Peñarol
arrancaba la era Fossati y su participación en el Clausura contra River. Pero
empezó el Clausura de la misma forma en que terminó el Apertura, cometiendo
errores propios de un equipo amateur que por poco, no le terminan costando
puntos.
Arrancó
con el nuevo sistema 3-4-1-2 Con Castillo en el arco, línea de tres con Darío,
Macaluso y Valdez, dos carrileros Lima por izquierda y Baltazar por derecha.
Dos volantes más defensivos, Píriz y Aguiar, un enlace: Pacheco y los dos
delanteros Zalayeta y Jonathan Rodríguez.
Enfrente
un equipo darsenero que tiene 4 años de trabajo con Almada, contra los 5 días
de Fossati. Un equipo con un sistema aprendido, funcionamiento adecuado, buen
toque de balón, con jugadores rápidos y que abren la cancha. Un River que
permanentemente le dejó 3 delanteros arriba para obligar a Peñarol a que esa
línea de tres terminara siendo de cinco.
Se
impuso River desde el principio, avisando a los 6´ cuando luego de un centro
desde la izquierda cabeceó Taborda pasando la pelota cerca contra el palo
derecho.
A los
7´ llegó la apertura que prácticamente volvió a ser un gol en contra de
Castillo. Un envío desde la derecha desde un tiro libre que no tenía pretensión
alguna y que debió terminar en las manos del arquero. Pero Castillo vuelve a
protagonizar un gesto técnico que no se le puede perdonar ni a un arquero de
baby futbol. La pelota se le escapa de las manos, se le va entre las piernas y
recibe solo Taborda en el centro del área que con el arquero en el suelo y el
arco libre marca la apertura.
Un gol
de esos que destruyen anímicamente a cualquier equipo pero que a la luz de los
horrores cometidos por el mismo Castillo y por Lerda, resulta lapidario para
este Peñarol.
River
se sintió cómodo con ese trámite ante un Peñarol que era imposible que no
sintiera el golpe.
A los
15´ Buen tiro libre de Alaniz que pasa cerca del palo izquierdo.
De ahí
en más mejoró algo Peñarol que, con más ganas que juego, lo fue metiendo a
River en su campo y tuvo 2 o 3 veces la pelota rondando el gol pero nunca
acertó a definir hasta el punto que el primer tiempo se fue sin remates al arco
del mirasol.
A los 35´
pudo ser de nuevo para River después de un desborde por izquierda (la zona más utilizada
por el ataque darsenero), el centro atrás y el remate del atacante rebotó en un
defensa, superó a Castillo y se fue apenas afuera por sobre el horizontal.
Hasta
el final del primer tiempo, no hubo más chances claras de gol y Peñarol se fue
perdidoso del primer tiempo por un error inadmisible de su arquero y con el
agravante de no haber rematado al arco rival.
Para el segundo tiempo Fossati mueve el banco
y desde el inicio manda al japo Rodríguez por Lima y a los pocos minutos a
Orteman por Píriz.
A los
2´ vuelve a inquietar River con un toque atrás para la entrada de frente de
Taborda que saca un remate fuerte que despeja bien Castillo sacándola contra el
palo izquierdo.
A los
6´ un tiro libre de Pacheco que se va por encima del horizontal.
Sobre
los 11´ debió ser el empate de Peñarol pero la mala suerte que además del mal
juego, nos viene acompañando hace tiempo, impidió que la pelota entrara. Centro
de Baltazar desde la derecha, la baja de pecho Aguiar dentro del área y saca el
remate cruzado y fuerte contra el que nada podía hacer el ex aurinegro
Frascarelli, pero la pelota se estrella en la base del palo izquierdo y rebota
hacia afuera en vez de meterse en el arco de River.
Peñarol
se lanzaba hacia el arco darsenero y se suicidaba dejando espacios atrás que
por suerte no aprovechó River para liquidar el partido.
A los
18´ una chilena de Jonathan Rodríguez desde afuera del área que se va por
arriba del horizontal.
En el
minuto 25 se produce una jugada entreverada en el área aurinegra que termina
con un remate pifiado de un jugador de River que hace que la pelota se eleve y
Castillo la saca por encima del horizontal.
Sobre
los 35´ otra buena atajada de Castillo ante un tiro libre de Alaniz desde la
derecha.
Responde
Peñarol un minuto después con un centro del Japo Rodríguez con mucho esfuerzo
desde la izquierda, el cabezazo de Pacheco y Frascarelli consigue tocarla para
mandarla al córner que increíblemente el línea marca como saque de meta.
Finalmente
sobre los 40´ llega el esperado tanto mirasol. Un pase profundo de Pacheco no
consigue frenarlo Zalayeta pero la pelota es tomada por Mauro Fernández que
ingresaba a toda velocidad por derecha y ante la salida del arquero, saca el
remate cruzado, ajustado contra el palo derecho de Frascarelli para marcar el
tanto del empate.
En esos
últimos minutos se aceleró el partido, porque a los 43´ Taborda (que se pasó pegándole
a toda la defensa aurinegra, incluyendo al arquero) le deja la pierna en plancha
a Darío Rodríguez y es bien expulsado por el árbitro por segunda amarilla.
Taborda
que protestó lo improtestable, terminó generando un ambiente que desconcentró a
sus propios compañeros y terminó coadyuvando para la victoria mirasol.
Porque
sobre los 44´ con un River que quedó muy nervioso producto de la reacción
intempestiva de su centro delantero, Pacheco baja una pelota dentro del área y
cuando intenta llevársela, lo bajan y el árbitro sanciona bien el claro penal.
Lo
remata el propio Pacheco, fuerte, a media altura, contra el palo derecho de un
Frascarelli que se tira bien pero no puede impedir que la pelota ingrese en el
arco de la Colombes.
Así
ganó Peñarol, de la forma que pedimos los hinchas carboneros cuando las cosas
no salen a nivel futbolístico. Ganó yendo al frente, apretando a su rival y no
entregándose hasta el último minuto.
No hay
que engañarse, Peñarol volvió a jugar muy mal, le costó generar opciones de gol
y no tuvo un volumen de juego siquiera aceptable. Se volvió a comer un gol
increíble que le puso los nervios a flor de piel y lo llevó a tirarse arriba en
ocasiones en forma casi suicida dejando enormes huecos en defensa que por
suerte para nosotros no fueron aprovechados por River.
Imposible
decir que hoy se vio la mano de Fossati apenas con 5 entrenamientos al frente
del equipo. También se debe dejar claro que el técnico no puede hacer milagros,
este equipo hizo una pésima campaña en el apertura porque es mediocre y no fue
bien reforzado en este período de pases.
Somos
hinchas de Peñarol y estamos muy contentos por una victoria que además se logra
de una manera que permite galvanizar al grupo y dotarlo de mayor confianza.
Pero no por eso debemos tapar el sol con un dedo, volvimos a jugar en el mismo
nivel que veníamos mostrando y jugando así no tenemos nada que hacer en el
campeonato.
Ahora
viene Defensor, otra prueba de fuego en apenas 5 días para después viajar a
Venezuela para comenzar nuestra participación en la Copa Libertadores, hay
muchísimo que hacer para este cuerpo técnico, pero ganando, siempre es más fácil.
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