Cuando
llega esta fecha sagrada, todos los años hablamos sobre las mismas cosas.
Hablamos de la historia, de los orígenes, de las grandes hazañas. Pero este año
queremos hablar del presente. Porque no es cualquier aniversario. Pocas instituciones
del mundo tan grandes como Peñarol pueden jactarse de celebrar su 125º
cumpleaños con la salud que la nuestra lo hace.
Porque
este no ha sido cualquier año. Sin dejar de lado el complicado momento
deportivo presente, Peñarol es el actual campeón uruguayo. Pero no ganó un
campeonato más. Peñarol obtuvo el torneo número 50 de su historia transformándose
en uno de los pocos equipos en el mundo que han alcanzado un logro semejante.
Un logro que probablemente no hemos valorado como merece ni hemos festejado de
la forma que debíamos porque la propia vorágine actual nos sumergió rápidamente
en la disputa de otro campeonato.
Pero además
en este año del 125 aniversario, el club inauguró su nueva casa. Una obra
monumental que solo Peñarol podía llevar adelante en este país. Un estadio
moderno, funcional, con características muy por encima de lo que estábamos
acostumbrados en nuestros escenarios. El primer estadio del Uruguay construido
de acuerdo a las especificaciones de los organismos rectores del mundo en
materia deportiva. Un lugar donde 40.000 fieles tienen cabida en el mágico
ritual de asistir a un partido de Peñarol. Un estadio que ha conquistado a
todos, incluso a aquellos, como quien escribe estas líneas, que no lo considerábamos
como una prioridad.
Este
aniversario nos encuentra con un plano deportivo complicado pero siendo los
actuales campeones, con una masa societaria cercana a los cien mil socios y con
un estadio que nada tiene que envidiarle a los mejores del continente. Este
Peñarol en sus sanos 125 años de vida, proyecta una institución hacia el futuro
que esté en condiciones de continuar con nuestra gloriosa historia y el legado
de aquellos 118 fundadores del 28 de setiembre de 1891. Fueron ellos los que
dieron el aliento inicial a este monstruo deportivo mundial que hoy ostenta 3
copas del mundo, 5 continentales y 50 locales.
En este
125 aniversario, Peñarol yo te saludo, pero no por lo que fuiste sino por lo
que sos y lo que aun serás. Te saludo por todo lo que me diste y lo que aún me darás
en los años que me queden. Por cada gol que mi hiciste gritar abrazado con mi
viejo y cada gol que grite alzando los brazos al cielo desde que ya no está.
Porque
como dice el himno del campeón del siglo “vos sos mi vida y religión y yo te
venero”.
FELIZ
CUMPLEAÑOS, MANYA QUERIDO!
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