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viernes, 10 de julio de 2015

Forlán es de Peñarol



En la tarde de hoy, en el palacio Contador Gastón Güelfi, Diego Forlán fue presentado como nuevo jugador carbonero por el próximo año y medio. Que el apellido Forlán está asociado a Peñarol es sabido por todos. Pero además está emparentado con la mayor gloria del club carbonero a través de Pablo Forlán campeón de América y del Mundo en 1966 con el aurinegro y participante de encuentros memorables como la victoria ante River Plate en Santiago y ante el Real Madrid en el Bernabeu (que entonces todavía era Chamartín).

Pero además Diego inició su carrera en las divisiones formativas de club, para después pasar a Danubio y terminar recalando en Independiente de Avellaneda donde hizo su debut profesional. El resto es conocido por todos, Manchester United, Villareal (y primer pichichi español), Atlético de Madrid (segundo pichichi), Internazionale de Milán, Internacional de Porto Alegre y Cerezo Osaka. En medio, el balón de Oro como mejor jugador de la Copa de Mundo de 2010 y campeón de América con Uruguay en 2011.

Es imposible no ilusionarse con la llegada de un jugador con tanta clase, condiciones y trayectoria. Es inusual en el mundo de hoy que un equipo uruguayo pueda contar con este tipo de figuras y la única forma es que ese jugador sea hincha de club como lo es Diego.

Es imposible no creer en lo que nos puede aportar. Es un jugador de una inteligencia muy superior al promedio. Es delantero y dueño de una exquisita definición, pero también sabe jugar más retrasado y dar juego a sus compañeros cuando es necesario. Posee una visión privilegiada del juego que lo hace muy útil tácticamente. Pero además tiene algo que a Peñarol le está faltando hace mucho tiempo, un notable remate de media y larga distancia y además le pega con ambas piernas con igual eficacia.

También es cierto que no viene el jugador del mundial de 2010. Forlán ya tiene 36 años y eso se nota en su juego y su despliegue físico. El fútbol uruguayo no es sencillo a la hora de adaptarse y Diego tendrá que acostumbrarse a jugar con equipos metidos atrás y jugadores que no dudarán a la hora de mostrarle una pierna fuerte. Además el hincha de Peñarol se caracteriza por su poca paciencia a la hora de reclamar victorias. Es nuestra idiosincrasia. En Peñarol no importa jugar bien. En Peñarol hay que ganar.

Si Forlán puede sortear lo antedicho podrá aportar lo que todos deseamos en el equipo carbonero. Pero además se trata de un profesional ejemplar que bien puede ser modelo de comportamiento para nuestras jóvenes promesas de las divisiones formativas. Con la salida de Pacheco, Peñarol necesitaba otro referente que pueda ser espejo para quienes hacen sus primeras armas en primera división y no cabe duda que Forlán parece especialmente indicado para esta función.

Pero además representa un golpe de efecto notable desde el punto de vista económico y comercial para el club. A pocas horas de la firma del contrato ya era posible adquirir la camiseta de Forlán. Pero el merchandising no termina ahí. Peñarol logro un acuerdo con el jugador para tener un porcentaje de la comercialización de su imagen y planea usarlo para campañas de promoción del nuevo estadio y de afiliación de nuevos socios. Porque la figura de Forlán, quizás como pocas, es mucho más de lo que pueda aportar desde un campo de fútbol.

Forlán tiene todo para convertirse en un nuevo ídolo carbonero. Un ídolo atípico quizás porque llega al primer equipo carbonero para cerrar su carrera en lugar de haber llegado desde las formativas. Un ídolo distinto porque lo ha sido primero con la celeste antes que con la oro y carbón. Pero en definitiva alguien que puede muy bien calar hondo en la hinchada aurinegra. Depende de él.

Bienvenido Diego y con toda la ilusión esperamos gritar muchos goles tuyos y verte dar unas cuantas vueltas olímpicas.

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