La frase
es bien conocida y pertenece a nuestro héroe de la independencia, el general
José Artigas. Fue motivada por la traición de las autoridades bonaerenses que,
faltando a su palabra y compromisos, se aliaron con el imperio portugués en
detrimento de las aspiraciones libertarias orientales. Pero la sentencia buen
puede aplicarse a todos los aspectos de la vida y hoy más que nunca, se
encuentra vigente.
Hoy,
aniversario de la batalla de Las Piedras, Peñarol no dependía de sí mismo y no
había razón para pensar que Wanderers iba a dejar puntos ante El Tanque, como
finalmente no lo hizo. Peñarol sintió en carne propia toda la implicancia de
esa frase desde el momento en que no le pudo ganar a un Liverpool que hoy se fue al descenso (?) y dejó de
depender de sí mismo.
El
campeón de siglo salió a la cancha con cuatro variantes con respecto a ese
juego de hace una semana. El ingreso de Darío Rodríguez en la zaga, en lo que
creemos que será su último partido como jugador profesional . Hurtado por el
lesionado Sandoval en el lateral derecho. Novick por el suspendido Piriz y
Nuñez por el también suspendido Jonathan Rodríguez.
Enfrente
el descendido Cerro Largo (?) y de nuevo aparece el signo de interrogación en
lo referente al descenso, porque sabido es que los mamarrachescos dirigentes
del futbol uruguayo planean un campeonato con 20 clubes por lo que no
descendería nadie en esta temporada.
Peñarol
fue superior desde los primeros minutos ante un equipo que dejó claro por qué
quedó en las últimas posiciones del campeonato. Sin embargo en los primeros
minutos el equipo carbonero no consiguió crear ninguna chance clara de gol
porque faltaba acertar en el último pase.
La
primera llegó a los 6´ con un pase largo para la entrada en velocidad de Nuñez
por derecha quien saca el remate entrando al área y contiene el arquero.
A los
15´ llega la sorpresa para el trámite del juego. Una pelota que despeja la
defensa aurinegra y le queda a Bruno Silva que saca un remate fuertísimo que
rebota y se pierde al lado de la base del palo derecho cuando estaba vencido
Castillo.
Viene
el córner, salta Darío Rodríguez y despeja mal hacia atrás habilitando a tres
jugadores arachanes que entraban solos. La toma Souza Motta que remata a
bocajarro para vencer a Castillo a quien le rebota la pelota pero no puede
contener.
La cosa
se hacía cuesta arriba para un Peñarol que empezaba perdiendo y que sentía el impacto Hasta pudo ser peor
porque en los minutos siguientes Cerro Largo dominó el juego y hasta pudo
aumentar con remate desde fuera del área del ex aurinegro Nicolini que
consiguió despejar Castillo.
Pero a
los 20´ llega el empate que tranquilizó el carbonero. Nuñez pelea y le gana una
pelota a Acosta, se va por izquierda, engancha hacia el medio y hace el pase atrás
por donde entraba Aguiar. El volante la para para acomodarla y saca el remate
rastrero para meterla contra el palo derecho y marcar el empate.
Y
apenas unos minutos después, a los 24´ llegó el segundo tanto. Atacaba Cerro
Largo y sale rápido Peñarol desde su campo con Hurtado por izquierda, toca para
Nuñez que mete un cambio de frente perfecto que cruza toda la cancha y cae en
el pie de Pacheco que entraba por derecha. La lleva el capitán y hace el pase
al medio y Acosta que corría desesperado hacia su arco, se la lleva puesta para
meterla abajo contra el palo izquierdo y sancionar la ventaja mirasol.
De ahí
en más, el primer tiempo fue todo aurinegro, que domino el terreno y la pelota
pero no generaba una situación clara.
Hasta
que a los 40´ un córner efectuado por Pacheco es rechazado a medias por la
defensa y la pelota le cae a Darío Rodríguez que saca la bolea para clavarla
contra la base del palo derecho y marcar el 3 a 1 con el que Peñarol cerró el
primer tiempo.
A esa
altura Wanderers empataba con El Tanque y Peñarol se llevaba el clausura, pero
faltaba mucho, demasiado como para quedarse tranquilos.
El
segundo tiempo presentó la misma tónica que el primero. Un Peñarol superior
ante un rival que no tenía fuerza y en realidad hubiera sido lo mismo que no se
jugara. Porque Peñarol, tanto en la cancha, en el banco de suplentes, como en
la tribuna, tenía la cabeza y los oídos puestos en lo que pasaba en Florida y
Cerro Largo en que el encuentro terminara.
A los
8´ pudo ser para Peñarol cuando una pelota larga deja a Nuñez cara a cara con
el arquero, pero cuando quiere eludirlo, Betancur le gana yendo abajo. En ese
mismo momento, llegaba el gol de Wanderers que cerraba el campeonato.
Lo que
resto de partido ya no tuvo más sentido, pero queda por destacar alguna jugada.
A los
17´ un remate cruzado de Rivero desde la derecha se pierde cerca del palo
contrario de Castillo que no llegaba.
A los
22´ el árbitro expulsa mal a Estoyanoff que había entrado hacía un minuto. Es
el lolo quien recibe la falta y si bien, hay una reacción no era jugada para
roja directa. Los dudosos aplicadores de la ley siguen (y parece que seguirán)
perjudicando gratuitamente a Peñarol.
Sobre
los 27´ salida rápida de nuevo desde nuestra área, toque para Pacheco que descarga
con Zalayeta, el toque al medio del moreno y el remate de Macaluso que llegaba
se pierde cerca del palo derecho de Bentancur.
Un
minuto después, una salida que puede ser histórica; la de Pacheco que dejó su
Lugar a Toledo y que muy probablemente haya jugado sus últimos minutos con la
camiseta con la que ha sido ídolo y ha conquistado 8 campeonatos uruguayos.
Lo
último digno de mención se dio a los 39´ y fue para Cerro Largo. Un remate
cruzado desde la derecha que saca Castillo y el rebote le queda a Lucas que
remata y Hurtado consigue despejar cuando el arquero estaba en el suelo.
Peñarol
perdió este campeonato porque armó un equipo mediocre, que hizo un pésimo
apertura y un clausura apenas acorde a su historia. Lo perdió porque erro en
las contrataciones, no solo al inicio de la temporada sino sobre todo en el período
intermedio cuando tuvo la posibilidad de solucionar las falencias y no lo hizo.
De los jugadores que trajo, prácticamente ninguno mostró nivel y/o capacidad
para vestir la aurinegra. Lo perdió porque coloco dos técnicos experimentales y
cuando quiso dar el golpe de timón con un técnico a la altura de lo que debe
ser un equipo grande, ya era demasiado tarde.
Ahora será
tiempo de analizar y aprender de estos errores mientras Danubio y Wanderers
disputaran la que será sin lugar a dudas la definición que menos interés
popular concite en toda la historia del campeonato uruguayo al no ser disputada
por ninguno de los dos equipos grandes.
Será
hora de analizar bien las responsabilidades que le caben a cada quien dentro de
la institución y actuar en consecuencia.
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