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sábado, 22 de marzo de 2014

Lo que un lirio



Eso fue lo que duró la punta. Peñarol cayó en un partido donde no mereció perder, porque fue más que su rival, porque tuvo las mejores posibilidades y porque el árbitro Cunha no cobró un penal donde el zaguero albiceleste despejó con ambas manos por encima de su cabeza.

Para enfrentar a Cerro, Peñarol presentaba 5 cambios con relación a la formación que derroto el miércoles a Arsenal por la copa. La vuelta de Castillo al arco por Lerda, Darío por el suspendido Valdez, el japo por Raguso, Nandez por Marcel Novick y Toledo por Pacheco.

Empezó bien Peñarol, con dinámica y buen toque de balón. Intentando abrir la cancha con Hurtado y el japo. Pero le faltó precisión en el toque final y atención para no caer en posición adelantada (fueron nada menos que 4 en los primeros minutos del juego).

Sin embargo el que tuvo la primera aproximación fue Cerro, luego de un toque del ex aurinegro Grossmüller por izquierda para la entrada de Dadomo que va hasta la raya y hace el centro al medio que es despejado justo por la defensa.

Peñarol respondió a los 22´ con una descarga de Toledo, el toque atrás de Zalayeta y el remate desde afuera de Nandez que hace volar al arquero Odriozola para sacarla contra el palo izquierdo.

Tuvo otra a los 28´ con un gran pase de Aguiar por el medio para la entrada de Zalayeta que remata y el arquero consigue desviar al córner en otra muy buena atajada.

Pero sobre los 30´ Peñarol perdió el dominio del balón y lo comenzó a tomar Cerro, que si bien no creó situaciones del gol, por lo menos alivió a su defensa que hasta ese momento había estado comprimida en su campo. 

Apenas si un remate desde lejos a los 39´ de Oliveira que pasó cerca del palo izquierdo de Castillo.

La última de Peñarol fue a los 42´ con otro gran pase de Aguiar para la entrada de Jonathan Rodríguez que queda mano a mano con el arquero, pero cuando va a definir se la toca justo Melo y hace que el remate rebotado se vaya por encima del travesaño.

Fue más Peñarol en ese primer tiempo, tuvo la pelota, presionó bien, abrió la cancha por afuera y tuvo las más claras, pero se fue sin convertir porque no acertó en el momento de la definición.

Para el segundo tiempo la tónica fue la misma con Peñarol lanzado al ataque y dominando el juego.

Ya a los 4´ la primera fue de Toledo con una media vuelta que pasó cerca del palo derecho de Odriozola.

Pero Peñarol no supo convertir y lo pagó caro porque una vez más un horror defensivo permitió que el rival conquistara un gol con el que terminamos perdiendo 3 puntos. Era el mejor momento aurinegro cuando a los 17´ perdemos una pelota, no marca nadie en el medio, permiten que Grossmüller reciba solo y meta el pase para la entrada de Delgado que enfrenta la salida de Castillo tocando cruzado al palo más lejano para poner el gol que sería el de la derrota aurinegra.

Y no es que Peñarol no haya tenido chances. De hecho tuvo unas cuantas para empatar mientras que Cerro no dispuso de ninguna, pero las malogró y en el resto el desastroso trabajo de Cunha se encargó de evitar lo que hubiera sido un resultado más justo.

Ya un minuto después pudo ser cuando un lateral sacado desde la izquierda frente al área villera le quedo en el segundo palo donde entraba solo Hurtado, pero en lugar de definir cómo debía, la quiso parar de pecho y la pelota se le fue afuera. Una vez más el peruano falla en una oportunidad donde le queda todo para definir y malogra la chance. Inmediatamente lo sacó Fossati y a nuestro entender no debería entrar más porque cada vez que ha tenido una chance clara de convertir, la ha desperdiciado.

A los 25´ un toque de Jonathan Rodríguez para la Zalayeta en el área y el moreno, de espaldas al arco, la contiene con el pecho y ensaya la chilena que pasa apenas afuera contra el palo izquierdo.

Y a los 30´ se termina el partido porque gracias a la funesta actuación de Cunha Peñarol se termina de enloquecer y pierde cualquier posibilidad de lograr el empate. Una pelota larga que gana Jonathan Rodríguez dentro del área, se la toca por arriba a Dadomo y este mete las dos manos por encima de la cabeza para despejar la pelota y el árbitro VE PECHO, PEOR QUE UN CIEGO ES AQUEL QUE NO QUIERE VER, dice el dicho y Cunha se hizo el tonto para no cobrar un penal que vió todo el estadio.

En los últimos 15´ Peñarol jugó a lo loco, porque se le escapaba un partido donde había jugado mejor, porque perdía la punta del campeonato, pero sobre todo porque el robo del que fue objeto lo saco completamente de balance. 

De ahí hasta el final apenas si tuvo un par de remates de Jonathan Rodríguez con cierto peligro.
Peñarol perdió la punta de un campeonato donde insólitamente estaba puntero jugando tan mal, pero lo que nos rebela es que la pierde en un partido donde mereció mejor suerte, hizo más por la victoria que su rival y donde fue despojado por un árbitro que no pudo no ver ese penal.

PEÑAROL INSTITUCIÓN DEBE IR HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS PARA QUE ESTE ARBRITO SEA SANCIONADO. Aunque seguramente no va a pasar nada y en la calle 8 de octubre el rey del llanto que escuchamos llorar todas las semanas de gira por las radios hoy estará contento de que su llanto eterno ha tenido sus frutos.

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