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sábado, 3 de diciembre de 2016

Que termine de una vez



Peñarol jugaba ante River en el Saroldi después del fallo que nos quitó los puntos ante el tradicional adversario.  Un fallo que es ajustado a la norma aunque sea injusto. Podemos discutir entre qué valor es más importante si el reglamento o la justicia, pero mientras el reglamento esté vigente, las decisiones deben adoptarse de acuerdo con él.

Se jugaba de nuevo sin público, en una situación que se ha reiterado a lo largo de este campeonato que el sentido común nos dice que no debió jugarse porque no estaban las garantías necesarias para hacerlo (bastaba ver cómo terminaron las últimas dos definiciones de los campeonatos pasados para darse cuenta) y estamos padeciendo las consecuencias. Mucho menos debió continuarse luego de los sucesos del 28 de setiembre.

En el aspecto deportivo, Peñarol que se suponía jugaría de verde en homenaje al Chapecoense brasileño, terminó jugando con un flúor que tenía más de amarillo que de verde. Curutchet mandó al campo casi al mismo equipo que hubiera parado en el malogrado clásico, con la única excepción de Mathias Rodríguez (que quedo habilitado por no jugar un partido que no se disputó) en lugar de Gianni Rodríguez.

Peñarol empezó mejor, intentando jugar por las puntas y ocupando el campo adversario. Pero en la primera que tuvo River se puso en ventaja. Fue a los 7´ con un córner desde la izquierda, sale flojo de manos Guruceaga, pierde la pelota entre tres jugadores de River y es el brasileño Lima quien consigue tocar para mandar la pelota adentro y marcar la apertura.

Peñarol siguió jugando mejor después de la puesta en ventaja darsenera y tuvo sus chances de empatar. La primera a los 11´ con un toque atrás de Junior Arias para el remate de Dibble que pasa por encima del horizontal.

La segunda a los 16´ con un toque de Mathías Rodríguez al área que rebota en un zaguero y le vuelve a quedar al lateral aurinegro que saca el remate que pasa por encima del horizontal.

Otra más a los 18´ con un centro desde la izquierda de Albarracín que despeja el arquero con una mano y el rebote le queda a Arias que le pega muy de abajo y la manda lejos afuera.

River, que no había llegado más luego de la puesta en ventaja, tiene una a los 25´ con una chilena de Saavedra que pasa cerca del palo izquierdo de Guruceaga.

Peñarol se quedó luego de esos minutos y solo llego a los 42´ a través de un tiro libre desde la izquierda de Alex Silva que hace que la pelota baje abruptamente y pase apenas arriba de ángulo izquierdo.

El primer tiempo termino con un Peñarol que mereció mejor suerte pero se fue abajo 1 a 0.

Pero el segundo tiempo ya sería otra cosa. Porque River convierte otra vez en la primera que llega a los 2´ con un toque al área donde no consigue cerrar Perg y entra solo por detrás Saavedra que remata ante la salida de Guruceaga para marcar el 2 a 0.

Para empeorar las cosas a los 7´ se queda con 10 el aurinegro por una entrada dura de Alex Silva que le hace ganar la roja directa bien sacada.

Y de ahí en más solo cabía esperar algún gol más de River. Pudo ser a los 9´ con un córner desde la derecha que peina la zaga sin despejar y le queda a un jugador darsenero por el segundo palo y no consiguió meterla cuando el arco estaba libre.

Pudo ser de nuevo a los 22´ con otro córner desde la derecha que se cerró y se perdió apenas arriba del horizontal.

Fue finalmente a los 24´ con una jugada larga que comienza con una falta a favor no cobrada y toma completamente desarmada a la defensa mirasol. La pelota viaja de derecha a izquierda y de nuevo a la derecha y termina con un pase que recibe Rosso (que había entrado por Saavedra que debió ser expulsado por segunda amarilla) que define para que la pelota pase entre las piernas de Perg sin que consiga sacarla Gurucega que volvía sobre sus pasos.

De ahí en más solo deseábamos que el partido terminara lo antes posible. Pero el juez aún tenía dos errores más por cometer.

El primero a los 36´ cuando Avalos baja una pelota de cabeza y Rossi cae en el área y el juez sanciona un penal que nos parece que no fue. Lo remata Hernán Novick, abajo contra la base del palo izquierdo para marcar el anecdótico descuento.

El último error fue a los 44´ cuando expulsa a Da Luz por una falta ante Perg que pensamos que no era ni amarilla.

Peñarol está cerrando un campeonato que ha sido desastroso dentro y fuera de la cancha. Un campeonato que no debió empezar, que no debió continuar después del clima que se generó luego de la muerte de Hernán y que hoy deseamos que termine de una vez.

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