Para
disputar la final de la Copa Bandes, Bengoechea dispuso un equipo alternativo
donde solo fueron titulares 3 jugadores que salieron a disputar el clásico en
la formación inicial: Guillermo Rodríguez, Aguiar y Albarrcín. Los Puestos
restantes fueron ocupados por Frascarelli en el arco, Diogo, Buschiazzo y Rodales
en defensa, Valverde, Marcel y Hernán
Novick en el medio y Leyes en ofensiva.
Era una
buena oportunidad para ver jugadores que no vemos habitualmente en el equipo
pero difícil para ver algo de funcionamiento en el equipo con una oncena que
nunca jugó junta (y difícilmente vuelva a hacerlo)
Por eso
costó encontrar jugadas de peligro en el primer tiempo. Antes del gol apenas si
una pelota que llegó sucia al área de Cerro Porteño, donde pifia el zaguero
paraguayo, Hernán la pelea y en la caída, el zaguero la traba con la mano en un
penal claro que una vez más, el árbitro de turno no sancionó.
La
apertura llega a los 24´ un remate desde afuera de Aguiar que saca el arquero
con una mano volando contra el palo derecho y el rebote le queda a Guillermo
que le gana al esfuerzo de un zaguero y saca el remate fuerte, seco que vence el
intento del arquero y se mete en el arco para marcar el 1 a 0.
Cerro
Porteño tuvo la suya a los 28´ cuando Guillermo intenta despejar una pelota
desde nuestra área, rebota en un rival y le queda a Pereira que enfrenta a
Frascarelli y saca el remate cruzado que se pierde afuera contra la base del
palo derecho.
De ahí
al final no hubo más nada digno de mención. Porque Peñarol controlo el juego y
Cerro Porteño se mostró inoperante.
El
segundo tiempo arrancó con algo más de dinámica. Ya a los 2´ una jugada donde
avanza Hernán por izquierda, toca al medio donde entraba Leyes y su remate es
demasiado débil y lo contiene el arquero.
Respondió
Cerro Porteño un minuto después con similar remate que rechaza Frascarelli en
buena intervención.
Peñarol
conquista un segundo gol a los 21´ con una pelota que se lleva Leyes por el
medio, toca la izquierda para Aguiar que devuelve al medio y Leyes la mete en
el arco pero el línea marca un offside de Aguiar que estaba perfectamente
habilitado. Al igual que en el clásico Peñarol vuelve a ser perjudicado por una
decisión errónea de los árbitros.
De ahí
hasta el final no hubo más jugadas de gol en ninguno de los arcos. Fue algo más
el equipo paraguayo en ese último lapso, tuvo más la pelota, la manejó mejor
pero careció de peso ofensivo y no generó jugadas de peligro.
Peñarol
se llevó la primera copa del año, jugó un buen clásico, mostró algo de mejoría
en el juego y le dio oportunidad de jugar a varios de los juveniles y algunos jugadores
que no son tenidos en cuenta habitualmente. Saldo positivo entonces de este
primer torneo del año.
En unos
días nos volveremos a ver las caras con el rival de todas las horas y esperemos
ratificar la mejoría en el juego y ganarle en los 90´.
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