Peñarol
jugaba ante River en el Saroldi después del fallo que nos quitó los puntos ante
el tradicional adversario. Un fallo que
es ajustado a la norma aunque sea injusto. Podemos discutir entre qué valor es más
importante si el reglamento o la justicia, pero mientras el reglamento esté
vigente, las decisiones deben adoptarse de acuerdo con él.
Se jugaba
de nuevo sin público, en una situación que se ha reiterado a lo largo de este campeonato
que el sentido común nos dice que no debió jugarse porque no estaban las garantías
necesarias para hacerlo (bastaba ver cómo terminaron las últimas dos
definiciones de los campeonatos pasados para darse cuenta) y estamos padeciendo
las consecuencias. Mucho menos debió continuarse luego de los sucesos del 28 de
setiembre.
En el
aspecto deportivo, Peñarol que se suponía jugaría de verde en homenaje al
Chapecoense brasileño, terminó jugando con un flúor que tenía más de amarillo
que de verde. Curutchet mandó al campo casi al mismo equipo que hubiera parado
en el malogrado clásico, con la única excepción de Mathias Rodríguez (que quedo
habilitado por no jugar un partido que no se disputó) en lugar de Gianni
Rodríguez.
Peñarol
empezó mejor, intentando jugar por las puntas y ocupando el campo adversario.
Pero en la primera que tuvo River se puso en ventaja. Fue a los 7´ con un
córner desde la izquierda, sale flojo de manos Guruceaga, pierde la pelota
entre tres jugadores de River y es el brasileño Lima quien consigue tocar para
mandar la pelota adentro y marcar la apertura.
Peñarol
siguió jugando mejor después de la puesta en ventaja darsenera y tuvo sus chances
de empatar. La primera a los 11´ con un toque atrás de Junior Arias para el
remate de Dibble que pasa por encima del horizontal.
La
segunda a los 16´ con un toque de Mathías Rodríguez al área que rebota en un
zaguero y le vuelve a quedar al lateral aurinegro que saca el remate que pasa
por encima del horizontal.
Otra
más a los 18´ con un centro desde la izquierda de Albarracín que despeja el
arquero con una mano y el rebote le queda a Arias que le pega muy de abajo y la
manda lejos afuera.
River,
que no había llegado más luego de la puesta en ventaja, tiene una a los 25´ con
una chilena de Saavedra que pasa cerca del palo izquierdo de Guruceaga.
Peñarol
se quedó luego de esos minutos y solo llego a los 42´ a través de un tiro libre
desde la izquierda de Alex Silva que hace que la pelota baje abruptamente y
pase apenas arriba de ángulo izquierdo.
El
primer tiempo termino con un Peñarol que mereció mejor suerte pero se fue abajo
1 a 0.
Pero el
segundo tiempo ya sería otra cosa. Porque River convierte otra vez en la
primera que llega a los 2´ con un toque al área donde no consigue cerrar Perg y
entra solo por detrás Saavedra que remata ante la salida de Guruceaga para
marcar el 2 a 0.
Para
empeorar las cosas a los 7´ se queda con 10 el aurinegro por una entrada dura
de Alex Silva que le hace ganar la roja directa bien sacada.
Y de ahí
en más solo cabía esperar algún gol más de River. Pudo ser a los 9´ con un
córner desde la derecha que peina la zaga sin despejar y le queda a un jugador
darsenero por el segundo palo y no consiguió meterla cuando el arco estaba
libre.
Pudo
ser de nuevo a los 22´ con otro córner desde la derecha que se cerró y se perdió
apenas arriba del horizontal.
Fue
finalmente a los 24´ con una jugada larga que comienza con una falta a favor no
cobrada y toma completamente desarmada a la defensa mirasol. La pelota viaja de
derecha a izquierda y de nuevo a la derecha y termina con un pase que recibe
Rosso (que había entrado por Saavedra que debió ser expulsado por segunda amarilla)
que define para que la pelota pase entre las piernas de Perg sin que consiga
sacarla Gurucega que volvía sobre sus pasos.
De ahí en
más solo deseábamos que el partido terminara lo antes posible. Pero el juez aún tenía
dos errores más por cometer.
El
primero a los 36´ cuando Avalos baja una pelota de cabeza y Rossi cae en el
área y el juez sanciona un penal que nos parece que no fue. Lo remata Hernán
Novick, abajo contra la base del palo izquierdo para marcar el anecdótico
descuento.
El
último error fue a los 44´ cuando expulsa a Da Luz por una falta ante Perg que
pensamos que no era ni amarilla.
Peñarol
está cerrando un campeonato que ha sido desastroso dentro y fuera de la cancha.
Un campeonato que no debió empezar, que no debió continuar después del clima
que se generó luego de la muerte de Hernán y que hoy deseamos que termine de
una vez.
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