Volviendo
a la Copa Libertadores, Peñarol con
varios cambios. Para empezar Lerda en el arco. La vuelta de Macaluso
(recuperado en tiempo récord de su fractura) en la zaga, el mantenimiento de
Mac Eachen junto a Valdez, Hurtado como lateral derecho y Raguso como
izquierdo. Marcel Novick y Aguiar como
doble cinco. Pacheco como enlace y arriba Zalayeta y Jonathan Rodríguez.
Los
primeros minutos fueron todos de Arsenal, a Peñarol le costó muchísimo elaborar
juego y tuvo que pasar más de media hora para que generara alguna situación digna
de mención. Por el contrario, Arsenal generó la primera aproximación apenas al
primer minuto de juego con una entrada por derecha que culmina con un remate
bajo que Lerda consigue rechazar no sin dificultad.
Peñarol
tuvo que resguardarse atrás ante el buen manejo de pelota y la dinámica del
equipo argentino que se sentía cómodo tocando el balón y jugaba a placer. Por
eso Hurtado y Raguso tuvieron que permanecer mucho más en labor defensiva
impidiéndoles subir, sumarse al ataque y generar apertura de juego por las
bandas.
Recién
sobre los 36´ generó la primera el aurinegro mediante un tiro libre de Pacheco
desde el vértice izquierdo del área que, magistralmente rematado, se estrelló
contra el ángulo superior izquierdo de un Campestrini que no llegaba y a Zalayeta lo sorprendió el rebote y la mandó afuera.
La siguiente
del carbonero fue un minuto antes del final del primer tiempo y otra vez por
intermedio de su capitán, que tomó una pelota desde afuera del área y sacó el
remate (esta vez de zurda) y Campestrini voló para sacarla con mano cambiada al
córner.
Se fue el
primer tiempo 0 a 0 y el segundo comenzó con la misma tónica.
A los
5´ Peñarol dispuso de una buena posibilidad que no supo aprovechar. Un
contragolpe iniciado por Jonathan Rodríguez que trae al pelota por izquierda,
toca para Zalayeta que hace la pausa justa y mete el cambio profundo a la
derecha por donde ingresaba Hurtado pero el incaico vuelve a fallar en la definición
y envía la pelota afuera lejos.
Dos
minutos después lo que se viene repitiendo en todos los partidos del aurinegro,
el equipo comenzaba perdiendo. Una pelota que rechaza Macaluso en defensa la recibe
Marcone por el medio, no le sale nadie, la para, la acomoda y saca el remate
sin que nadie lo moleste y se cuela abajo contra el palo derecho de Lerda que tampoco
se mostró demasiado atento.
Otra
vez el partido cuesta arriba. Fossati da ingreso a Hernán Novick (debut oficial
con la camiseta aurinegra) y al japo Rodríguez por Pacheco y Raguso y la verdad
es que los dos cambios le salieron bien porque ambos jugadores entraron muy
bien en el encuentro.
Mejoró
el juego aurinegro que fue metiendo a
Arsenal en su campo y con más enjundia que futbol se hizo respetar en el campo.
El
empate llegó a los 24´ con un centro desde la derecha de Hurtado que encuentra
increíblemente solo a Aguiar en el medio del área. El ex Liverpool domina con
el pecho y sin dejarla caer, saca el remate de media vuelta que vence a
Campestrini que nada pudo hacer.
Luego
del empate, el equipo argentino, tuvo dos oportunidades clarísimas para
liquidarlo, no lo hizo y lo pagó carísimo.
La
primera fue a los 27´ mediante un contragolpe rápido por derecha en el que van
tocando la pelota hasta descargar por la otra banda donde entraba solo Carrera
y cuando enfrenta a Lerda define mal y manda la pelota por encima del
travesaño.
La
segunda se da a los 34´ cuando se resbala Valdez y permite que Caraglio se
lleve la pelota y encare solo hacia el arco de Lerda, consigue eludir al
arquero pero la moña le queda demasiado larga y le quita ángulo de tiro y le
impide definir.
Dice el
viejo adagio que “goles errados son goles en contra” y esta vez lo demostró
Peñarol.
Un
minuto después de la situación malograda por Arsenal, llega el gol de la victoria
carbonera. Pase de emboquillada de Macaluso para que la pelota caiga detrás de
los zagueros argentinos y Jonathan Rodríguez la toma de aire y saca el remate
de media vuelta que se mete contra el palo derecho de Campestrini superado por
la maniobra del juvenil aurinegro.
Los
últimos 10 minutos mostraron a un Peñarol intentando defender la ventaja ante
un Arsenal que pagó cara su indefinición. Peñarol defendió como pudo,
desordenadamente. Tan en es así que terminó Zalayeta como zaguero despejando
pelotas aéreas (Fossati había sacado a Mac Eachen para poner a Toledo cuando
estábamos 1 a 1).
Así
ganó Peñarol, sin jugar para nada bien y mostrando las limitaciones propias del
mediocre equipo que es, pero al menos mostró esa rebeldía que parece haber recuperado
desde que es dirigido por Fossati y que le ha permitido remontar encuentros que
hasta hace unos meses perdía irremediablemente. Linda victoria aurinegra,
lástima que haya llegado demasiado tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario