Como en
toda antesala del inicio de un nuevo campeonato, es menester analizar las altas
y bajas del equipo carbonero.
BAJAS:
Sergio
Orteman: un jugador del que recordamos un primer pasaje muy bueno, campeón
Uruguayo con Peñarol, pero lamentablemente no repitió. Un jugador con grandes
condiciones pero ya con una edad que conspira contra la expresión de las
mismas. Tuvo la mala suerte de entrar muy mal contra Estudiantes en un partido
decisivo.
Baltazar
Silva: Uno de los famosos polifuncionales “que puede jugar en cualquier puesto”.
Fue lateral por derecha, por izquierda y zaguero. No se afirmó en ninguna
posición.
Alejandro
Silva: Llegó precedido de muy buenas actuaciones en su pasaje por Olimpia pero
no estaba repitiendo en Lanús. Empezó bien en Peñarol pero una patada asesina
de Nico Olivera en cancha de Defensor lo borró por el resto del campeonato.
Fabián
Estoyanoff: Un jugador muy irregular: Decisivo en el último campeonato
conseguido por el club pero que había bajado mucho en su nivel. De todos modos
y visto el éxodo de delanteros en este período de pases, entendemos que podría haber
tenido un lugar como recambio.
Darío
Rodríguez: Y finalmente se retiró un jugador que le dio mucho al Club Atlético
Peñarol, que ha sido un profesional ejemplar y de adhesión aurinegra a toda
prueba. Lamentablemente postergó demasiado su retiro y no se fue con toda la
gloria que merecía. Gracias por todo Darío y de nuestra parte estarás siempre
en el mejor de los recuerdos entre los grandes.
Jonathan
Rodríguez: Se fue el mejor jugador surgido en nuestras divisiones formativas
desde Gastón Ramírez. Un jugador desequilibrante para este medio, rápido,
guapo, peleador y certero para definir. No existe un reemplazo y Peñarol lo va
a extrañar muchísimo.
Carlos
Nuñez: Un jugador que llegó con una enorme expectativa y por el que el club
hizo una apuesta enorme. Lamentablemente nunca pudo demostrar las condiciones
que tiene con la camiseta aurinegra. Vivió lesionado y mostrando actitudes en todo
ajenas a la conducta propia de un profesional. Ojalá le vaya muy bien con el
cambio de aire para que el club pueda recuperar algo de la gran inversión que
hizo.
ALTAS:
Jonathan
Urretavizcaya: Es una gran incógnita. Viene el jugador desequilibrante de su
primer pasaje por el club o el que pasó en forma completamente intrascendente
en su segunda llegada? De la respuesta a
esta pregunta depende en gran medida el futuro de Peñarol en este clausura.
Condiciones innegablemente tiene, por lo
que oímos, jugó un gran partido ante Lanús. Ojalá lo puede mantener.
Luis
Aguiar: Un jugador que el club no debió permitir que se fuera en el período
pasado. Es un volante completo. Marca, tiene visión de campo, un pase
envidiable, buen remate y todavía convierte goles en un porcentaje más que
razonable. Es cierto que es un lagunero y su temperamento a veces le juega en
contra, pero es un jugador hecho para Peñarol.
Gianni
Rodríguez: Otra incógnita. Un jugador que hizo todo el proceso juvenil con la
selección y jugó en primera en Danubio. Lo más alentador es que con su llegada
pueden pensarse que ocupe el lateral izquierdo y permita que Diogo juegue más
arriba donde ha rendido más.
En
suma, nos parece un deficitario período de pases. Se fue el mejor jugador y es
irremplazable. No se cubrió el puesto de lateral derecho que es un puesto que
nos trae complicaciones desde hace tiempo. Se fueron demasiados delanteros y
parece que nos hemos quedado con pocas opciones en ese sector del campo. Vistas
las dificultades para convertir que ha mostrado el equipo en los partidos de
preparación, resulta más que preocupante.
Nos da
la impresión que tanto la directiva como el cuerpo técnico están pensando más
en el campeonato que viene que en la culminación de este. Están demasiado
asustados por la diferencia que nos lleva el tradicional rival en la anual,
pero parecen olvidarse que esa diferencia se reduce a casi nada si ganamos el
Clausura. Ganado el Clausura por un punto Peñarol quedaría a 16 de Nacional,
pero solo a 3 clásicos de ser campeón Uruguayo. Una tarea nada imposible para
quien lleva más de 20 clásicos de ventaja sobre el rival de siempre.
Sin
embargo, este plantel no nos genera ninguna confianza para poder conseguir el
Clausura. Ojalá Pablo pueda cambiar esta impresión que tenemos a priori.
El
camino empieza mañana en el Tróccoli.
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