el cebolla Rodríguez, salta la barrea y la pelota se mete abajo contra el palo izquierdo de Conde que no reacciona. 1 a o el carbonero cuando no lo merecía.

De ahí en más, fue todo de Nacional que buscó el empate mientras Peñarol no volvió a rematar al arco.

La primera fue a los 12´ con un centro desde la derecha de Viudez y el cabezazo de Corujo que se va por encima del horizontal.

A los 22´ un impresionante remate desde afuera del área y Dawson vuela para descolgarla desde el ángulo superior izquierdo en impresionante atajada para salvar el arco mirasol.

El empate de Nacional llega a los 25´. Un centro desde la izquierda de Fucile, la pelota pica en el área, no la despeja Lucas Hernández y permite que la tome Viudez para meterla al medio, Bergessio remata debajo del arco y Dawson se manda otra atajada impresionante a puro reflejo. Pero al igual que el otro día en Paraguay, el rebote le queda al rival, esta vez a Bueno, que toca con el arco libre y vence el postrer esfuerzo de Dawson marcando el empate que merecía el tricolor.

De ahí hasta el final ya no hubo chances para ninguno de los dos. Nacional se conformó con un empate que le servía y Peñarol no tuvo fuerza anímica ni resto físico ni aptitud futbolística para ir a ganar el partido.

Peñarol empató un partido que debía ganar y dejo al rival con la ventaja para hacerse con el apertura. Pero no se puede decir que fue injusto, porque Peñarol mostró muy poco y Nacional fue superior. Peñarol remató una sola vez al arco en 90´, muy poco para pretender ganar un clásico.

Ahora vendrá otra prueba enorme ante Libertad a mitad de semana, obligado a ganar otra vez y sin el descanso adecuado. Más que nunca lamentaremos los puntos perdidos en Paraguay como ya en lo local lamentamos los puntos que perdimos con Torque.

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