Peñarol
salía a defender el liderazgo obtenido luego de la victoria ante Defensor con 2
cambios: la salida obligada de Piriz por suspensión volviendo Sandoval al
primer equipo y el debut de Gianni Rodríguez por el lateral izquierdo por el malestar
del brasileño Diogo.
Pero
Peñarol, que había jugado bien ante Defensor, volvió a jugar un pésimo primer
tiempo. Con grandes problemas de generación y marca en el medio, errores
defensivos que costaron un tanto y nulo peso ofensivo.
Enfrente
un Sudamérica que con muy poquito siempre fue superior. Un equipo que presionó
la salida (así vino el gol), se movió en bloque, aprovechó los enormes espacios
que dejo el aurinegro entre sus volantes y la defensa y se plantó siempre firme
atrás.
Fue
siempre Sudamérica el que llevó peligro. La primera a los 4´ con un remate de
Argachá desde afuera que contuvo Migliore. La segunda a los 7´ con un remate de
Arismendi que pasó por encima del horizontal.
La
tercera fue la vencida. A los 10´ una pelota que tiene controlado Peñarol en
defensa, pero Rodales se la deja robar de la forma más torpe por Luna, que se
la lleva, avanza sin que nadie salga a cortarlo, amaga tirar tocar a la
izquierda para desacomodar a Valdez y la coloca a media altura contra el palo
izquierdo de Migliore para marcar la apertura.
Y
Sudamérica se sintió muy cómodo con el trámite, porque Peñarol tuvo la pelota
pero no genero ni una sola jugada diga de mención. Durante 30 minutos Peñarol
la tuvo más, pero no fue capaz de rematar ni una sola vez al arco de Irazún.
Impreciso en el medio, no generó nada, no tuvo ideas, fue lento, anunciado,
cansador.
Los
últimos minutos volvieron a ser del equipo buzón, que hasta pudo convertir sobre los 43´ con un remate de Díaz desde
afuera que pasa muy cerca de la base del palo derecho de Migliore.
El segundo
tiempo fue más de lo mismo. Con un técnico que acumuló jugadores de ofensiva y
sacó defensas pero jamás consiguió que su equipo funcionara como tal.
Ya al
minuto pudo aumentar Sudamérica con un remate de Luna a quemarropa dentro del
área que consiguió rechazar Migliore con los brazos.
A los
12´ un toque de Zalayeta para la entrada de Urreta por izquierda pero define
mal ni centro ni tiro al arco y consige atrapar el arquero.
Sobre
los 15´ un de las más claras. Córner desde la derecha de Pacheco, la pelota cae
en el área y le queda a Facundo Rodríguez que remata y provoca una enorme
atajad de Irazún.
Un
minuto después parecía que las cosas mejoraban para el aurinegro, cuando Luna
se hace sacar una segunda amarilla por no dejar sacar rápido un tiro libre.
Parecia que Peñarol con un hombre más, el dominio del campo y la pelota y 30´
por delante podría perfectamente dar vuelta el encuentro. No fue así.
Es
verdad que Peñarol se fue arriba, pero sin ningún criterio. Llegó al área de Sudamérica
a los ponchazos, porque tiene mejores jugadores que el rival y porque lo empujó
la gente, pero nunca mostró ni por asomo mejor futbol que los buzones.
Tuvo un
par claras. Un a los 29´ con un córner desde la derecha de Pacheco y el
cabezazo de Leyes afuera. Otra a los 32´ con un remate de Zalayeta desde afuera
que pasó cerca de ángulo izquierdo. El resto fueron entreveros en el área donde
la pelota estuvo boyando sin que nadie de amarillo y negro consiguiera meterla
en el arco naranja.
Peñarol
perdió mucho más que un partido hoy. Perdió el poco resto de credibilidad que
le podía quedar a un plantel que se ha cansado de sumar fracasos en los últimos
2 años. Perdió crédito el técnico porque ha mantenido una estructura que ha
demostrado ser ineficaz, manteniendo a Pacheco y Zalayeta que no están para 90´.
Perdió la paciencia la gente que ya está cansada de ver como estos mediocres
jugadores no se muestran a la altura de la enseña carbonera.
Desde
estas páginas, entendemos que hoy se cerró la cortina. Se acabó el crédito. Se
terminó la confianza.
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