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miércoles, 19 de agosto de 2015

Gracias Berardi

En la tarde de ayer, dejó de existir Víctor Hugo Berardi, otro de los hombres que contribuyeron de forma decisiva a la gran historia del Club Atlético Peñarol. Esta vez más que nunca acentuado lo de Atlético. Porque Peñarol no ha sido solamente un club de fútbol sino una institución deportiva con participación en variadas disciplinas y en todas ellas, anotándose campeonatos. En este caso en lo que en Uruguay se considera el segundo deporte en popularidad luego del fútbol, el basquetbol.

Corría el año 1983, Peñarol era campeón de América y del Mundo en fútbol y en el terreno del basquetbol, era campeón federal (el equivalente al campeón Uruguayo de fútbol) luego de haber derrotado a Bohemios, que tenía un cuadrazo, en una final con tres alargues por sucesivos empates, venciéndolo apenas por un punto.

En virtud de ese título, Peñarol era anfitrión del sudamericano de basquetbol de clubes de ese año. Peñarol tenía un equipazo, con los americanos Joe Mc Coll, Jimmy Wells y Herman Bo Jackson pero además con grandes jugadores uruguayos: Álvaro Nuñez, Juan Andrés Blanc, Daniel “Mahoma” Wensel, los hermanos Álvaro y Gustavo Tito, Lilcoln Pérez, Pedro Malet, Danilo Gómez y Hugo Bianchi. El técnico de esa máquina no era otro que Víctor Hugo Berardi.

Peñarol enfrentaba a lo mejor del básquet sudamericano a nivel de clubes. Nada menos que al Monte Líbano brasileño y los argentinos Ferrocarril Oeste y Obras Sanitarias, que era el campeón reinante. Peñarol se impuso en cada juego en noches de un palacio Güelfi repleto y alentando hasta hacer temblar el suelo.

Tuvimos la suerte de estar en alguno de esos encuentros, con el recuerdo fresco de la final de la Libertadores con Cobreloa y recordamos a un Berardi activo, calentón, discutidor, que vivía los partidos a flor de piel como un hincha más pero con la inteligencia para manejar el equipo y la estrategia como un consumado profesional.

Peñarol fue campeón de América en basquetbol al mismo tiempo que lo era de fútbol, ganándole la final a Obras y obteniendo por primera vez ese logro para la institución y para su técnico. El único equipo del mundo en ser campeón continental de básquet y futbol en el mismo año.

Eso le daría acceso al mundial de clubes donde Peñarol obtendría un histórico tercer lugar, también dirigido por Berardi.

Un día, Peñarol se quedó sin basquetbol, pero esa es otra historia. Berardi siguió su camino para sumar otros 8 federales al que tenía con Peñarol en el 82 en otros equipos (Bohemios 1983 y 84, Biguá 1988, 89 y 90, Welcome 1998, 99 y  2000). Volvió a ser campeón sudamericano con Biguá en 1992 y tres veces con la selección (1994, 95 y 97).

Trayectoria triunfal de un ganador empedernido pero que además fue un ganador de la vida donde solo hizo amigos. No lo conocimos personalmente, pero tenemos un familiar que trabajó con él en su actividad privada durante décadas y nos contaba de la sencillez, la sabiduría y la picardía de un personaje sin igual.

Nuestro sentido homenaje a otro gran hombre que hizo parte de la historia gloriosa de Peñarol. Otro campeón del siglo que dejó su marca y su nombre grabado a fuego en la historia carbonera.
 

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