Peñarol
volvía jugar por el campeonato local con la presunta formación titular (que es
tan discreta como la de suplentes del otro día) ante un Sudamérica que ya nos
había amargado la existencia en el Apertura.
Al
minuto Peñarol busco con un tiro desde afuera de Píriz que contuvo el arquero
Irazún y de ahí en más, se olvidó de atacar. Porque no generó ni una sola
situación medianamente clara para convertir. Apenas si una remate de media
vuelta de Jonathan Rodríguez desde afuera a los 14´.
Por su
parte el equipo buzón tuvo varias ocasiones clarísimas para convertir en ese
primer tiempo.
La
primera fue a los 6´ con una pelota que filtran por el medio de la defensa
aurinegra para la entrada de Royón que queda cara a cara con Castillo que gana
el mano a mano y consigue despejar el remate con su cuerpo en gran atajada.
A los
18´ una pelota por izquierda otra vez para Royón que con un giro hace pasar de
largo a Macaluso y vuelve a quedar cara a cara con Castillo y remata apenas
afuera.
Sobre
los 25´ la más clara para el equipo naranja (hoy vestido de blanco). Una pelota
por derecha para la entrada de Zunino, que toma mal parada y en línea a la
defensa de Peñarol y el remate cruzado del ex danubiano supera a Castillo y
despeja Valdez sobre la línea cuando era la apertura.
La
última de los buzones fue a los 42´ con un tiro libre de Royón que pasa por
encima del travesaño del arco de Castillo.
Lo de
Peñarol fue paupérrimo en ese primer tiempo, claramente superado por el rival
que de casualidad no se fue en ganancia. No generó nada el equipo aurinegro que
jugo permanentemente al pelotazo sin darse cuenta que tenía el fuerte viento en
contra y quedaban cortos todos los envíos.
Pero el
segundo tiempo se resolvió rápido para Peñarol, porque a los dos minutos, la
pelota es jugada por izquierda para Nuñez, que estando marcado, retrocede y se
mete hacia el medio para zafar de sus dos marcadores y saca un zapatazo
impresionante que se clava en el ángulo superior derecho para marcar un
verdadero golazo.
Y ese
gol tranquilizó a Peñarol, que comenzó a jugar mucho más ordenadamente y sin
sufrir tanto los embates del rival. También le costó mucho a Sudamérica que ya
no dispuso del viento a favor y se le complicó mucho más para llevar la pelota
a campo aurinegro.
Sobre
los 13´ pudo ser el segundo para el carbonero, con un tiro libre del japo
Rodríguez desde la derecha que remató fuerte pero le salió muy al medio y
permitió el despeje de Irazún con los puños.
Cerca de los 20´ Fossati saca a Jonathan y coloca a Pacheco y se queda Peñarol. El
equipo se replegó y le cedió la pelota y el terreno al buzón que, de todos
modos, no generó ni cerca las situaciones que había creado en el primer tiempo.
Peñarol
tampoco llegaba con asiduidad, apenas si un par de veces con remates de afuera
de Aguiar y el japo.
Pudo
ser a los 39´ con una jugada entre Pacheco y Aguiar que desborda por izquierda,
va hasta el fondo y la toca atrás para que la tome de nuevo Pacheco quien saca un tanteo
que se va por encima del horizontal.
El
segundo llegó a los 42´ en un contra-ataque rápido mirasol. Jugada en nuestra
área, sale jugando Novick (que había entrado por Hurtado), toca para Pacheco
quien mete un cambio de frente perfecto para Aguiar. El ex Liverpool viene
hacia el medio, permite que se posicione Zalayeta y se la toca y el moreno
devuelve por encima para que remate de Aguiar. El tiro pega en la base del palo
izquierdo, da en la espalda del arquero y se mete en el arco decretando el 2 a
0 definitivo.
Ganó
Peñarol en un partido donde si se hubiera ido dos goles abajo en el primer
tiempo estaba bien. No por haber ganado debemos omitir que el equipo volvió a
jugar muy mal y le costó enormemente llevarse el triunfo.
Momentáneamente
quedamos primeros a la espera del encuentro de mañana de Fénix, justamente
nuestro próximo rival antes del clásico. Increíblemente este mediocre equipo de Peñarol
aún mantiene la chance intacta para ganar el Clausura. Señal de los tiempos que
vive nuestro fútbol.
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