Peñarol
se presentaba en Buenos Aires con la obligación de ganarle a Huracán para
seguir con vida en la Libertadores. Para eso, Da Silva mandó al campo al mismo
equipo que le ganó a Danubio el sábado.
Empezó
bien Peñarol, ordenado atrás, con marca en el medio y llevando peligro al área
contraria. Así la primera posibilidad se dio a los 6´ con una pelota que juega
Palacios al área para Forlán que entra solo por derecha pero se demora en
definir y permite que lo ahogue el arquero Marcos Díaz.
Respondió
Huracán a los 14´ con un remate desde afuera de Bogado que se va arriba del
horizontal.
Pero a
los 22´ se termina de complicar la ya de por si comprometida chance aurinegra
cuando el ecuatoriano Ponce expulsa con roja directa a Nández por una falta en
el medio campo contra Bogado. El juvenil aurinegro se regaló yendo fuerte y el
árbitro localista no tuvo problemas en expulsarlo. Da Silva le da ingreso a
Tomás costa y sacrifica a Albarracín que estaba haciendo muy buen partido.
De ahí
en más fue mejor el equipo argentino que movió bien la pelota y aprovechó el
hombre de más.
Sobre
los 28´ un remate de Forlán desde fuera del área lo contiene bien Díaz.
A los
31´ una jugada armada entre Diogo y Palacios por izquierda, termina con el
ingreso al área del brasileño y un remate que consigue rechazar el arquero
Díaz.
De ese
contragolpe, Huracán toma mal parada a la defensa aurinegra y se va González
por derecha que mete el centro que define Ábila de volea en el área chica y la
pelota se va por encima del horizontal.
Un
minuto después otro remate de Bogado desde afuera se pierde apenas desviado
contra la base del palo izquierdo de Guruceaga.
Sobre
los 38´ se va Montenegro por derecha y saca un remate cruzado que se pierde
ancho contra el palo derecho.
Un
minuto después, un córner desde la derecha, la pelota pega en Novick y se va
hacia el arco y la despeja Diogo en la línea parado contra el palo izquierdo.
La pelota dio en el brazo de Novick y pudo haberse cobrado la pena máxima (pero
no era Cunha el árbitro y no jugaba el tradicional adversario).
Esos
últimos minutos fueron complicados para Peñarol que terminó sintiendo el hombre
de menos y con el equipo metido en su área y el equipo argentino estuvo muy
cerca de marcar la apertura.
A los
41´ una pelota que despeja la defensa mirasol y la toma Fritzler en la puerta
del área y su remate se pierde por encima del horizontal.
La
última fue a los 44´ con un remate de Romero Gamarra que se va por encima del
horizontal.
Peñarol
terminó muy mal ese primer tiempo, defendiéndose como pudo y sin pasar la mitad
de la cancha, ya cansado por el hombre de menos que tenía en el campo.
El
segundo tiempo fue como cabía esperarlo, un monólogo de Huracán con Peñarol
defendiéndose como podía y con un Guruceaga que nos hizo acordar a aquella
actuación de Migliore en Cali.
Fueron
todas de Huracán, la primera a los 8´ con un toque de Bogado para Montenegro que
remata desde la media luna y la pelota se va por encima de horizontal.
A los
17´ entra Miralles por izquierda y dentro del área saca el remate que rechaza
Guruceaga con el pie contra la base de palo derecho.
Sobre
los 19´ otro remate de Bogado desde afuera y vuela Guruceaga para mandar la
pelota al córner contra el palo izquierdo.
Dos
minutos después a los 21´ una pelota metida al área y por el segundo palo queda
solo San Román que toca la pelota y Guruceaga despeja en una atajada
impresionante.
A los
25´ una triple atajada de nuestro arquero. Una atajada como no había visto en
muchos años de ver a Peñarol. Empieza con un tiro libre desde la derecha que
remata Bogado y Guruceaga va abajo contra el palo izquierdo para despejar. La
meten al medio y de frente remata Nervo y otra vez Guruceaga consigue despejar
con el cuerpo. El rebote le queda a Mancinelli y por tercera vez Guruceaga se
estira para mandar al córner con una mano. Una atajada simplemente espectacular.
Sobre
los 29´ otro tiro libre desde la derecha es mandado en forma de centro, falla
la defensa y le queda a Miralles que saca el remate de sobre pique y de nuevo
contiene Guruceaga.
Peñarol
tuvo una a los 31´ cuando saca rápido una falta y llega Forlán por derecha pero
su remate débil lo contiene el arquero Díaz.
Un
minuto después un remate de Romero Gamarra dentro del área se pierde afuera
contra el palo izquierdo.
A los
36´ una chilena de Miralles que se pierde afuera contra el palo derecho.
Sobre
los 43´ una jugada entre Ábila y Miralles por el centro culmina con remate de
éste último y Guruceaga que achicaba jugándose la ropa, consigue despejar con
el cuerpo.
En ese
momento hay una patada de Fritzler que era tan expulsión como la de Nández,
pero el ecuatoriano no sacó la tarjeta que debía.
Lo que
pasó sobre el final es difícil de explicar.
Pasada
la hora recibe la pelota Montenegro y saca el remate que, rozando en Ábila se
mete contra el palo derecho. Pero Ábila estaba adelantado, participa de la
jugada rozando la pelota y tapando al arquero y el juez anula el tanto.
En la
secuencia, se va solo Hernán Novick, encara hacia el arco y saca el remate que
Díaz despeja al córner estirándose con una mano y mandando la pelota sobre el
palo derecho.
En ese
córner, sube Guruceaga, cabecea la pelota y la mete en el arco de Huracán pero
el juez anula por carga de Affonso sobre el arquero. Nos quedan dudas en esa acción,
de lo que no tenemos dudas es que el ecuatoriano no hubiera validado ese gol de
ninguna manera luego de haber anulado el de Huracán.
Peñarol
quedó eliminado de la Libertadores no en este partido, aunque si ante este
rival. Quedó eliminado porque al técnico le costó mucho encontrar un equipo
competitivo e insistió con jugadores de “buen pie”, dejando al equipo
desbalanceado. Peñarol pierde la clasificación ante este mismo Huracán (el
mismo no, porque acá vino disminuido) pagando muy caro un error de Costa y
siendo incapaz de levantar el partido.
Demasiado
pronto se acaba la copa para una institución del prestigio de Peñarol y ahora
habrá que jugar en el Campeón de Siglo ya eliminados no haciendo para nada
homenaje al nombre del flamante estadio.
Viendo
lo de hoy, nos queda la amargura de qué hubiera pasado si el técnico se daba
cuenta antes de que debía colocar otra formación. Nos queda la pena también de
que Nandez se haya regalado hoy e hipotecado la ya difícil chance que aún
teníamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario