Cunha volvía a arbitrarle a Peñarol después de casi dos años. Exactamente desde aquella tarde que no vio dos penales clarísimos y fue decisivo en el resultado. Tenemos memoria, aquel día Peñarol jugó muy mal y Wanderers jugó mejor, pero Cunha se comió dos manos dentro del área bohemia que es imposible e imperdonable que no haya visto. Pero no fue un hecho aislado con este juez, sino que se suma a una enorme cadena de “errores”, curiosamente todos contrarios a los intereses carboneros https://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com.uy/2015/04/la-maldicion-de-cunha.html y otros “favores” contra el rival de siempre.
Esta semana
diversos jugadores y dirigentes del tradicional adversario, salieron a hacer
campaña para que Cunha fuera el juez del clásico, diciendo que lo preferían.
Nos quedamos con las palabras del vicepresidente de nuestra institución Rodolfo
Catino que claramente expresó “si yo fuera hincha de Nacional, también querría
a Cunha para el clásico”. Meridianamente claro.
Cunha no podría
ser el juez del clásico, pero parece que la Auf tenía que compensar a Nacional
por eso y colocó a Cunha como árbitro del partido previo. Después de casi dos
años sin arbitrarle al aurinegro, es el juez del partido previo al clásico.
Como decía un viejo personaje de nuestra tv “¿Usted, no desconfiaría?”. Por si
fuera poco, lo mandan al mundial, a pesar de ser un pésimo arbitro (entre
semana se comió una patada asesina de Felipe Melo en Palmeiras-Boca) por lo que
aun haciendo un pésimo arbitraje hoy, poco podría importarle alguna
consecuencia posterior.
¿Hasta cuándo
la Auf va a seguir compensado a los eternos nenes llorones que hacen un
berrinche cada vez que las cosas no son como ellos quieren? ¿Si tanto les gusta
Cunha, por qué no se los pusieron en el partido de ellos? Es una nueva tomada
de pelo de los árbitros a Peñarol cuya delegación en la Auf continúa admitiendo
pacíficamente este tipo de atropellos.
Después de
toda esta introducción, necesaria para explicar el ánimo antes de este
encuentro, hablemos del equipo. Peñarol iniciaba dos semanas donde no tendrá
descanso. Serán 7 partidos en 20 días, incluyendo el clásico, el juego ante
Defensor y tres juegos de Libertadores con dos viajes (a Paraguay y a
Argentina). En estos 20 días, Peñarol se juega buena parte de su destino en el
año.
Con la necesidad
de ganar para seguir dependiendo de si mismo, Ramos tuvo que reservar a
Formiliano por lesión (seguramente tampoco esté en Paraguay el miércoles) y le
dio entrada a Maldonado. Tampoco pudo estar Canobbio por un cuadro estomacal y
Ramos improvisó a Rojo como volante.
Enfrente,
un Fénix irregular pero que ha levantado en los últimos partidos y contaba con
algún ex aurinegro como Maximiliano Pérez, Gianni Rodríguez y Juan Álvez.
Desde el
principio fue más Peñarol, pero careció de profundidad en los primeros minutos
y no generó chances claras. La primera terminó siendo gol. Fue a los 25´ con
una jugada que inicia Maxi Rodríguez por el medio, toca para el cebolla que
abre a la derecha para el lolo Estoyanoff quien mete el centro por bajo, falla
Fosgt y madruga Maxi Rodríguez para meter el toque corto mandando la pelota
contra el palo izquierdo marcando la apertura.
Peñarol
siguió controlando el juego después de la apertura y dispuso de alguna chance
para aumentar. La primera a los 32´ con otro centro de Estoyanoff desde la
derecha y el cabezazo de Rojo que se pierde arriba contra el ángulo superior
derecho del arquero Denis.
La última
del primer tiempo fue a los 41´ mediante un tiro libre desde la izquierda y
anticipa el cachila Arias en el primer palo para meter el toque que Denis saca
abajo contra el palo derecho en notable atajada.
El primer tiempo
se fue con Peñarol ganando 1 a 0 en forma justa, pero con un partido de escaso
nivel técnico.
El segundo
tiempo fue aún más favorable para el aurinegro. Ya a los 7´ genera la primera
chance para marcar. Un tiro libre desde la izquierda de Hernández en forma de
centro, anticipa otra vez Arias en el primer palo y su toque se estrella en el
vertical derecho, cuando ya estaba vencido Denis.
Ese segundo
gol llega a los 16´ con otro ataque por izquierda. Pelota que toca Hernández
para Rojo que mete el centro perfecto para que cabecee Maxi Rodríguez mandando
la pelota por alto para que supere al arquero Denis y caiga dentro del arco contra
el palo izquierdo.
Un gol que
le dio tranquilidad al aurinegro y le permitió manejar el juego y la pelota
ante un Fénix que no reaccionó nunca.
El tercero
llega a los 33´ otra salida rápida por izquierda y Palacios se lleva la pelota,
mide el centro y la tira justa para que entre solo por el segundo palo el
cebolla Rodríguez que mide y mete el cabezazo de pique al suelo para meterla
contra el palo izquierdo.
Dos minutos
después, un remate desde afuera de Estoyanoff que contiene Denis en dos tiempos
contra el vertical derecho.
Peñarol
debió convertir el cuarto a los 38´ cuando otra vez Palacios va por izquierda y
mete el pase perfecto, esta vez por abajo para la entrada del cebolla Rodríguez
solo por el medio, pero define mal, muy displicente, al cuerpo del arquero y
permite que rechace Denis.
Peñarol
ganó el primer partido de esta seguidilla que desde ahora no dará descanso. Lo
ganó bien, con autoridad y sobre todo, con tranquilidad. Ahora viajará a
Paraguay para enfrentar a Libertad, seguramente sin Formiliano (y lo extrañará
mucho). Un juego inconveniente antes del clásico con un Nacional que nos esperará
descansado.
Párrafo
final para Cunha que pasó desapercibido. Sin dudas fue lo más inteligente que
pudo hacer por él mismo y lo más peligroso hacia el futuro para Peñarol.
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