Peñarol
salió a disputar este último encuentro de la Copa Antel nuevamente con muchos
cambios (siete) con respecto al encuentro anterior, en esta intención de
Bengoechea de probar lo poco que tiene para darse cuenta de lo mucho que le
hará falta si quiere cumplir alguno de los objetivos posibles de este final de
temporada.
Y desde
el principio las cosas empezaron a salir mal porque el Nacional paraguayo
convirtió en su primer ataque. Fue a los 2´ con un desborde por la derecha y el
centro que toma de cabeza Santa Cruz (el hermano del famoso Roque) y mete un
cabezazo llovido, sin ninguna pretensión, pero que se le va por encima a Gelpi
y se mete manso en el arco para marcar la diferencia paraguaya.
Y lo
peor es que luego de ese tanto, Peñarol no respondió. El partido se hizo
aburridísimo, pesado, interminable. Con un Peñarol que no generaba nada y
atacaba rengo por la izquierda desaprovechando el otro flanco. El equipo
paraguayo se sentía cómodo y sin generar nada tampoco, controlaba el encuentro.
Fueron 25´ donde Peñarol no pisó el área rival.
Fue
precisamente por esa banda izquierda donde se inició la jugada del empate
aurinegro, también en su primer intento. Justamente a los 25´ desborde por
izquierda del debutante Facundo Rodríguez, centro y cabezazo de Nuñez en el
área, abajo, sobre la derecha de un arquero que no ensayó defensa alguna.
Luego
de eso, parecía que Peñarol tomada el control de las acciones y de la pelota,
pero no volvió a generar ocasiones claras de gol. En cambio el equipo guaraní
tuvo una clarísima a los 34´. Una jugada que se inicia por el centro del ataque
con toque a la izquierda, el desborde y el pase al medio donde entraba Lesme
quien define en el área chica y Gelpi consigue atorarlo y desviar la bola
cuando parecía un gol inevitable. En el rebote, otro paraguayo la mandó por
encima del horizontal.
Así se
fue el primer tiempo de un partido aburrido donde Peñarol volvió a mostrar sus
falencias defensivas, la fragilidad de un arquero, la poca elaboración en el
medio y la escasa definición arriba.
El
segundo tiempo fue algo más agradable de ver, con un poco más de dinámica, pero
con un Peñarol que continuó siendo inoperante hasta el punto de tornarse
insoportable. No generó una sola chance medianamente clara de gol en todo el
segundo tiempo.
Por su
parte el equipo paraguayo se fue acercando paulatinamente a la posibilidad de
la victoria. Sobre los 14´ una jugada individual de Pérez que se lleva por
delante a tres defensas aurinegros y remata afuera sobre el palo derecho.
Luego
fueron sendos remates de Acosta desde afuera del área que se fueron por encima del horizontal a los 18 y 21´.
Finalmente
a los 30´ llegó el tanto que venía buscando el equipo guaraní. Bestial remate
de Benítez desde afuera del área que se clava en el ángulo superior derecho de
un Gelpi que voló pero era imposible que llegara.
Luego
de ese tanto Peñarol se fue mostrando cada vez más nervioso y fue luchando cada
vez más el partido en lugar de jugarlo, ante un árbitro que estuvo muy atento a
sacarle tarjetas a los jugadores aurinegros.
Sobre
los 41´ cae Viera en el área enredado por un paraguayo y el árbitro se apresura
a marcar penal y amonestar al zaguero aurinegro. El penal lo remata Ruiz Díaz y
lo estrella contra el travesaño.
Para
cerrar la actuación, el árbitro expulsa a Macaluso sobre los 43´.
Peñarol
cierra su participación en las copas de verano 2015 con un saldo francamente
deficitario. No es que esperáramos mucho más de este equipo, no es posible
esperar mucho más de lo que se vio. Ahora será tiempo de que Bengoechea marque
lo que necesita para el equipo, pero aún así no podemos hacernos demasiadas
ilusiones de que el equipo mejore. Son pocas las incorporaciones que se pueden
hacer y es demasiado lo que necesita Peñarol.
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