Peñarol
se jugaba el campeonato y lo único que tenía que hacer era ganar, algo que
Peñarol ha acostumbrado a lograr hasta las circunstancias más adversas desde
hace 124 años. A pesar de los problemas de suspensiones de Diogo y Píriz. Los
problemas de lesiones durante la semana de Migliore y Aguiar. Finalmente el técnico
fue coherente con su intención de no improvisar y así como no quiso utilizar a Nandez porque no lo iba a tener para estas
instancias, decidió no experimentar con
Viera como volante y le dio entrada a Marcel Novick.
Enfrente,
un Racing que desde la década de los 60 ha sido uno de los rivales que nos ha
amargado más de un campeonato. Pero hoy no había excusas. Aún con las bajas e
inconvenientes el principal enemigo de Peñarol era Peñarol.
El
partido arrancó con un Peñarol demasiado cauteloso para nuestro gusto, como
intentando superar los primeros minutos de miedo escénico.
Racing
entró más suelto y tuvo la primera a los 8´ con un tiro libre desde el vértice izquierdo
del área por parte del ex aurinegro Nicolini que remató fuerte, arriba contra
el ángulo derecho de un Migliore que volaba para cubrir.
Respondió
Peñarol a los 10´ con un toque de Pacheco que puso en carrera a Urretavizcaya
por derecha, hace el centro al medio y la tijera del japo Rodríguez dentro de
área se pierde afuera contra el palo derecho.
Después
el encuentro entró en una zona de desconcierto que aprovechó el cervecero que
tuvo más la pelota y generó muchos córners aunque sin demasiado peligro.
Tuvo
una a los 24´ con un remate fuerte desde fuera del área de Nicolini que rebotó
en la defensa descolocando a Migliore y la pelota se fue al córner.
Peñarol
respondió tímidamente a los 32´ con un cabezazo de Zalayeta luego de un córner
del japo, que se perdió arriba.
Pudo
ser para Racing a los 35´ con un toque de Nicolini para la entrada de Zabala
por derecha y saca el remate con efecto que hizo volar a Migliore para mandar
al córner con una mano.
Sobre
los 37´ una para el carbonero. Un toque para Urreta por derecha, se va hasta el
fondo y mete el centro al medio que toma Pacheco en una especie de mezcla de
tijera y chilena y la pelota se pierde afuera.
Un
minuto después, a los 38´ llega la apertura mirasol. Una salida desde nuestro
campo, recibe Zalayeta de espaldas en el medio campo, la toca atrás para
Aguiar, que mete un soberbio pase por bajo, justo para dejársela con espacio y
velocidad a Urretavizcaya que entra solo contra el arquero y la toca por encima
del cuerpo de Gentilio que salía para marcar la apertura.
Peñarol
ganaba y dejaba de preocuparse por otros resultados, lo único que debía hacer
era mantener el resultado por 45´.
Pero
este Peñarol es su peor enemigo y lo mostró en el segundo tiempo.
Arrancó
bien el aurinegro. A los 7´ un toque de Zalayeta para Pacheco que mete un pase
por bajo para Aguiar que entra el área para enfrentar al arquero que consigue
atorarle el remate para mandarla al córner.
A los
14´ una salida rápida de Peñarol desde su campo por parte del japo Rodríguez
que toca para Zalayeta que entraba por izquierda. Zalayeta engancha y su remate
se pierde por encima del horizontal.
Sobre
los 17´ un toque para Urretavizcaya entrando
por el medio y manda un globo intentando superar al arquero que, estirándose
con mucho esfuerzo, vuela para sacar con una mano al córner.
A los
19´otro toque para Urretavizcaya que
enfila de la punta derecha al medio y saca el remate que despeja Gentilio en
gran atajada.
Entre
los 22 y 23´ le hicieron dos penales a Pacheco. El primero, el más claro, no lo
cobra el árbitro Fuentes cuando lo enganchan claramente dentro del área. Pero
un minuto después Pacheco baja de pecho una pelota dentro del área y Dudok lo
baja con el brazo a la altura del cuello del capitán aurinegro. Otro penal
clarísimo que esta vez ya no pudo desestimar el juez.
Lo
remata Pacheco, al medio del arco con un Gentilio que se tiró bien pero no
consiguió despejar. Peñarol ganaba 2 a 0 y era partido controlado y pensar en más
goles.
Aún tuvo un par de ocasiones más para
convertir otro tanto. Una sobre los 39´ con un toque de Zalayeta para Hernán
Novick por izquierda, engancha y saca el remate que le sale muy suave y a las
manos de arquero.
Otra a
los 41´ con un centro de Aguiar y el remate de Rodríguez afuera contra el palo
derecho.
Pero
Peñarol se desconcentró en los últimos minutos (ya consciente que Danubio
ganaba 2 a 0 en Jardines y aún perdiendo, Peñarol era campeón) y Racing lo
empató de forma increíble con dos goles en tres minutos.
El
descuento llegó a los 43´ con un tiro libre de Nicolini desde la izquierda, que
pega en la barrera y parecía no tener ninguna consecuencia, pero la defensa
aurinegra no reacciona y la pelota le queda a Affonso que fusila a Migliore
metiendo la pelota contra el palo derecho.
Sobre los
45´ otro tiro libre desde la izquierda y cabecea solo Trindade y la pelota
supera a Migliore y se mete arriba contra el ángulo superior izquierdo marcando
el empate final.
Ya no
importaba, Peñarol era campeón de todos modos pero resulta absolutamente inadmisible
que tomemos dos goles en los últimos minutos de esta manera. En el apertura
contra el propio Racing también ganábamos 2 a 0 y terminamos perdiendo 3 a 2.
Siempre
hemos dicho que Peñarol es increíble. Porque es capaz de las hazañas más impresionantes,
de superar las adversidades más complicadas, de lograr campeonatos cuando nadie
lo espera. Pero también es increíble porque es capaz de consagrarse campeón y
aún así dejar a sus hinchas con una mueca de desagrado. Hoy se lograron los dos
primeros objetivos: se ganó el clausura (y se clasifica a la semifinal) y se
obtiene el pasaje a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2016.
Sin
embargo, hoy los hinchas aurinegros nos fuimos más enojados que contentos. Porque
desde siempre hemos sostenido que el peor enemigo de Peñarol, es Peñarol.
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