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martes, 7 de marzo de 2017

Un arranque de terror



Peñarol debutaba en la Libertadores y nadie podía imaginar que lo haría de forma tan desastrosa.

La idea de Ramos era mantener el mismo equipo que había goleado a Wanderers pero la sorpresiva suspensión de Cavallini (que otra vez se volvieron a comer nuestros dirigentes) obligo a realizar un cambio. Ramos se decidió por el argentino Costa que poco aportó en los 40´ que estuvo en cancha.

Una cancha en pésimas condiciones a la que se adaptó mucho mejor el equipo local. La debacle comenzó a los 6´ y el primer responsable fue el árbitro peruano Carrillo de defectuoso nivel. Porque en ese minuto corre Ríos por izquierda y le comete una falta clarísima a Ramón Arias, pero el peruano no cobra nada y deja seguir la jugada. Ríos se mete en el área y sesgado, saca un remate que se mete en el arco entre Guruceaga y el palo derecho marcando la apertura que estaba claramente viciada de nulidad por la falta previa que se devora el mediocre árbitro peruano.

1 a 0 de visitante, en la altura y con un gol ilícito y Peñarol que nunca encontró la vuelta. Apenas si respondió a los 8´ con una pelota que gana Junior Arias y toca para la entrada de Gastón rodríguez por izquierda y saca el remate sesgado, fuerte pero desviado perdiendo la única chance que tuco el aurinegro en el primer tiempo.  Una jugada muy similar al viciado gol del equipo boliviano pero con resultado diferente.

Sobre los 24´ se termina de complicar el partido cuando ingresa por izquierda el brasileño Thomaz, engancha hacia el área y lo traba Alex Silva derribándolo. Penal que remate el propio brasileño, pelota al medio, Guruceaga hacia el palo izquierdo y el partido 2 a 0.

El tercer ataque del Wilstermann es el tercer gol. Desborde por derecha de Bergese, mete en centro y Ríos que anticipa a un lento Alex Silva para tocar la pelota y meterla en el arco en lo que ya era goleada.

Peñarol fue una sombra, un fantasma en todo ese primer tiempo. Es cierto que el primer gol viene de una falta que el peruano no cobra, pero no es menos cierto que el aurinegro nunca hizo pie en el campo y mostro una fragilidad defensiva asombrosa. Superado en el medio y desbordado por las puntas. Sin peso ofensivo y con una defensa endeble, el primer tiempo de Peñarol fue un verdadero desastre.

El segundo tiempo arranco igual porque al minuto pudo ser el cuarto para el equipo boliviano cuando sale mal Villalba y se la lleva Thomaz que entra al área con pelota dominada y define cruzado ante la salida de Guruceaga y la pelota se va ancha contra el palo derecho.

Peñarol pega a los 3´ cuando ataca Lucas Hernández por izquierda y mete el centro notable para la entrada de Gastón Rodríguez por el medio que define ante la salida del arquero para marcar el descuento.

A los 9´ es expulsado Ríos por una agresión sin pelota contra Alex Silva. Wilstermann se quedaba con 10 y se abría una puerta para el aurinegro.

A los 13´otro ataque por la izquierda aurinegra termina con un centro al medio, falla el arquero y Junior Arias no logra definir para meterla en el arco.

Teniendo en cuenta el hombre de más Ramos saca a Alex Silva para poner a Boselli buscando abrir la cancha y darle más velocidad al equipo. Pero Boselli se hace expulsar de la manera más estúpida apenas 4´ después, pegando dos patadones seguidos contra la banda que le merecieron sendas amarillas bien sacadas.

Sin embargo sobre los 24´ llega el segundo descuento mirasol obra otra vez de Gastón Rodríguez que recibe un pase largo por derecha, gana en velocidad a su marcador y define cruzado ante la salida del arquero poniendo en 2-3.

Pero fue solo un espejismo porque a los 28´ un tiro libre desde la izquierda por una falta innecesaria de Dibble, es levantado en forma de centro y cabecea el capitán Zenteno haciendo que la pelota supere a Guruceaga, bese el travesaño y caiga dentro del arco poniendo un 4 a 2 que ya era ilevantable.

Solo podían llegar más goles bolivianos y llegaron. Pudo ser a los 32´ cuando una pelota por derecha es metida al medio para la entrada de Cabezas que ingresa solo pero levanta el remate mandado la bola por encima del horizontal.

Fue a los 37´ cuando llega el quinto. Se mete Thomaz por derecha, entra al área y Lucas Hernández se le arroja con los dos pies hacia adelante. En la imagen parece que no llega a tocarlo, pero el brasileño se deja caer y de nuevo el pésimo arbitro que demostró ser el peruano Carrillo, compra el penal simulado. Remata Cardozo, sobre el palo derecho, Guruaceaga al otro lado y 5 a 2.

Pero faltaba más. A los 42´ un ataque por izquierda, la pelota al medio donde recibe el argentino Olego, de espaldas al arco, pero la defensa de Peñarol lo deja dominar, girar y sacar el remate su supera al arquero y entra contra el palo izquierdo para poner el vergonzoso 6 a 2 definitivo.

Es poco lo que se puede analizar en una caída como esta que comenzó, es cierto con un horror del árbitro al no marcar una clara falta, pero que no excusa del pésimo juego de nuestro equipo. Peñarol fue superado ampliamente y ya en un solo encuentro hipoteca buena parte de la chance de avanzar de fase. Porque perdió puntos ante el rival que es el más accesible del grupo pero además se trajo 6 goles en contra y una diferencia de -4.

Un pésimo arranque del equipo de Ramos que deja pocas ganas para comentar esta debacle.

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