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sábado, 25 de enero de 2014

PEÑAROL NO SE TOCA!

Esta semana el mandamás del fútbol sudamericano (vicepresidente de la Fifa, Presidente de la Afa, no sé qué de la Conmebol etc etc) Humberto Grondona, mandó llamar a los clubes uruguayos para amenazarlos para que retiraran la denuncia penal que se hizo contra la Conmebol y desistieran de la presentación de la denuncia ante el Comité de Ética de la Fifa. Seguramente el Sr Grondona se cree una suerte de Elío o Liniers reencarnado y piensa que desde Buenos Aires comanda el Virreinato del Rio de la Plata.

Qué clase de desmedida soberbia hace que este funesto personaje crea que puede ordenar y andar amenazando con total impunidad? No en vano son sabidos los intentos que desde hace décadas intentan sacarlo del sillón de la Afa donde está atornillado.
En esa reunión fue secundado por otro de los integrantes de esta camarilla que rige el fútbol sudamericano: Eugenio Figueredo, quien cuando tuvo que dejar el cargo de presidente de la Auf porque se le hacía imposible sostener su oscuro gobierno, se quedó con el cargo que ostentaba en la Conmebol, aduciendo que era un cargo que le correspondía a él y no al futbol uruguayo. Por supuesto que el resto de los dirigentes de la Conmebol (con Leoz a la cabeza) apoyaron esa reivindicación personal de Figueredo negando que el cargo le perteneciera a la Asociación (cualquier parecido con la “familia” del modelo de la mafia, es mera coincidencia).
Pero cuando la ola de denuncias llegó a la propia Conmebol e hizo tambalear el sillón de Leoz, los miembros de la familia lo dejaron solo y Leoz cayó. Su lugar fue ocupado precisamente por Figueredo quien le pago de esta forma a su antiguo protector. Ahí comenzó toda esta historia, porque Leoz fue traicionado por los miembros de la familia y se propuso no caer solo.
Esto queda más que de manifiesto cuando tomamos en cuenta que toda la información que manejan los clubes para fundamentar su denuncia fue proporcionada por el propio Dr. Nicolás Leoz.
Ahora el padrino Grondona, secundado por Figueredo y apoyado por Bauzá (que en lugar de cumplir la función para la que fue elegido y defender a los clubes uruguayos, verdaderos dueños de la Asociación, fue a hacer el papel de lacayo genuflexo del poder de turno) tienen la arrogancia de amenazar a Peñarol.
Tenemos que tener claro el verdadero marco que plantea este conflicto. La otra punta de esta madeja está en la negociación de los derechos de Tv y lo que reciben los clubes. La familia los tiene negociados con Fox y ha dejado de lado ofertas más lucrativas para mantener este acuerdo. Convengamos en que esas ofertas han venido de Casal, que no es ningún angelito, porque desde hace años hace lo mismo en el futbol local y no poco perjuicio ha sufrido Peñarol por oponerse a este Señor.
De esta manera, la cara más conocida de la cadena Fox en Sudamérica, Fernando Niembro, salió a pegarle duramente a Peñarol y afirmó ante las cámaras que Fox seguirá transmitiendo la Libertadores y la Sudamericana “por muchos años más”.
Ahora la cadena Fox le responde a Casal lanzando la señal Fox Uruguay, que en breve habrá de venir a pelearle al Zar uruguayo los derechos de tv del futbol local. Uruguay para Fox debe representar bien poco con su mercado de apenas 3 millones de habitantes (cosa que se encargaron de destacar en la campaña que lanzaron a través del diario "El Pais" dejando claro que ellos llegan a miles de millones de personas en lugar de los 3 millones del canal de Casal). Si vienen es pura y exclusivamente para punir a Casal por meterse con su negocio.
A nosotros nos importa un caramelo, todo esto. No estamos de parte de ninguno de los dos imperios porque lo único que nos importa es Peñarol. Pero tenemos que tener claro que cualquiera que se meta con el aurinegro no es bienvenido.
Por su parte a Peñarol lo han dejado solo y esta es la razón por la que criticamos la posición de la directiva aurinegra al no exigir que fueran todos los perjudicados en bloque los que tomaran las acciones conjuntamente. De los clubes extranjeros que se reunieron en Sao Paulo ninguno ha iniciado el menor movimiento. Nuestro tradicional adversario (que hipócritamente dice estar de acuerdo con el fondo de la denuncia) no ha tenido la valentía de acompañarnos y se ha mantenido en la sombra (actitud propia de su forma de ser y por la que serán siempre eternos segundones). La Auf nos ha dejado completamente desamparados con una actuación triste y timorata de su presidente que no ha cumplido la función para la que fue elegido.
La única que humildemente ha mostrado su apoyo, como siempre, es la hinchada más grande de este país, mostrando que tiene muy clara cómo son las cosas y quiénes son los involucrados. Es esa hinchada la que ha dado el mensaje más contundente y detrás del cual todos los manyas nos tenemos que agrupar monolíticamente:
PEÑAROL NO SE TOCA.

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