El campeón
del siglo se vestía de fiesta para recibir al primer equipo brasileño al que
debía enfrentar Peñarol. Con el recuerdo fresco del robo descarado del árbitro
ecuatoriano Zambrano que jugó 10 minutos de prorroga hasta que convirtiera un
gol el Palmeiras.
Con
tres jugadores suspendidos, la importante baja del cachila Arias atrás (substituido
por el paraguayo Villalba) y Guzmán Pereira (donde Ramos sorprendió colocando a
Alex Silva como volante) con el agregado de la falta de Gastón Rodríguez que ha
sido un revulsivo importante en los partidos de esta copa.
Enfrente
el Palmeiras con la baja de Dudu y la tranquilidad de que pasara lo que pasase,
seguiría primero en el grupo.
Y
Peñarol arranco para matar, llevándose pode delante al rival, metiéndolo en su
cancha, no dejándolo jugar, presionando en su campo y buscando hacer daño.
La
primera posibilidad llega a los 4´ con un centro desde la derecha que cabecea
Villalba en el área y la pelota pica junto a la base del palo derecho,
A los
6´un remate cruzado, fuerte, desde la derecha , fuera del área de Alex Silva
que contiene firme el arquero Prass.
La apertura
llega a los 13´ con una pelota jugad en profundidad por derecha para Nandez que
va como puntero, llega hasta la línea final y saca el centro el área. Por el
medio aparece solo Affonso más rápido que el zaguero Mina y toca la pelota para
cruzarla a media altura contra el palo izquierdo de Prass. De primera nos dio
la impresión de que Affonso había cometido falta contra el zaguero colombiano,
cosa que muestra la reiteración y nobleza obliga.
Peñarol
ganaba 1 a 0 y era justo porque era más que su rival, lo tenía metido contra su
arco y no pasaba zozobras en el propio.
Este
estado de cosas se mantuvo hasta las cercanías del minuto 30 cuando Palmeiras
comenzó a tener más la pelota y el aurinegro replegó sus líneas. Pero el verdão
no generaba peligro sobre el arco de Guruceaga, hasta el punto que el arquero
mirasol no tocó la pelota.
Y
cuando había amainado el ímpetu mirasol llega el segundo. Fue en el minuto 38
con un verdadero golazo de Peñarol. La jugad la inicia Petryk por derecha, el
toque adelante para Affonso que pivotea para Alex Silva, mientras Petryk le
pasa por detrás al ex Racing. Alex manda el centro, toca Petryk atrás de cabeza
y Junior Arias hace una tijera para impactar la pelota y hacer que se meta
entre el arquero y un zaguero marcando el segundo mirasol. Peñarol 2 a 0 y con
tranquilidad.
Así
acabó el primer tiempo y era justo, porque Peñarol fue mucho más, se llevó por
delante a Palmeiras que no ofendió nunca y Guruceaga no tuvo una sola atajada.
Sin
embargo nos preocupaba el segundo tiempo por lo vivido en São Paulo cuando
Peñarol entró dormido en el segundo tiempo y se comió dos goles en pocos
minutos (que pudieron ser tres con el penal errado) y sobre todo no pudo
mantener la presión que había ejercido en el primer tiempo.
Y
lamentablemente no nos equivocamos en nuestro temor. Porque Eduardo Baptista,
que es un técnico mediocre como lo demostró su pésimo planteamiento de primer
tiempo, tampoco es estúpido y mando a la cancha a Tche Tche y William y el
encuentro cambió.
Peñarol
de nuevo entro dormido y a los 4´ descuenta Palmeiras con un centro desde la
derecha de Jean que no consigue despejar la defensa, domina William y saca el
remate formidable que supera a Guruceaga y se clava contra el ángulo superior
izquierdo marcando el descuento.
Responde
Peñarol a los 8´ con un remate desde afuera de Nandez que se pierde apenas
afuera contra el palo derecho.
Pero
Palmeiras dominaba el juego y Peñarol sufría. Pudo empatar Palmeiras a los 11´con
otra jugad de Jean que va hasta el fondo por derecha toca el medio y Roger
Guedes, solo debajo del arco la manda por encima de horizontal.
Pero el
empate que no llego ahí vino a los 17´ con un centro frontal larguísimo, se
queda Quintana que no salta y por detrás entra el colombiano Mina que mete el
cabezazo cruzado para vencer a Guruceaga y marcar el empate.
Diez
minutos después el último mazazo. Remate desde fuera de Guerra, rechaza
Guruceaga, toma el rebote Jean y la mete al medio para que solo William debajo
del arco la toque para marcar el tercero que fufe el de la victoria verde.
Peñarol
perdió un partido increíble o mejor dicho, se lo ganó Palmeiras. Porque Peñarol
fue mucho más en el primer tiempo y le pasó por arriba, pero entro dormido de
nuevo en el segundo tiempo y Palmeiras con un par de cambios, le pintó la cara.
Para
terminarla el partido termino en un bochorno de golpes y discusiones generadas
por Felipe Melo, el típico bocón que habla mucho más de lo que juega y después termina
quejándose de que lo llamaron “macaco” como pasó en el Allianz Arena. También hubo
lio en la tribuna y Peñarol seguramente perderá algún jugado más por sanción y
puede ser sancionado el estadio.
Peñarol
queda muy comprometido otra vez en una copa y prácticamente eliminado Deberá
ganar los dos partidos que le quedan y esperar algún otro resultado más.
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