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miércoles, 20 de agosto de 2014

Lo mas importante fue el resultado. Peñarol 2 Jorge Wilstermann 0

Hoy Peñarol comenzaba su camino en la copa Sudamericana 2014 y lo hacía con un partido que a los carboneros no nos resultaba indiferente. Porque el rival era el Jorge Wilstermann boliviano, el mismo ante el que Peñarol jugó el partido inaugural de la historia de la Copa Libertadores y fue el primer paso para ser el primer campeón.

Fue el 19 de abril de 1960 y Peñarol goleó 7 a 1 correspondiéndole al recientemente desparecido Carlos Borges el honor de ser el primer jugador en anotar un gol por la Copa que se estrenaba ese día. Esa noche el enorme Alberto Spencer hizo 4 goles y comenzó a acumular la enorme cifra que lo mantiene hasta hoy como el máximo goleador de la historia de la Libertadores con 54 anotaciones.

Pero estos eran otros equipos. Wilstermann era una incógnita para nosotros (y probablemente también para sus propios hinchas ya que cambió 14 jugadores para esta temporada, además del técnico). Peñarol venía de la muy buena imagen creada ante Cerro y con la misión de quedar lo más cerca posible de la clasificación.

Para ello, Fossati repitió la misma integración que hace 4 días ante los de la villa. Y Peñarol arrancó bien el juego, haciéndose dueño del campo y la pelota, tocando el balón, rotando e imponiendo velocidad.

Por su parte el equipo boliviano soportaba el embate mostrándose limitado y golpeando mucho con la complicidad de un mediocre juez brasileño que permitió al visitante golpear en demasía.

A los 12´ llegó la apertura. Un tiro libre de Pacheco desde la izquierda es bajado por Zalayeta con el pecho de espaldas al arco. La pelota acomodada por el moreno es tomada por el japo Rodríguez que saca un zapatazo impresionante que rozando en un defensa boliviano se clava contra el palo izquierdo del arco de la Ámsterdam.

Luego del tanto, Peñarol mantuvo el nivel de juego por algunos minutos más pero ya sobre los 20´ perdió la precisión que había mostrado hasta ese momento. Comenzó a abusar del pelotazo y no volvió a generar ninguna otra situación clara para convertir.

Para el segundo tiempo el panorama fue aun peor. Peñarol continuaba equivocando los caminos y el equipo boliviano comenzó a tener más la pelota y jugarla con mayor criterio. De tal modo el Wilstermann se fue acercando al arco mirasol, fundamentalmente con un par de remates de media distancia que controló bien Migliore.

Fossati se dio cuenta de que estaba perdiendo el medio campo e hizo ingresar a Orteman por Valdez que estaba sentido, pasando a una línea de 4 en defensa. El cambio le hizo bien al equipo que ya no perdió tanto en el medio y se vio reforzado en los últimos minutos cuando salió Pacheco por Alejandro Silva. 

Pero antes de irse, sobre los 25´, Pacheco puedo perfectamente convertir el segundo gol cuando una pelota elevada le quedó justa para que sacara una impresionante volea que obliga a una magnífica atajada del arquero Dituro.

Enseguida respondió el Wilstermann con un cabezazo del paraguayo Neumann que pasó cerca del palo derecho de Migliore.

Sobre los 36´ se da una jugada clave en el partido donde resulta abiertamente perjudicado el equipo aurinegro. Un córner desde la izquierda cae en el centro del área boliviana y le queda a Píriz que saca un remate fuertísimo que un zaguero boliviano saca con las dos manos en una gran atajada. Un penal enorme que vio todo el mundo excepto el mediocre árbitro brasileño que no lo cobró, perjudicando abiertamente a Peñarol.

Pero la justicia que no trajo la decisión del juez llegó sobre el minuto 39 de mano de la fortuna. Porque Jonathan Rodríguez recibió la pelota sobre la izquierda, enganchó hacia el medio y sacó el remate que rebotando en un zaguero, descolocó al arquero y provocó que la pelota se metiera contra el palo derecho. 2 a 0 que era quizás algo excesivo con el trámite del partido, pero se acercaba más al objetivo que buscaba Peñarol.
 
Sobre los 43´ pudieron descontar los bolivianos con una jugada bastante curiosa. Una pelota por izquierda para Neumann, Viera lo quiere cerrar y su corte rebota en el paraguayo y hace que la pelota se eleve tomando a contrapié a Migliore que salía. Pero el argentino logró tocar con la punta de los dedos mostrando unos enormes reflejos que evitaron la caída de su arco.

En definitiva Peñarol ganó por una diferencia aceptable pensando en el  partido revancha en los 2.500 mts de altura de Cochabamba. Ventaja aún más valorada por el mal juego expresado por el equipo en la noche de hoy.

Mal partido de Pacheco que no volvió a mostrar el nivel desplegado ante Cerro. Un pésimo partido de Píriz que jugó mal toda pelota que le tocó, o se la dio a los rivales o la jugó afuera. Viera volvió a bartolear la pelota en demasía. No gravitaron tanto los carrileros Rodales y Diogo y Johathan y Zalayeta se perdieron ante los pelotazos enviados por sus compañeros.

En una semana sabremos si la ventaja obtenida hoy es o no suficiente. Lo que ya sabemos es que jugando como hoy no podemos tener demasiado futuro en esta copa.

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