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sábado, 21 de marzo de 2015

Se cerró la cortina.



Peñarol salía a defender el liderazgo obtenido luego de la victoria ante Defensor con 2 cambios: la salida obligada de Piriz por suspensión volviendo Sandoval al primer equipo y el debut de Gianni Rodríguez por el lateral izquierdo por el malestar del brasileño Diogo.

Pero Peñarol, que había jugado bien ante Defensor, volvió a jugar un pésimo primer tiempo. Con grandes problemas de generación y marca en el medio, errores defensivos que costaron un tanto y nulo peso ofensivo.

Enfrente un Sudamérica que con muy poquito siempre fue superior. Un equipo que presionó la salida (así vino el gol), se movió en bloque, aprovechó los enormes espacios que dejo el aurinegro entre sus volantes y la defensa y se plantó siempre firme atrás.

Fue siempre Sudamérica el que llevó peligro. La primera a los 4´ con un remate de Argachá desde afuera que contuvo Migliore. La segunda a los 7´ con un remate de Arismendi que pasó por encima del horizontal.

La tercera fue la vencida. A los 10´ una pelota que tiene controlado Peñarol en defensa, pero Rodales se la deja robar de la forma más torpe por Luna, que se la lleva, avanza sin que nadie salga a cortarlo, amaga tirar tocar a la izquierda para desacomodar a Valdez y la coloca a media altura contra el palo izquierdo de Migliore para marcar la apertura.

Y Sudamérica se sintió muy cómodo con el trámite, porque Peñarol tuvo la pelota pero no genero ni una sola jugada diga de mención. Durante 30 minutos Peñarol la tuvo más, pero no fue capaz de rematar ni una sola vez al arco de Irazún. Impreciso en el medio, no generó nada, no tuvo ideas, fue lento, anunciado, cansador.

Los últimos minutos volvieron a ser del equipo buzón, que hasta pudo convertir  sobre los 43´ con un remate de Díaz desde afuera que pasa muy cerca de la base del palo derecho de Migliore.

El segundo tiempo fue más de lo mismo. Con un técnico que acumuló jugadores de ofensiva y sacó defensas pero jamás consiguió que su equipo funcionara como tal.

Ya al minuto pudo aumentar Sudamérica con un remate de Luna a quemarropa dentro del área que consiguió rechazar Migliore con los brazos.

A los 12´ un toque de Zalayeta para la entrada de Urreta por izquierda pero define mal ni centro ni tiro al arco y consige atrapar el arquero.

Sobre los 15´ un de las más claras. Córner desde la derecha de Pacheco, la pelota cae en el área y le queda a Facundo Rodríguez que remata y provoca una enorme atajad de Irazún.

Un minuto después parecía que las cosas mejoraban para el aurinegro, cuando Luna se hace sacar una segunda amarilla por no dejar sacar rápido un tiro libre. Parecia que Peñarol con un hombre más, el dominio del campo y la pelota y 30´ por delante podría perfectamente dar vuelta el encuentro. No fue así.

Es verdad que Peñarol se fue arriba, pero sin ningún criterio. Llegó al área de Sudamérica a los ponchazos, porque tiene mejores jugadores que el rival y porque lo empujó la gente, pero nunca mostró ni por asomo mejor futbol que los buzones.

Tuvo un par claras. Un a los 29´ con un córner desde la derecha de Pacheco y el cabezazo de Leyes afuera. Otra a los 32´ con un remate de Zalayeta desde afuera que pasó cerca de ángulo izquierdo. El resto fueron entreveros en el área donde la pelota estuvo boyando sin que nadie de amarillo y negro consiguiera meterla en el arco naranja.

Peñarol perdió mucho más que un partido hoy. Perdió el poco resto de credibilidad que le podía quedar a un plantel que se ha cansado de sumar fracasos en los últimos 2 años. Perdió crédito el técnico porque ha mantenido una estructura que ha demostrado ser ineficaz, manteniendo a Pacheco y Zalayeta que no están para 90´. Perdió la paciencia la gente que ya está cansada de ver como estos mediocres jugadores no se muestran a la altura de la enseña carbonera.

Desde estas páginas, entendemos que hoy se cerró la cortina. Se acabó el crédito. Se terminó la confianza.

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