Quedamos lejos.

Peñarol iba a Jardines con la misión de ganar para intentar no perder pisada en el campeonato. Para eso Fossati apostó por la misma formación que se trajo la clasificación desde Cali. Pero Peñarol jugó un pésimo primer tiempo donde arrancó dormido y lo pagó carísimo en la primera jugada del partido.

Porque a los 2´ avanzó Danubio por la izquierda, vino el toque al medio para De Los Santos, nadie le sale a marcar, nadie lo tapa, nadie lo estorba y saca el remate abajo contra el palo derecho de un Migliore que no llega y marca la apertura.

Y así se terminó el primer tiempo, porque Peñarol tuvo la pelota pero no generó nada y Danubio tocó y tocó pero no encaró nunca. En Peñarol un desastroso primer tiempo de japo Rodríguez que nos hizo acordar a viejas (y malas) épocas y el equipo lo sintió. No llegó nunca la pelota bien jugada y tampoco se utilizaron bien las bandas porque no fue un buen partido de Diogo ni de Rodales.

Peñarol tuvo una sola sobre los 30´ con un toque de Jonathan Rodriguez al medio para Pacheco, la devolución de primera del capitán que permite la invasión de juvenil al área franjeada y el remate cruzado lo saca Ichazo con el cuerpo.

Apenas una sola jugada de gol en 45´ es muy poco para Peñarol. Cierto es que Danubio también tuvo una sola, pero la convirtió y Peñarol no y esa fue la diferencia del primer tiempo.

El segundo tiempo se presentó con las mismas características Peñarol sin ideas y Danubio manejando la pelota pero sin peso.

Las primeras opciones las tuvo Danubio, a los 5´  cuando sacan rápido un tiro libre para la entrada de argentino Castro que remata mal muy por encima del horizontal. A los 7´ mediante un córner desde la derecha que despeja la zaga aurinegra y el queda a un delantero danubiano que remata y la pelota se va por encima al córner rebotada por la zaga.

Peñarol tuvo la suya a los 12´ con una pelota que toca Valdez para Darío que desborda como puntero izquierdo y toca dentro del área para Zalayeta que saca el remate fuerte que logra despejar Ichazo.

A los 16´ Peñarol saca rápido una falta con toque para Darío que invadía esta vez por derecha y su remate al medio lo saca Ichazo.

Peñarol iba, insinuaba, amenazaba, pero sin claridad hasta que a los 31´ llega el empate. La pelota le lleva Hernán Novick, que había ingresado, toca para Zalayeta que, de espaldas al arco hace de pivot para la devolución y Novick la alarga para la izquierda donde entraba el japo  Rodríguez que remata al segundo palo tomando a contrapié a Ichazo en la salida. Antes que entre llega a tocarla un zaguero franjeado pero no puede evitar que la pelota ingrese.

Empataba Peñarol y quedaban 15´.  Pensamos que como equipo grande se lo podía llevar por delante, hasta pensando en un posible ingreso de Olivera para rematarlo por arriba. Pero nada de eso pasó. Estuvo más cerca Danubio de llevarse el triunfo que un aurinegro que no volvió a generar otra situación de gol después del empate.

Danubio en cambio tuvo dos claras. La primera a los 34´ con un pase largo para Mayada que invade por derecha, va hasta el fondo y saca el pase atrás. La toma Silvera en medio del área y sin arquero remata mal por encima del horizontal.

La segunda fue a los 37´ con un remate desde afuera de De Los Santos que pasó lamiendo la base del palo derecho de Migliore que no llegaba.

Se fue el partido en un 1 a 1 que nos aleja de las chances de pelear este campeonato. Es verdad que Peñarol sigue invicto pero ha dejado 8 puntos por el camino producto de sendos empates y cada vez se ve más complicada la chance de ganar este apertura.

No nos gustó el equipo. Entro dormido en ambos tiempos y le costó una enormidad generar juego y situaciones. Se frenó después del empate y el técnico ni siquiera recurrió a la figura de Olivera a ver si le salvaba la tarde con un bochazo.

Ahora vendrá una semana corta, porque Peñarol juega el viernes a la noche antes de viajar a La Plata para enfrentar a Estudiantes por la Sudamericana, ya sin Jonathan Rodríguez por el capricho de Tabarez de llevarlo a disputar dos amistosos sin importancia.

En el campeonato, a nuestro entender, quedamos lejos.