Peñarol
salió al Centenario con dos cambios: el regreso de Castillo en el arco y la
entrada de Viera por Bizera lesionado (si, otra vez y van….). La duda por la
falta de actividad de Viera que estuvo dos meses fuera del campo por lesión y se sintió claramente.
El
marco extraño lo dio la tribuna con menos de 1.000 personas debido al complejo
de inferioridad del presidente de Liverpool que no acepta que es presidente de
un cuadro chico y fijó entradas de opera para el encuentro. Debido al capricho
de un hombre grande, presidente de un club y exitoso empresario que reacciono
como un chiquilín porque no le hicieron el gusto y su capricho lo pagaron los
hinchas de Peñarol.
Liverpool
impresionó mejor desde el primer minuto, porque pese a tener menos la pelota,
le daba mejor destino a diferencia de un Peñarol que volvió a ser el equipo
inoperante de fechas atrás, carente de la menor creación y que no generó una
sola situación de gol en todo el primer tiempo. No es que Liverpool generara
demasiado, apenas si tuvo otra situación de convertir además del penal, pero
fue un equipo ordenado, que hizo su libreto plantándose firme atrás y cerrando
los espacios.
Así
llego a los 11´ la apertura. Un entrevero en el área de Peñarol, un par de
rebotes y Macaluso desde el suelo levanta demasiado la pierna y derriba al
atacante negriazul. Lo remata el ex aurinegro Pezzolano contra el palo
izquierdo de un Castillo que fue al otro lado y puso la apertura. Un gol que
Pezzolano festejó ostensiblemente mostrando el escudo de la camiseta. No es la
primera vez que este jugador muestra que se olvidó de su pasaje por el
aurinegro.
Después
de la apertura, Peñarol tuvo más la pelota ante un negriazul que aposto al
contra ataque. Sin embargo Peñarol no generó nada digno de mención, a tal punto
que no remató al arco en todo el primer tiempo.
Liverpool
tuvo otra sobre los 28´ Una pelota donde Ferro pone en carrera a Aguirre por la
izquierda, engancha hacia adentro dejando desairado a Viera y remata fuerte
provocando una gran atajada de Castillo que salva el arco.
Peñarol
terminó el primer tiempo sin rematar al arco y de no ser por un corte
providencial de Macaluso hasta pudo irse 2 a 0 abajo.
Y si el
primer tiempo fue malo, el segundo no fue mejor. Peñarol se fue arriba desde el
comienzo pero sin ideas y con poco futbol, metió al rival en su cancha pero a
fuerza de enjundia y no de juego y dejó cada vez más espacios atrás,
exponiéndose a que lo mataran de contragolpe.
Eso
pudo pasar ya a los 10´ cuando un remate de Pezzolano desde afuera del área
pasó cerca por encima del travesaño.
A los
14´ pudo empatar Peñarol cuando un pase en profundidad de Pacheco pone a
Jonathan Rodríguez de cara con el arquero y su remate lo saca De Amores con las
piernas y en el rebote no define bien el juvenil mirasol y la manda afuera.
Sobre
los 27´ un centro de Pacheco desde la izquierda permite el cabezazo de Jonathan
Rodríguez que contiene bien De Amores.
A los
36´ llega el empate. Se apura a sacar en corto Pacheco desde el córner para
Nuñez que hace el centro pasado que recoge Estoyanoff dentro del área, la para
y saca el derechazo fuerte y cruzado que supera a De Amores y se clava contra
la base del palo derecho. 1 a 1 y 10 minutos más descuentos para lograr el segundo
gol que nos devolviera la punta.
Pero
Peñarol no pudo concretarlo y no por falta de oportunidades.
Aunque
antes pudo ganarlo Liverpool cuando a los 40´ un despeje de Macaluso lo toma un
jugador negriazul y mete la pelota al área donde entraba Aguirre que toca la
pelota antes que Castillo pero la manda afuera.
Peñarol
tuvo dos clarísimas para ganarlo. La primera fue sobre el filo mismo de los
45´. Descarga Zalayeta para la entrada de Hurtado por derecha, el peruano hace
el pase al medio por bajo y lo toma Jonathan Rodríguez cuyo remate se va
lamiendo la base del palo derecho de un De Amores que no llegaba.
La
segunda fue pasada la hora. Gana la pelota Nuñez por izquierda y sobre la raya
misma la toca atrás y Estoyanoff comete el mismo error que en el clásico, se quiere
afirmar y levanta el remate que se va por encima del horizontal.
Sobre
el final mismo, el árbitro Cunha, que siempre se las arregla para expulsar a
alguien cuando le arbitra a Peñarol, le saca la roja a Jonathan Rodríguez, para
continuar con el promedio de un expulsado a Peñarol en cada encuentro que le
hace.
Entendemos
que hoy Peñarol perdió la última chance de hacerse con el Clausura y por lo
tanto, pelear por retener el Uruguayo. Es coherente con nuestra opinión de que
este es un equipo mediocre que de no ser por el flojo nivel del futbol local,
hace rato que ya hubiera perdido la chance que termino de perder hoy.
Sabemos
que aun en la matemática existe, pero ya no depende de nosotros y no hay nada
que haga pensar que nuestro rival dejara puntos.
Sera
tiempo de analizar y ver si somos capaces de aprender las lecciones que nos
deja esta temporada, pero ese será tema para hablar cuando acabe este
campeonato.
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