El 28
de setiembre de 1891 fue un lunes. Como todos los principios de semana, los
obreros del Ferrocarril Central del Uruguay pasaron su día en los talleres de
la compañía entre el ruido de las maquinas, la soldaduras de rieles, la grasa
de los componentes y el carbón de las calderas. En el edificio de la
administración, los empleados cumplieron su jornada laboral entre sus trámites
y papeles perfectamente ordenados como corresponde a la administración de una compañía
inglesa. En sus oficinas, los directivos de la compañía habrán resuelto diversos
y variados asuntos y habrán tomado decisiones referentes al día a día de la
empresa. En suma, un lunes cualquiera en el funcionamiento de una compañía inglesa
del siglo XIX enclavada en cualquier rincón del mundo.
Pero el
lunes 28 de setiembre de 1891 no fue un día cualquiera, porque en la tarde
noche de ese día, obreros, administrativos, empleados y dirigentes se reunieron
para fundar una institución deportiva de acuerdo a la costumbre de la época,
dedicada a la práctica amateur del deporte. Los ingleses llevaban consigo su
cultura a cualquier parte del mundo donde les tocara ir. En cualquier país donde
se asentaban, creaban instituciones sociales, deportivas, de servicios o de
empresa que les acercaran un poco de Inglaterra. Fue en ese espíritu que 118
empleados de la compañía se reunieron en los talleres del Ferrocarril Central
del Uruguay ese 28 de setiembre.
Sin
embargo, la institución que crearon estaba destinada a trascender esos modestos
objetivos iniciales. Peñarol perfectamente pudo ser simplemente “el cuadro de
los ingleses” pero su destino fue mucho más grande: ser el cuadro del pueblo.
El equipo más popular del Uruguay, el más conocido fuera de fronteras y el más laureado
del país.
Peñarol
trascendió además el propio objetivo para el que fue fundado. Dejó atrás el
concepto de deporte como actividad recreativa y esencialmente amateur, para
hacer de ella la razón propia de su existencia. Testigo y tributo de esto, son las
copas que atiborran sus vitrinas en la actualidad y que su nombre sea el más veces
inscripto seguido de la palabra campeón en nuestro futbol.
Sus colores,
los colores del ferrocarril inspirados en la Rocket de Stephenson, dieron la
vuelta al mundo llenándose de gloria y siendo protagonistas de las hazañas más grandes
e increíbles. Si los ingleses trajeron un poco de su país al fundar nuestro
club, Peñarol ha llevado al mundo la forma de ser de los uruguayos.
Pero quizás
lo más significativo es que Peñarol trascendió su origen gremial, su vinculación
y dependencia del directorio de una empresa para instaurar una verdadera
democracia que un día lo llevó a ponerse de pie ante quienes lo habían fundado
para caminar desde entonces por su propia y soberana voluntad. Hoy Peñarol no es de nadie, porque es de
todos. Ni siquiera quienes somos socios podemos arrogarnos el derecho de
pertenencia sobre un bien que es patrimonio del pueblo futbolero del Uruguay.
Es ese
Peñarol el que hoy celebra 123 años de existencia con una solidez institucional
que nos enorgullece. Ha llegado a su cota histórica máxima de su masa societaria.
Está construyendo un nuevo estadio (el cuarto después de Casavalle, Las Acacias
y Pocitos) que se espera inaugurar para el aniversario de año próximo. Ha
comenzado a explotar la marca Peñarol como corresponde a toda institución hegemónica
de su país. Está mejorando año a año una situación económico-financiera que
había sido muy comprometida en su momento.
En
suma, este nuevo aniversario encuentra al club en uno sus momentos de mayor
solidez institucional. Sin embargo, todo eso debe ceder en prioridad ante esa
misma razón de nuestra existencia: ser campeones. Como mandato insoslayable de
nuestros fundadores, de todos aquellos que han defendido nuestra camiseta, de
nuestros padres y abuelos que lloraron y rieron por estos colores, se alza
inocultable la obligación de continuar sumando copas y títulos a nuestra
historia.
En esa
senda, Peñarol hoy te saludamos en tu 123º aniversario, con el mandato de tu
nacimiento, con la fuerza de tu historia, con la solidez de tu presente, con la
gloria de tu futuro:
FELIZ
CUMPLEAÑOS PEÑAROL!
y exploto el cielo en pleno setiembre, salud pueblo carbonero
ResponderEliminarSERAS ETERNO COMO EL TIEMPO Y FLORECERAS EN CADA PRIMAVERA