Buscar este blog

martes, 12 de abril de 2016

Eliminados por nuestros propios errores



Peñarol se presentaba en Buenos Aires con la obligación de ganarle a Huracán para seguir con vida en la Libertadores. Para eso, Da Silva mandó al campo al mismo equipo que le ganó a Danubio el sábado.

Empezó bien Peñarol, ordenado atrás, con marca en el medio y llevando peligro al área contraria. Así la primera posibilidad se dio a los 6´ con una pelota que juega Palacios al área para Forlán que entra solo por derecha pero se demora en definir y permite que lo ahogue el arquero Marcos Díaz.

Respondió Huracán a los 14´ con un remate desde afuera de Bogado que se va arriba del horizontal.

Pero a los 22´ se termina de complicar la ya de por si comprometida chance aurinegra cuando el ecuatoriano Ponce expulsa con roja directa a Nández por una falta en el medio campo contra Bogado. El juvenil aurinegro se regaló yendo fuerte y el árbitro localista no tuvo problemas en expulsarlo. Da Silva le da ingreso a Tomás costa y sacrifica a Albarracín que estaba haciendo muy buen partido.

De ahí en más fue mejor el equipo argentino que movió bien la pelota y aprovechó el hombre de más.

Sobre los 28´ un remate de Forlán desde fuera del área lo contiene bien Díaz.

A los 31´ una jugada armada entre Diogo y Palacios por izquierda, termina con el ingreso al área del brasileño y un remate que consigue rechazar el arquero Díaz.

De ese contragolpe, Huracán toma mal parada a la defensa aurinegra y se va González por derecha que mete el centro que define Ábila de volea en el área chica y la pelota se va por encima del horizontal.

Un minuto después otro remate de Bogado desde afuera se pierde apenas desviado contra la base del palo izquierdo de Guruceaga.

Sobre los 38´ se va Montenegro por derecha y saca un remate cruzado que se pierde ancho contra el palo derecho.

Un minuto después, un córner desde la derecha, la pelota pega en Novick y se va hacia el arco y la despeja Diogo en la línea parado contra el palo izquierdo. La pelota dio en el brazo de Novick y pudo haberse cobrado la pena máxima (pero no era Cunha el árbitro y no jugaba el tradicional adversario).

Esos últimos minutos fueron complicados para Peñarol que terminó sintiendo el hombre de menos y con el equipo metido en su área y el equipo argentino estuvo muy cerca de marcar la apertura.

A los 41´ una pelota que despeja la defensa mirasol y la toma Fritzler en la puerta del área y su remate se pierde por encima del horizontal.

La última fue a los 44´ con un remate de Romero Gamarra que se va por encima del horizontal.

Peñarol terminó muy mal ese primer tiempo, defendiéndose como pudo y sin pasar la mitad de la cancha, ya cansado por el hombre de menos que tenía en el campo.

El segundo tiempo fue como cabía esperarlo, un monólogo de Huracán con Peñarol defendiéndose como podía y con un Guruceaga que nos hizo acordar a aquella actuación de Migliore en Cali.

Fueron todas de Huracán, la primera a los 8´ con un toque de Bogado para Montenegro que remata desde la media luna y la pelota se va por encima de horizontal.

A los 17´ entra Miralles por izquierda y dentro del área saca el remate que rechaza Guruceaga con el pie contra la base de palo derecho.

Sobre los 19´ otro remate de Bogado desde afuera y vuela Guruceaga para mandar la pelota al córner contra el palo izquierdo.

Dos minutos después a los 21´ una pelota metida al área y por el segundo palo queda solo San Román que toca la pelota y Guruceaga despeja en una atajada impresionante.

A los 25´ una triple atajada de nuestro arquero. Una atajada como no había visto en muchos años de ver a Peñarol. Empieza con un tiro libre desde la derecha que remata Bogado y Guruceaga va abajo contra el palo izquierdo para despejar. La meten al medio y de frente remata Nervo y otra vez Guruceaga consigue despejar con el cuerpo. El rebote le queda a Mancinelli y por tercera vez Guruceaga se estira para mandar al córner con una mano. Una atajada simplemente espectacular.

Sobre los 29´ otro tiro libre desde la derecha es mandado en forma de centro, falla la defensa y le queda a Miralles que saca el remate de sobre pique y de nuevo contiene Guruceaga.

Peñarol tuvo una a los 31´ cuando saca rápido una falta y llega Forlán por derecha pero su remate débil lo contiene el arquero Díaz.

Un minuto después un remate de Romero Gamarra dentro del área se pierde afuera contra el palo izquierdo.

A los 36´ una chilena de Miralles que se pierde afuera contra el palo derecho.

Sobre los 43´ una jugada entre Ábila y Miralles por el centro culmina con remate de éste último y Guruceaga que achicaba jugándose la ropa, consigue despejar con el cuerpo.

En ese momento hay una patada de Fritzler que era tan expulsión como la de Nández, pero el ecuatoriano no sacó la tarjeta que debía.

Lo que pasó sobre el final es difícil de explicar.

Pasada la hora recibe la pelota Montenegro y saca el remate que, rozando en Ábila se mete contra el palo derecho. Pero Ábila estaba adelantado, participa de la jugada rozando la pelota y tapando al arquero y el juez anula el tanto.

En la secuencia, se va solo Hernán Novick, encara hacia el arco y saca el remate que Díaz despeja al córner estirándose con una mano y mandando la pelota sobre el palo derecho.

En ese córner, sube Guruceaga, cabecea la pelota y la mete en el arco de Huracán pero el juez anula por carga de Affonso sobre el arquero. Nos quedan dudas en esa acción, de lo que no tenemos dudas es que el ecuatoriano no hubiera validado ese gol de ninguna manera luego de haber anulado el de Huracán.

Peñarol quedó eliminado de la Libertadores no en este partido, aunque si ante este rival. Quedó eliminado porque al técnico le costó mucho encontrar un equipo competitivo e insistió con jugadores de “buen pie”, dejando al equipo desbalanceado. Peñarol pierde la clasificación ante este mismo Huracán (el mismo no, porque acá vino disminuido) pagando muy caro un error de Costa y siendo incapaz de levantar el partido.

Demasiado pronto se acaba la copa para una institución del prestigio de Peñarol y ahora habrá que jugar en el Campeón de Siglo ya eliminados no haciendo para nada homenaje al nombre del flamante estadio.

Viendo lo de hoy, nos queda la amargura de qué hubiera pasado si el técnico se daba cuenta antes de que debía colocar otra formación. Nos queda la pena también de que Nandez se haya regalado hoy e hipotecado la ya difícil chance que aún teníamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario