Hoy no
puede haber comentario del encuentro como siempre, porque la ineptitud de
Tenfield colocó un partido del aurinegro a las 5 de la tarde de un miércoles de
modo que fuera imposible no solo asistir sino siquiera ver el encuentro para
cualquier persona normal que trabaja. Una ineptitud soberana de la empresa de
tv que organiza un campeonato donde coloca partidos en horario laboral, en
invierno, a 4 días de empezar el campeonato oficial y con la entrada más barata
a $ 500. No solo no fue nadie, sino que además muchos de los que pagamos para
ver el futbol (Peñarol es la única razón por la que aun pagamos el cable
existiendo internet, Netflix y otras muchas opciones) tampoco lo pudimos ver
por estar trabajando. Ni el enemigo les hubiera armado tan mal un torneo. Parecía
armado por Fox.
Por lo
poco que pudimos ver (los últimos 20´) y oír por la radio, Peñarol también volvió
a ser un monumento a la ineptitud. Un equipo entreverado, sin sorpresa, sin
elaboración de futbol, sin peso ofensivo y sin dirección técnica. El caos que
vive la institución hace que hoy tengamos en el banco un técnico que ya sabe
que está de salida, que no tiene la confianza de los dirigentes, ni de los
hinchas y lo peor, ni de los propios jugadores. Otro absurdo que Peñarol repite
una y otra vez. Sostener a un técnico cuya situación ya es insostenible,
permitirle armar el equipo y cesarlo apenas antes del inicio de un campeonato
(casos Saralegui-Bengoechea) o apenas iniciado un torneo (casos Gregorio Pérez,
Matosas y seguramente Ramos). Esta película ya la vimos, conocemos el final y
no es bueno para Peñarol.
Producto
de ese caos, dejamos ir a Nandez por una cifra irrisoria y volvimos a traer un
montón de jugadores de más de 30 años y con la cereza de la torta: el lolo
Estoyanoff. Si, el mismo jugador al que hace un par de temporadas no se le
renovó el contrato porque era grande y no había demostrado el profesionalismo
que el club requiere. Pues ahora esa parece ser la salvación. Hay cosas que
cuesta entender, hay otras que simplemente no se pueden entender.
En la
cancha un equipo de suplentes con Guruceaga, Alex Silva, Villalba, Quintana,
Fabián Píriz, Franco Martínez, Novick, Gastón Rodríguez, Albarracín, Cavallini
y Palacios. Un equipo que no dio pie con bola y dejó una pobre impresión siendo
superado (y goleado) por Danubio y hasta se hizo un gol en contra digno del
blooper del año.
Se
cierra esta etapa de preparación con un saldo lamentable de 4 partidos jugados
(no se puede considerar el movimiento con Plaza como un partido) un empate y 3
derrotas, ni un solo tanto a favor.
Ahora vendrá
el clausura que Peñarol está obligado a ganar con un técnico que sabe que se va
al primer empate que consiga y un descalabro institucional majestuoso.
Ineptitud
de la tv. Ineptitud de la dirección técnica. Ineptitud de los jugadores.
Ineptitud dirigencial. Ineptitud de los árbitros desde hace rato. Demasiado que
superar para que este barco a la deriva termine arribando a buen puerto.
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