Jornada clásica
con Peñarol obligado a ganar. Como siempre, como marca la historia, pero además
esta vez, con la necesidad para superar al rival en la tabla y mitigar el golpe
de los puntos perdidos el miércoles cuando no se veía la forma de perderlos.
Jornada
clásica en el histórico Estadio Centenario, tierra sagrada aurinegra, el lugar
donde hemos dado más vueltas olímpicas en estos 126 años de historia. Pero se
jugaba en el Centenario por razones espurias. Sacando las excusas y mentiras a
las que ya nos tienen acostumbrados dirigentes de la AUF y jerarcas del Ministerio
del Interior que han perdido ya cualquier credibilidad que pudieran tener, la razón
sencilla es que Peñarol no jugó este clásico en el CDS porque Nacional no tendrá
pronto el Parque Central este año. Como tantas veces, la solución ha sido penar
la eficiencia y premiar la incompetencia. Como Nacional no puede jugar en su
cancha esta temporada, entonces Peñarol tampoco.
Pero le
siguen tomando el pelo a la gente, como si los aficionados al futbol fuéramos estúpidos
subnormales. No se puede jugar un clásico por el campeonato a la tarde, pero si
un hipotético juego por la Libertadores a la noche o una posible final de
campeonato. En el primer caso es una tomada de pelo porque es casi imposible
que se dé y siempre es más fácil ser pródigo con los bienes inciertos que con
los reales. En el segundo es otra tomada de pelo, porque si hay finales será
sobre fin de año y entonces quizás (tal vez) Nacional si haya terminado las
reformas en su cancha.
Hoy a
Peñarol le cuesta 90.000 dólares jugar en el estadio Centenario, cuando tiene
su propio estadio para 40.000 personas y gastó 1.800.000 dólares en todo el sistema
de seguridad, pero hoy debe pagar por ese sistema por cada persona que entre al
estadio. Es como si una persona tiene su casa en condiciones de hacer su fiesta
de cumpleaños y le obligan a alquilar un salón con una infraestructura inferior
y además pagar por eso. Un absurdo auspiciado por la AUF y el Ministerio del
Interior y que pagamos todos los socios de Peñarol.
Lo que más
molesta de todo esto, es que sigan tomando a la gente por estúpida y nos sigan
metiendo la mano en el bolsillo a los socios de los clubes que somos quienes
siempre pagamos la fiesta y recibimos peores servicios.
En lo
deportivo, Ramos hizo los cambios que todos sabíamos que iba a hacer. El
retorno de Formiliano en la zaga (como lo extrañamos en Paraguay!) luego de 15
días sin futbol. El regreso de Fidel Martínez, aún con mayor inactividad. Lucas
Hernández en el lateral derecho (pobre partido de Rojo el miércoles) y de Maxi
Rodríguez como enlace.
Peñarol
tuvo una tímida a los 4´ con un tiro libre de Lucas Hernández desde la
izquierda y el cabezazo débil de Arias en el primer palo que atrapa sin
problemas el arquero Conde.
Nacional
respondió con una chance clarísima a los 8´. Pelota que pierde Canobbio, doble
pared Bergessio – Fucile y se la lleva el lateral por izquierda y mete el pase
por bajo al medio para Bergessio que increíblemente falla la conclusión cuando
estaba solo, de frente al arco y con solo Dawson como obstáculo.
Y de ahí en
más, no hubo más canches dignas de ser llamadas tales para ninguno de los dos.
Nacional manejó la pelota, la tuvo más, la movió bien y maniató a Peñarol, pero
no creo nada en el área mirasol.
Por su parte
Peñarol jugó muy mal. Cayó en la trampa táctica del rival que le tapó las
bandas y le ganó el medio campo. Sin influir Lucas ni Varela por las puntas,
con un Canobbio muy bien marcado, el cebolla sin gravitar, Maxi Rodríguez que
casi no la tocó y Fidel Martínez que fue figura nominal. Así fue el tricolor
quien obtuvo mejor rédito, pero no le alcanzó para ponerse en ventaja en el
primer tiempo.
Para el segundo
un panorama complicado para el mirasol, porque corrió todo el primer tiempo
detrás de la pelota y se esperaba que el cansancio del partido y viaje entre
semana, le pasaría factura.
El segundo
tiempo arrancó con ofensiva tricolor que en los primeros 3´ tuvo 3 chances para
ponerse en ventaja
La primera
al minuto cuando Viudez pone en carrera a Oliva por derecha, enfila hacia el
arco y saca el remate que contiene Dawson contra el palo izquierdo.
Un minuto
después es Zunino el que se mete por derecha y saca el remate fuerte que
rechaza Dawson bien parado.
La tercera
a los 3´ con un centro de De Pena desde la izquierda y el cabezazo solo de
Bergessio que atrapa Dawson muy seguro sin dar rebote.
Pero cuando
arreciaba la ofensiva alba, llega el gol mirasol. Un tiro libre desde el vértice
derecho del área que remata rastrero el cebolla Rodríguez, salta la barrea y la
pelota se mete abajo contra el palo izquierdo de Conde que no reacciona. 1 a o
el carbonero cuando no lo merecía.
De ahí en
más, fue todo de Nacional que buscó el empate mientras Peñarol no volvió a
rematar al arco.
La primera
fue a los 12´ con un centro desde la derecha de Viudez y el cabezazo de Corujo
que se va por encima del horizontal.
A los 22´
un impresionante remate desde afuera del área y Dawson vuela para descolgarla
desde el ángulo superior izquierdo en impresionante atajada para salvar el arco
mirasol.
El empate
de Nacional llega a los 25´. Un centro desde la izquierda de Fucile, la pelota
pica en el área, no la despeja Lucas Hernández y permite que la tome Viudez
para meterla al medio, Bergessio remata debajo del arco y Dawson se manda otra
atajada impresionante a puro reflejo. Pero al igual que el otro día en
Paraguay, el rebote le queda al rival, esta vez a Bueno, que toca con el arco
libre y vence el postrer esfuerzo de Dawson marcando el empate que merecía el
tricolor.
De ahí
hasta el final ya no hubo chances para ninguno de los dos. Nacional se conformó
con un empate que le servía y Peñarol no tuvo fuerza anímica ni resto físico ni
aptitud futbolística para ir a ganar el partido.
Peñarol
empató un partido que debía ganar y dejo al rival con la ventaja para hacerse
con el apertura. Pero no se puede decir que fue injusto, porque Peñarol mostró
muy poco y Nacional fue superior. Peñarol remató una sola vez al arco en 90´,
muy poco para pretender ganar un clásico.
Ahora vendrá
otra prueba enorme ante Libertad a mitad de semana, obligado a ganar otra vez y
sin el descanso adecuado. Más que nunca lamentaremos los puntos perdidos en
Paraguay como ya en lo local lamentamos los puntos que perdimos con Torque.
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